ENTREVISTAS: MICHEL PEYRONEL, LA REEDICIÓN DE “A TODA MAKINA” Y RIFF EN EL RECUERDO: “SI ALGUIEN ROMPIÓ TODO, FUIMOS NOSOTROS”
Antes de meternos en la reedición de “A Toda Makina”, contanos un poco el contexto del disco: ¿cómo surgió la idea de sacar un álbum solista?
El estallido que inició todo fue ese fatídico show de Riff en Ferro (N. el 17 de diciembre de 1983). La idea era cortarla con todo el tema de los cadenazos, así que lo publicitamos como “Riff Acaba El Año Sin Cadenas”; hicimos unos afiches con unos dibujos inspirados en las chicas de Vargas que salían en la revista Playboy (N: se refiere al trabajo en estilo pin up del dibujante peruano Alberto Vargas) ¡Pero no fue una buena idea, porque se terminó armando un quilombo terrible! Encima tocábamos con Los Violadores…
¡Una combinación explosiva!
Ya habíamos tocado juntos antes, además yo ya había producido el primer disco de ellos y compartíamos sponsor: Little Stone. De hecho, en Ferro intentamos hacer un desfile de modelos con esa ropa, ¡lo que volvió más salvaje aun a la monada! (Risas) También había unas figuras femeninas gigantes de metal y la idea era que de las tetas de esas figuras saliesen fuegos artificiales. Pero no se pudo hacer, porque destruyeron todo y algunos se robaron los explosivos. ¡Esos tipos después cayeron en cana por terroristas porque los encontraron con los explosivos en el colectivo! Tuvimos que hacer un sprint con Pappo por toda la cancha para llegar al camarín, porque prendieron fuego hasta las tribunas. ¡Fue un desastre! Y después de eso hicimos una gira por Mar Del Plata compartiendo teatro con Los Virus y luego decidimos parar.
Y ahí decidís salir como solista…
Se lo planteo a la compañía de discos y estuvieron de acuerdo. Había un par de temas ya compuestos con Pappo, algo que ya habíamos hecho mucho en Riff: “Hoy Solo Soy Otro Sobreviviente” y “Amante Desalmado (Entrega T)”, así que lo sumo a Stuka, con el que ya teníamos buena onda, y empezamos a escribir juntos el resto del disco, salvo “No Quiero Parar” que lo escribí con mi hermano Danny que también toca en el disco y participó de la producción. Y ahí quedó armada la banda con Stuka, Danny en teclados y Alex Oucinde en el bajo, que era un compañero mío en el Liceo Naval con el que armé la primera banda de mi vida.
Es un disco variado: están los temas que recuerdan a Riff, pero también hay cosas más punk y new wave.
Es que yo vengo del punk. Antes de venir a Argentina estuve viviendo 10 años en Paris y tenía una banda punk /new wave llamada Extraballe que fue contemporánea a los Pistols, a los Clash. De hecho giramos con The Jam, tocamos con los Stranglers…
A TODA MAKINA, A TODO CROSSOVER
¿Cómo definís el estilo de “A Toda Makina”?
Como punk/metal, me siento identificado con ese sonido.
¿Qué podés contarnos de la grabación?
¡Fue muy original! Lo grabamos en Semana Santa, en el estudio del sello Music Hall con el «Portugués» Jorge Da Silva, que había grabado con nosotros “Macadam 3, 2, 1, 0” y “Contenidos”. A mí se me ocurrió llevar la batería al hall de Music Hall, al hall de entrada. ¡Salías del ascensor y te encontrabas conmigo tocando la batería, haciendo un quilombo terrible! ¡De hecho una mina salió del ascensor en el medio de una toma! Fue tocado todo en vivo, pero en diferentes lugares, así que el sonido es un poco salvaje, porque no era algo fácil de controlar, es un poco sucio. ¡Fue una locura que se me ocurrió y no tenía a nadie que me llevara la contra! (Risas)
Y nunca llegaste a presentarlo en vivo…
La compañía me hizo un coctel bárbaro de lanzamiento, pero no se imaginaban que al día siguiente me iba a Madrid. Mi idea era presentarlo en España, porque estaba mi manager y mi hermano que estaba tocando con la banda Banzai. Allá hice difusión, pero nunca lo tocamos en vivo al disco. En España me junto con Danny y con Salvador Domínguez (N: guitarrista de Banzai), ahí armamos Tarzen y enseguida firmamos contrato con Atlantic en Londres, grabamos el disco y salimos de gira con Twisted Sister. ¡Y me olvidé por completo de «A Toda Makina»!
