ENTREVISTAS: CON JAF: “HACE 47 AÑOS QUE TOCO LA GUITARRA, Y NO VOY A TORCER MI CAMINO”

Reconocido como una de las voces más características del rock argentino, Juan Antonio Ferreyra viene transitando los escenarios locales desde hace más de cuatro décadas, con 13 discos de estudio como solista además de haber integrado Riff y colaborado en infinidad de proyectos. Refugiado en su bunker del porteño barrio de Monte Castro, Juan recibió via zoom a MADHOUSE para hablar de sus inicios, la dura vida del artista en pandemia, su inolvidable paso por Riff y su sólida carrera solista. Los interesantes resultados… a continuación

Tenemos que empezar por la pregunta obligada: ¿cómo te viene tratando la pandemia?

Yo laburo mucho solo, viajo solo con la viola y cuando a mediados de marzo me dijeron que tenía que quedarme en mi casa, me sorprendí mucho, como muchos argentinos y ciudadanos de otros países, porque este tipo de cuarentena declarada legalmente no se daba desde hacía muchísimo tiempo, desde la epidemia de polio en los 50, después no se tuvo noticias de algo así. Y si bien es una medida preventiva para evitar el contagio, tiene efectos colaterales: no podés laburar, no podés ver a tus seres queridos, no podés hacer tus actividades predilectas… y eso por mucho tiempo te comienza a lastimar emotivamente, aparte de que la inactividad no es buena para el ser humano. Todo esto da como resultado un montón de gente que no está conforme.

Es una situación muy difícil…

Y a mí me vienen a la cabeza algunas cosas: todos deberíamos ser dueños de todo, así no habría faltante de nada… si los que están arriba bajan al medio y los de arriba subiesen, nos encontraríamos todos en una franja central en donde nadie tendría ningún faltante. Pero si hay dos manzanas, una para vos y otra para mí, y yo me como la tuya porque soy más fuerte que vos…

DE LAS RUTAS A LAS REDES

Fuiste uno de los primeros artistas locales en hacer vivos en redes e interactuar con tu público…

El 2019 fue un año malísimo económicamente para todos, pero aun asi hice 155 shows, hice 65 mil kilómetros en auto… ¡He llegado a hacer 90 mil! Y eso lo logro gracias al apoyo de mis fanáticos. Por eso quise mantener el contacto con ellos en todo este quilombo infernal porque me hace mucho bien, así que empecé a tocar en mis canales de Instagram y Facebook todos los miércoles; y se sumó mi hija Virginia, que es una artista ya bien posicionada, los días sábados. Y la gente se copó mucho

También hiciste un show en streaming con tu banda, es decir con Pablo Santos y Beto Topini con quienes venís tocando hace años: ¿cómo fue ese reencuentro?

¡Los que nos vieron concuerdan en que estábamos re copados entre nosotros! Totalmente oxidados pero contentos (Risas). Pero pusimos toda la carne al asador y la gente lo notó. ¡La pasamos muy bien!

¿Como ves la experiencia del streaming?

No termina de funcionar. No solo para mí, sino también para otros artistas. Es algo muy nuevo y la gente no lo termina de entender. En algunos casos puede paliar la situación, pero tiene que ser en vivo, en directo y en tiempo real. Todos esperamos que nos den luz verde para volver a lo que estábamos acostumbrados

JUAN ANTONIO SE HACIA LLAMAR

Vayamos a la época en donde recorrías el circuito de pubs con la Banda Marrón en los 80: ¿qué recordás de esos tiempos en donde tenías que conquistar al público que no te conocía cada noche?

Estoy por cumplir 63 años, y a los 15 empecé a dar vueltas por el circuito. Empecé por lo bares de Ituzaingó, lugar donde viví hasta los 20 años; toqué en la zona de cabarets de la calle 25 de mayo en el Bajo… ¡iba a tocar y me garpaban, no lo podía creer! Tuve un montón de bandas y nombres: La Máquina Infernal, Juan Antonio, Johnny White, Grupo Mirage, Grupo Thor…

O sea que arrancaste de muy chico…

Cuando me mudo de Ituzaingó a Capital, empiezo a ver un movimiento fuertísimo de pubs y café concerts como nunca en mi vida volví a ver… ¡llegue a hacer 65 shows por mes! Y todos los músicos de mi edad hacíamos eso. Hasta que empezó a circular la cocaína, he visto muchos tipos salir con las patas para adelante por la cocaína. ¡Se consumía como si fuese agua mineral! Nadie nos había informado de nada y por eso se pudrió todo el ambiente.  Y fue a partir de ahí que con la Banda Marrón empezamos a producir nuestros propios shows y nos empieza a ir muy bien. Hasta que en octubre del ‘85 me vienen a buscar Pappo y Vitico para que me sume a la banda número 1 del momento: Riff.

Uno de los problemas de la época era la falta de oportunidades para grabar. ¿Hubiese grabado algo La Banda Marrón si no hubieras recbido ese llamado en el medio?

