INFORMES:: GUILLERMO VILAS Y SU RELACIÓN CON LA MÚSICA
Considerado el ícono más importante de la historia del tenis argentino, y una de las figuras del deporte más relevantes a nivel mundial, Guillermo Vilas marcó una etapa tanto dentro como fuera de la cancha, no solo por su increíble talento, sino también por su particular look de vincha y pelo largo que hizo historia. A propósito del estreno del documental “Vilas: Serás Lo Que Debas Ser O No Serás Nada” (donde además de su eterna lucha por ser reconocido como el número 1 del ranking en su época, se suman aspectos interesantes y poco conocidos de su vida personal), en MADHOUSE te contamos los momentos más destacados de la relación entre el Gran Willy y la música.
PRIMER SET: INFLUENCIAS. Nacido el 17 de agosto de 1952 en Mar Del Plata, la relación de Guillermo Vilas con el tenis comenzó cuando su padre Roque le regaló su primera raqueta cuando tenía solo cinco años. A partir de ese momento, Guillermo fue subiendo todos los peldaños hasta convertirse en uno de los mejores deportistas de su generación, gracias a un talento innato y una preparación física y mental ejemplar. Fue durante esos largos tiempos de concentración necesarios en el tenista de alta competencia, que Willy comenzó a interesarse por el rock, sobre todo luego de una visita a una disquería donde, ante el pedido de “algo progresivo”, el empleado le hizo conocer nada menos que a Jimi Hendrix, lo que vinculó a Guillermo no solo con el músico norteamericano sino también con todo el misticismo del mítico Festival de Woodstock, ciudad a la que Guillermo elegiría en el futuro para una especie de retiro espiritual.
El look tan particular de Willy, si bien impactante, no sería único, ya que varios tenistas comenzaron en esa época a dejar la formalidad detrás, al mismo tiempo que el fijador de pelo. Uno de ellos era un danés llamado Torben Ulrich, quien compartía los entrenamientos con Guillermo. Lars, el pequeño hijo de Torben, solía acompañar a su padre a los torneos y oficiaba de alcanzapelotas en esos entrenamientos, y siempre sintió admiración por ese argentino pelilargo a quien le confesó alguna vez su sueño de convertirse en músico en el futuro, en vez de seguir los pasos de su padre… Lars todavía no sabía que unos años después formaría Metallica junto a su amigo James Hetfield.
Fue poco después que Vilas avanzó en su acercamiento a la música, según cuenta el diario LA Times, por iniciativa del fallecido Vitas Gerulaitis, otro tenista devenido en músico y quien lo hizo fan de Lou Reed y David Bowie. Guillermo tendría su primera experiencia en un estudio de grabación en 1978 junto a la banda norteamericana Trigger, un grupo estadounidense de hard rock que había sido descubierto nada menos que por Gene Simmons de Kiss. La participación de Willy se dio de casualidad, ya que pidió conocer el célebre estudio Record Plant en Nueva York y lo invitaron a asistir a la grabación del disco de la banda, al cual terminó agregando unos curiosos aplausos en el tema “We’re Not Gonna Make It”.
En palabras del baterista y cantante Derek Remington en el foro de música setentosa “The Other Board”: “(A Guillermo) lo llevamos al estudio, le dimos unos auriculares y nos dirigimos hacia donde queríamos poner las palmas. (…) Se divirtió mucho haciéndolo y nosotros también. Al final de la noche, nos agradeció y le dijimos que como tocaba en el disco le íbamos a dar crédito. Y cuando salió el álbum, efectivamente se incluyó su nombre en los créditos. Por desgracia lo escribieron de forma incorrecta, poniendo una N donde deberían haber puesto una M. Es Guillermo, no Guillerno. (…) No sé si alguna vez recibió una copia del álbum, pero que se sepa que no solo era un gran jugador de tenis, sino también un gran aplaudidor”
SEGUNDO SET – COLABORACIONES. Uno de los momentos más importantes en la carrera extratenística de Vilasfue la noche en la que conoció a Luis Alberto Spinetta en un show que Pescado Rabioso dio en Mar del Plata. En declaraciones al diario Ámbito Financiero, Guillermo recordaba el comienzo de su relación de amistad con El Flaco: «No conocía mucho (del rock), me parecía un mundo aburrido, hasta que asistí a un concierto de Pescado Rabioso y no dormí; iluminó a la gente», rememoró. “(Spinetta) me enseñó un nuevo camino y a partir de ahí fui a muchos conciertos, a los ensayos, tengo muchas fotografías juntos y nos hicimos amigos».