Y ahí quedó colgado…
Incluso me llamó Grinbank (N: Daniel, empresario y manager) para hacer unos shows con Riff y le dije que no. Pero el disco se las arregló bien solo. Vendió más de diez mil unidades, algo que no estaba mal para un disco que no se presentó en vivo. Y luego, con el surgimiento de Youtube y las redes, se volvió un disco de culto.
A TODA REEDICIÓN
Hasta que un día llegó el momento de reeditarlo…
Los derechos se perdieron en uno de los tantos cambios de mano de los discos de Riff. Nadie sabe dónde están esos derechos, así que lo sacamos con Stuka y listo. Era algo que me venían pidiendo desde hace tiempo
¿Cómo fue el proceso de remasterización?
Tiene un sonido bárbaro porque lo remasterizó Álvaro Villagra, con quien grabamos los últimos discos de Riff. Nos entendemos muy bien con él, de hecho con él estamos preparando el lanzamiento en vinilo de “Que Sea Rock”.
¿Qué usaron de master?
Una copia del vinilo que mejoramos, se potenciaron algunos sonidos y frecuencias. Y la verdad que en CD suena bárbaro… El arte también fue reformateado y hay un remix de “Gangster”. Por ahora se puede comprar por MercadoLibre, ya vamos por la segunda edición. Eventualmente lo vamos a subir a Spotify, pero esto es una edición limitada para quienes les gusta el formato físico.
¿Cuáles son los planes a futuro?
Hay varios planes. Primero vamos a hacer un streaming presentando exclusivamente “A Toda Makina”. Y más adelante nos vamos a presentar con mi banda Humanoides Disidentes, que tengo con mi hijo Jean Jaques en bajo y Arito Rodríguez en guitarra.
¿Van a editar el disco, finalmente?
Si, se va a llamar “Made In Pandemia”, son 10 temas que incluyen “Pantalla Del Mundo Nuevo” y versiones de “Je Ne Regrette Rien” un tema buenísimo que hacia Edith Piaf, pero en versión funk metal, y “La Novia” del cual hicimos un clip.
ES MENESTER HABLAR DE RIFF
Ya hablamos de toda tu experiencia en el mundillo punk francés con Extraballe. Contame, ¿cómo te terminás convirtiendo en el batero de Riff?
Ellos ya habían arrancado el proyecto, pero con otro baterista. Y me invitaron a un ensayo, y no es que fui con un serrucho o algo por el estilo pero bueno, se coparon con mi forma de tocar; así que un día vinieron a mi casa, porque yo era el único que tenía casa propia, el resto eran unos tremendos boludos que vivían con mamá y papá (Risas). Yo venía de Francia y no entendía como vivían con la mamá, porque ensayábamos en la casa de la mamá de Pappo. Pero bueno, empezó a funcionar bien la química. El estilo de Riff tuvo que ver con ese mix de estilos; no éramos específicamente heavy metal, ni tampoco hard rock clásico.
Y también hay un cambio en lo visual con tu llegada. En las primeras épocas había algún detalle de color, alguna corbata, alguna remera a rayas…
Siempre me ocupé mucho de la imagen. Lo mismo con las tachas y el cuero. Cuando tocamos en B.A. Rock conseguí que nos hicieran la ropa con tachas pero usando lona en vez de cuero. Y más adelante en la época de “Riff En Acción” hablé con Michel, el socio de Jean François Casanovas del grupo Caviar, para que nos diseñe todo el vestuario de ciencia ficción más allá de «Mad Max«.
