ANIVERSARIOS: A 35 AÑOS DE “DONE WTH MIRRORS”, EL REGRESO -SIN MUCHA GLORIA- DE AEROSMITH

Aerosmith es una de las pocas bandas en la historia del rock que puede dar fe de que la vida, efectivamente, da revancha. Convertidos en uno de los grupos más importantes de la escena norteamericana de los 70 gracias a álbumes clásicos como “Get Your Wings”, “Rocks” y “Toys In The Attic” que influyeron a varias generaciones de rockeros, el sueño de Aerosmith casi llega a su fin a principios de los 80 entre peleas, separaciones y montañas de cocaína. En 1985 los planetas se alinearon para que la banda volviera a los primeros planos con su formación original, pero el disco “Done With Mirrors” no cumplió con las expectativas y el quinteto solo pudo resurgir dos años después con el megaexitoso “Permanent Vacation” y una colaboración con los raperos Run DMC. A 35 años del éxito que no fue, en MADHOUSE te contamos la historia detrás de “Done With  Mirrors”, ¡así que péinense y pónganse lindos que ahí vamos!

POR CAMINOS SEPARADOS. A mediados de los 80, Aerosmith estaba transitando la inevitable resaca producto de los antológicos excesos de la década anterior. Es que el quinteto de Boston había probado en carne propia el axioma sexo, droga y rock and roll desde sus inicios en 1970, y había pagado caro el precio de la fama, rompiendo en el camino el vínculo entre sus dos pilares: los Gemelos Tóxicos Steven Tyler y Joe Perry. Ambos habían seguido sus caminos por separado desde que, tras una pelea que involucró drogas, discusiones entre esposas y revoleo de vasos, el guitarrista decidió largar Aerosmith y encarar un emprendimiento solista de mediano éxito en 1979: el Joe Perry Project.

Tyler, por su parte, reemplazó a Perry con el sesionista Jimmy Crespo y sumó posteriormente en la segunda guitarra a Rick Dufay en lugar del también renunciante Brad Whitford quien decidió subirse al bote salvavidas antes de que el barco se hunda. «Rock In A Hard Place», el disco con la nueva formación, cayó en picada en paralelo a la salud del cantante quien ya había colapsado sobre el escenario en pleno show en Portland y casi se mata con su motocicleta unas semanas después… Y si bien el Joe Perry Project (reforzado con Whitford en segunda guitarra) había logrado sacar tres discos de moderado suceso, vivir a la sombra del pasado se le hacía cada vez más difícil al guitarrista.

 Quizás haya sido el calor de hogar o el influjo de San Valentín, pero lo cierto es que la llegada de lo que quedaba de Aerosmith a Boston el 14 de febrero de 1984 sería el puntapié inicial para la esperada reunión del quinteto original, con Perry y Whitford reuniéndose tras bastidores con sus ex compañeros. En la biografía “Aerosmith: The Fall and the Rise of Rock’s Greatest Band” de Martin Huxley, Tyler definía el reencuentro de la siguiente manera: “Deberían haber sentido el murmullo en el momento en que los cinco nos reunimos en la misma habitación por primera vez. Todos nos echamos a reír, era como si los cinco años nunca hubieran pasado. Sabíamos que habíamos hecho lo correcto».

Tyler y Perry: enemigos íntimos

DE VUELTA AL RUEDO. El próximo paso a seguir era obviamente una gira reunión, que se llamó “Back In The Saddle Tour”  y comenzó el 22 de junio de 1984 en Concord, New Hampshire. Si bien los conciertos fueron muy concurridos, el tour no estuvo exento de incidentes, en su mayoría atribuidos al abuso de drogas por parte de los miembros de la banda. Eso no impidió que el quinteto firme con Geffen Records para comenzar a trabajar en su esperado regreso discográfico… Con ese objetivo en vista, el quinteto se dirigió con su nuevo productor Ted Templeman (encargado de llevar a Van Halen al tope de los rankings) a los estudios Fantasy en Berkeley, California para su octavo trabajo de estudio “Done with Mirrors”, literalmente “Hecho Con Espejos”, frase que hace referencia a una ilusión óptica con espejos, de esas que hacen los magos, y que también apela al concepto del vidrio que sirve como base para pelar las lineas de cocaína… Los muchachos habían perdido algo de su prestigio, pero no las viejas costumbres.

En una entrevista con Geoff Edgers para el Washington Post en 2016, el productor recordaba: “La pasé muy bien haciendo ese disco, y Steven era uno de los tipos más increíbles. Pero tuvimos que trabajar en Berkeley porque no quería que los muchachos estuvieran en Los Ángeles o San Francisco y se perdieran con las drogas. La cosa es que en Berkeley no estaba familiarizado con la mesa de grabación. Como productor, si conocés tu sala y los preamplificadores de micrófono, sabes cómo van a sonar las cosas. Por eso no creo que haya logrado que la batería de Joey o la guitarra de Joe sonaran tan bien como podrían». De todos modos, la banda no tuvo tan buen recuerdo del proceso de grabación. En ese sentido, el baterista Joey Kramer dijo que la banda «realmente nunca lo terminó»; mientras que para Joe Perry las cosas tampoco resultaron muy satisfactorias que digamos: “en lo que a mí respecta, es nuestro disco menos inspirado. Pero he escuchado que a los fans les gusta mucho, así que no les diré ‘apesta’… Tuvimos que hacer ese disco para llegar al siguiente, así que cumplió su propósito. Simplemente no creo que esté a la altura de algunos de nuestros otros trabajos».

DEJA QUE LA MÚSICA HABLE. “Done With Mirrors” salió finalmente a la venta el 9 de noviembre de 1985 y, a pesar de recibir algunas críticas positivas, alcanzó el status de Disco de Oro y logró el puesto 36 del ranking de Billboard. El primer corte fue «Let the Music Do The Talking», una reversión de un tema originalmente grabado por el Joe Perry Project y lanzado en 1980 en el álbum del mismo nombre. A pesar de que el video mostraba a la banda original reunida en un show en Boston luego de varios años de ausencia, el single solo alcanzó el puesto 18 en el Mainstream Rock Tracks de Billboard.

Si bien el álbum estuvo lejos de cumplir con las expectativas comerciales, sin dudas fue el puntapié para que Aerosmith no solo recupere la gloria perdida, sino que además logre posicionarse ante un nuevo público. El primer paso fue la aparición de Tyler y Perry en la versión de Run D.M.C. de «Walk This Way», una de las primeras fusiones entre rock and roll y hip hop. El cover fue un éxito, llegando al número 4 en el Billboard Hot 100 y resucitando la carrera de Aerosmith, al presentar la música de la banda a una nueva generación.

Faltaba el último peldaño para poder retomar la gloria pasada: la grabación de un nuevo disco, pero esta vez sin (tantas) drogas de por medio. Para esto, en 1986, Tyler completó un exitoso programa de rehabilitación tras la intervención de sus compañeros de la banda, un médico y el manager Tim Collins, quien creía que el futuro de la banda no sería brillante si Tyler no recibía tratamiento a tiempo. A su vez, el resto de los miembros del grupo también completó programas de rehabilitación en el transcurso de los siguientes dos años. Todo estaba listo para el golpe definitivo… cuyo desarrollo dejaremos para otra ocasión. Mientras tanto, te invitamos a recorrer nuevamente el disco, sin espejos ni trucos… ni necesidad de pasarse de la raya.

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