La relación fue afianzándose cada vez más, e incluso Luis Alberto le propuso a Guillermo ser el padrino de su primer hijo, Dante. Tanta era la admiración del tenista, que movió toda su influencia para lograr que El Flaco grabara en Estados Unidos un disco en inglés. El resultado, llamado “Only Love Can Sustain” (1980), si bien no logró conmover a los fans ni posicionarse comercialmente, incluye una rareza: la colaboración lírica de Guillermo en el tema “Children Of The Bells” que muestra otra de la pasiones ocultas del tenista: su amor por la poesía. De hecho publicó dos libros de poemas, «125» en |975 y «Cosecha De Cuatro» en 1981, este último con tapa del pintor argentino Pérez Celis y el prólogo a cargo del mismísimo Spinetta.
“Conozco a Vilas desde una templada noche de 1976”, dice la primera frase del elogioso prólogo del Flaco, escrito en septiembre de 1981. Y más adelante agrega una reflexión que de algún modo anticipan la vocación compositora del marplatense, un luchador en cualquier terreno: “Yo diría que estas poesías tienen la enorme verdad de un guerrero de la derrota y del triunfo en serio, a quien celebro más apto para la discusión de la autenticidad que aquellos que se han reencontrado innumerables veces con su poeta de turno, al cual ni siquiera han oído en verdad, y de vez en cuando se lanzan, birome en mano, a la cremación del cuerpo de la poesía, sólo emulando la derrota de su tino”. 100% Spinetta, damas y caballeros.
MATCH POINT – GRABACIONES. En 1989, a los 37 años, Vilas finalmente se retira de la competición profesional (volvería brevemente en 1992) y decide volcarse de lleno a su otra pasión: la música. Y a pesar de que siempre se había confesado como fan del rock, su primer larga duración estaría sorpresivamente ligado a la música house (!)
“MilNueveNoventa”, tal el nombre del disco, lo mostró compartiendo micrófono con su por entonces pareja Michelle Tomaszewski en un experimento bailable producido por Bernardo Bergeret, quien en la misma época llevaría al estrellato a proyectos con cierta similitud estilística como The Sacados y Jazzy Mel desde su radio Z 95, una de las primeras en promover la música electrónica en Argentina; sin ir más lejos, Vilas llegó a presentar este disco en vivo en la “Buenos Aires Warehouse Party”, un festival de música electrónica armado por la radio en el Estadio Obras… Si bien el disco tuvo cierto alcance y vendió decentemente (las malas lenguas dicen que fue el propio Vilas el que hizo subir las ventas, comprando centenares de unidades de su propio trabajo), a Guillermo siempre le había quedado picando la idea de formar un grupo de rock.
El sueño finalmente se cumplió en 1992 cuando Willy armó Dr. Silva (Silva = anagrama de Vilas, claro), un proyecto que lo juntó con tres ex miembros de Plus, la legendaria banda de hard rock de los 70: el guitarrista Julio Sáez, el baterista Cacho Darias y el bajista Hugo Racca. Con Sáez (actual manager del Indio Solari y que también había colaborado en el debut de 1990) como coequiper, el disco lanzado por el cuarteto, si bien mostraba algunas buenas intenciones rockeras más allá de su único semi hit “Delfi I Love You” (inspirado en una avioneta que sobrevolaba la playa mientras dejaba la estela con la frase del título a su paso), no fue tomado muy en serio que digamos, aunque convengamos que títulos como “Susi Liconas” o “Sexo En Tu Escote En V” no ayudaban demasiado.
El último trabajo discográfico del Gran Willy en el mundo de la música fue “Guillermo Vilas”, editado en 1998, un álbum muy poco difundido que fue lanzado por el mismo tenista de forma independiente y que incluye un tema dedicado a su archirrival y gran amigo, el sueco Björn Borg, que incluye la particular frase “quisiera darte una mano, pero necesito las dos” (¿?)… Tal como vimos, ya sea que prefieras un estilo ofensivo rockeándola pegado a la red o bien contragolpeando con música house desde la línea de fondo, la carrera musical de Guillermo tiene una opción para vos. ¡Es solo cuestión de elegir la superficie adecuada!
Baterista frustrado, docente y periodista especializado en cultura y espectáculos. Conduce el programa La Isla de los Monos por Radio El Parque y ha colaborado en Rock.com.ar y las revistas Efecto Metal y Mala Difusión. Mantiene su blog Film Song (www.film-song.blogspot.com) desde 2005
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