¿Y el resto te seguía en tus ideas?
Yo por venir de Europa siempre era el que tenía ideas más futuristas y zarpadas que chocaban con Pappo y con Vitico… ¡al principio ellos querían tocar en jeans y camiseta! De a poco los fui convenciendo de que el escenario tiene que ser algo especial, tiene que tener glamour. Algunas ideas solo por venir de mí ya las miraban mal, entonces había cosas que yo se las decía a Mundy (N: Epifanio, histórico manager de Riff y de muchos otros artistas) para que él las proponga; ¡incluso Mundy me decía que yo me oponga un poco para que no sospechen! Ahora lo puedo decir porque prescribió, ¡pero esas ideas funcionaron todas! (Risas)
Ya no hay tiempo de reproches…
Vitico también tenía visión; recuerdo que siempre me decía que “La Pantalla Del Mundo Nuevo” la iba a pegar. Y para mí era rarísimo, porque es un tema todo hablado. Y un día, recién había salido el disco, íbamos para Aeroparque muy temprano para tomar un avión e irnos a tocar al sur y en la radio AM del taxi empezó a sonar “La Pantalla…”. Terminó teniendo razón.
MUCHO POR HACER (Y MUCHÍSIMO HECHO)
Vivieron de todo con Riff…
Toda esa vestimenta también nos provocó un montón de problemas, porque en el interior pensaban que éramos “el mal” porque tocábamos en lugares difíciles y encima la gente hacia quilombo. Una vez tocamos en la cancha de Unión de Santa Fe; las bandas que iban a Santa Fe tocaban en La Tecnológica, que era un lugar divino… y a nosotros nos mandan, en pleno julio, al medio del campo con un foso que nos separaba del público, con destacamento de policía, perros y bomberos.
Con Riff también aprendiste el oficio de productor…
Casualmente uno de los discos que produje, “Agujero Interior” -que fue un despegue enorme para Virus– está nominado a los premios Gardel como “Disco De Colección”. Ojala gane porque así me puedo seguir autoproclamando “productor de leyendas”: de Los Violadores produje el primer disco y “Mercado Indio”; de Attaque 77, “Dulce Navidad”. En la terna están además uno de Piazzolla y uno del repugnante Santaolalla. Y le digo «repugnante» porque la actitud de no habernos puesto a Riff en la película… seguro va a ganar él, pero estaría bueno que gane “Agujero…”
Te referis a “Rompan Todo”, la serie que produjo Santaolalla…
¿Quién iba a “Romper Todo”? ¿Él? (Risas) ¿Serú Girán, que era una bandita pop que cantaba sobre los dinosaurios (sic)? Si hubo alguien que rompió con todo lo establecido fue Riff. Metíamos la misma cantidad de gente que Serú Girán e incluso más. Pero que no nos hayan incluido, en algún punto revivió lo que es la esencia de Riff, porque a nosotros nos ninguneaban siempre: ¡solo salíamos en los diarios cuando había algún quilombo! Una vez fuimos a tocar al anfiteatro de Posadas en Misiones, con un lleno total, todo bárbaro… al dia siguiente estábamos desayunando y me llamaba la atención que no había salido nada publicado del show. Hasta que uno abre la sección de “Policiales” y ahí aparecíamos a doble página: “Desmanes en Concierto de Rock” (Carcajadas). Hasta que finalmente pudimos salir en la tapa de la revista Pelo.
¿Y por qué pensás que hubo ese ninguneo con Riff?
A cierta gente le daba bronca lo nuestro, pensaban que éramos muy básicos, muy burdos; pero todos querían tener nuestro público. Los shows de Riff eran lo más divertido que se podia hacer con la ropa puesta: ¡eran explosivos! Y ahora en Spotify se está escuchando Riff a lo pavote, te lo digo porque me llegan las regalías…
Te pido, para cerrar este capítulo, alguna anécdota graciosa con El Carpo…
En algún momento nos amalgamamos con la movida punk y se pusieron a gargajearnos. Y a nosotros el asunto de los gargajos mucho no nos iba, pero igual a mí no me alcanzaban nunca porque estaba en otra galaxia atrás de la batería, arriba de una tarima… pero una vez en Córdoba el escenario no era tan profundo y me llegaban los gargajos. En un momento nos escupían tanto que paramos de tocar y Vitico dice: “Si siguen gargajeando nos vamos a la mierda”, yo digo: “¡Si siguen, se van!» Y por último se acerca Pappo y dice: “Loco, si siguen gargajeando voy a conectar la manguera con mierda y los voy a rociar a todos” (Risas finales)
BONUS: LOS DISCOS DE RIFF EN EL RECUERDO DE MICHEL
RUEDAS DE METAL (1981): ¡El sonido es un asco! Yo recién había llegado de Europa y allá había grabado en un castillo del siglo XVIII, un lugar increíble, donde habían grabado Bowie, Elton John, Bad Company, con el productor de Sade… y acá terminamos grabando con un ingeniero que era un imbécil con el que tuve muchos roces porque la batería suena como si le estuviese pegando a una puerta; incluso en un momento Pappo amagó con pegarle. Igual de ese disco se rescata el espíritu y la onda, más que el sonido en sí
MACADAM, 3, 2, 1, 0 (1981): El tema-título lo escribí yo y casualmente tengo un conflicto porque una compañía lechera usó el tema sin mi autorización, ¡para un comercial de leche! Pappo tampoco lo hubiera autorizado jamás, porque aparte no era cualquier canción, sino que era el tema con el que cerrábamos todos los shows hasta el final de nuestros días. ¡Porque después de ese tema ya no puede sonar más nada, es tremendo!
¡Es el disco que nos hizo ir a buscar al diccionario el significado de “Macadam”!
(Risas) Lo que pasa que si lo digo delato mi edad, pero me acuerdo que éramos chicos y mi vieja nos decía: “Cuidado chicos, no crucen el macadam”. Y siempre me preguntaba qué carajo era el macadam y me gustaba como sonaba, así que para referirme al asfalto la usé en la canción. El asfalto es algo que me fascina: ando mucho en moto por el asfalto, tuve mi banda Héroes Del Asfalto…
CONTENIDOS (1982): El título se me ocurrió a mí y también la idea de hacer una foto con los containers. ¡Es un disco que me encanta! Suele ocurrir que el tercer disco es el mejor, ahí escribí mis mejores temas: “La Pantalla Del Mundo Nuevo”, que fue el primer tema que compuse solo y que fue un himno…
La letra es como una profecía…
¡Todo el mundo me dice que se está cumpliendo todo lo que decía la letra! Y el disco tiene también “Susy Cadillac”, otro tema que escribimos con Pappo, ¡que es el rock and roll más grande que se haya escrito jamás! Está “Maquinación” también… tiene temas brutales.
ZONA DE NADIE (1992): Fue otro título que se me ocurrió a mí. Primero le íbamos a poner “La Frontera Inesperada” que es otro tema mío, pero Pappo y Vitico no quisieron y me dijeron “Le vamos a poner ‘Zona De Nadie’”… ¡que también es mío! (Risas) Volvimos a grabar después de casi diez años, y salvo algunas desavenencias estuvo todo muy bien
QUE SEA ROCK (1997): Es un disco buenísimo, que tiene un gran sonido, pero que a diferencia de “Zona De Nadie” solo salió en CD. Y sigue vivo porque va a salir una versión en vinilo doble con algunas cositas inéditas de Pappo bastante divertidas… ¡Va a ser interesante!
Comentarios