Quizás en algún momento por peso propio hubiese llegado, pero creo que nos faltaba uno o dos años más para hacer un disco de la gran siete. En esa época tenía 27 años y había un montón de cosas de grabación y de sonido que no sabía. Con la Banda tocábamos entre 2 horas y 2 horas y media; zapadas infernales donde la gente se enfermaba.

Y ahí viene el llamado de Pappo y Vitico…

Y ahí grabo “Riff VII” que hizo que la gente me conozca aún más, y que pueda mostrarme como cantante, ¡no como guitarrista porque ya había un primer violero! Y también me mostré como compositor, porque cuando entro a la banda, ellos tenían seis temas, y me pidieron uno. Entonces les muestro “El Vendedor” que después sería “Apiádate De Él, Señor” ¡Y tenía muy poco tiempo porque había que grabar ya! Entonces  El Carpo me pide un tema más, y yo tenía uno,  pero creía que no iba con una banda como Riff. Pero Pappo y Víctor me dijeron: “dale para adelante, así por lo menos llegamos a ocho temas”. Así que se los mostré y quedó…

¡Nada menos que “Elena X”!

Un tema que es súper especial, porque es la única balada en la historia de Riff. Y aparte es un tema que no canta Pappo. Y empezaron a surgir muchos comentarios: “No es Riff, porque no canta El Carpo”… “Es Riff, pero canta este tipo que se llama JAF”. Y ahí empezaron a nombrarme sin parar. Inmediatamente después de grabar fuimos a “Badia Y Compañía”, un programa que me encantaba porque se tocaba en vivo y era algo que jamás hubiese imaginado con La Banda Marrón.

Comenzó una época de mucha exposición…

En diciembre del 85 hicimos dos Obras llenos, con 6000 personas cada uno quedando gente afuera. Y además, una gira enorme por todos lados que duró diez meses

Y ahí te vas…

¡No aguantaba más! Quería tocar la guitarra y tampoco me gustaba el ambiente tan pesado… ¡Pero pesado al pedo! Y eso generaba situaciones que nos cerraban puertas de laburo.

Moro se quejaba de lo mismo…

¡Moro aguantó menos que yo! ¡Se fue a los ocho meses! (Risas)

A VARIOS KILÓMETROS DE RIFF

Cuando te vas de Riff, ¿por qué decidís lanzarte como solista y no formar una banda nueva, por ejemplo?

Después de la experiencia de Riff decidí hacerme cargo de todos los errores y aciertos en mi carrera. Y la única manera era mostrar mi jeta y decir: “soy Juan Antonio Ferreyra”. Era la única manera de que el púbico conozca la verdad con respecto a mí  persona. Y creo que fue una buena determinación.

Y con tus primeros discos tenés un éxito tremendo con temas como “Todo Mi Amor” y  la versión de “Maravillosa Esta Noche”, pero a la vez te empezaban a reclamar que repitieras esa fórmula…

Mi carrera andaba muy bien, vendía muchos discos, iba a los programas de TV más vistos… y en esa época sale “Romance”  el disco de boleros de Luis Miguel, que fue un éxito total porque es un cantante fenomenal. ¿Y que me propone la compañía? Me dicen: “¡Juan, a la miércoles con tus temas, hagamos un disco como ‘Romance’ que vendemos como locos!” ¡Y les dije que no!

No te pudieron convencer…

Me invitaron a cenar, me compraron el mejor whisky, ¡hasta me compraron una campera! (Risas) ¡Cómo voy a hacer “Romance” si todo el mundo se va a dar cuenta que lo estoy haciendo para ganar guita! Porque para mí, antes que la guita está el hacer un laburo digno, porque entonces la guita va a ser una consecuencia de un buen trabajo. Hace 47 años que toco la guitarra, ¡no voy a torcer mi camino! ¿Cómo se puede concebir que pueda desviarme tanto? ¡Después no encontrás más el rumbo…! Prefiero tener un kiosquito, pero vender siempre lo mismo.

En 1997, con el disco “7” te lanzás como artista independiente y dejás de tener el apoyo de una compañía. ¿Cómo fueron esos tiempos?

¡Hacer ese disco fue terrible! Era un momento muy feo del país y por primera vez en mi vida me tuve que endeudar, y tarde mucho en recuperarme. ¡Fue desastroso! En el 2002, me fui a  EE.UU. a ver qué podía hacer, porque acá la cosa estaba muy fea. Y allá justo estaban con el tema de las amenazas con bombas químicas y todo eso… Y mis hijos eran chiquitos, así que me volví.

OLVIDANDO DIFERENCIAS

Viniendo más acá en el tiempo: me sorprendió gratamente tu regreso a Riff en 2018. ¿Cómo fue estar de nuevo en una banda?

¡Me gustó! Víctor me vuelve a llamar como en aquel octubre del ’85. Porque a mí con la Banda Marrón me fueron a ver Pappo y Víctor, pero el que me llamó al otro día fue Vitico. Y ahora me volvió a llamar y me dijo: “Vamos a armar Riff, ¿por qué no te venís a cantar con nosotros?” Y le dije: “OK”. Fue muy sencillo

Y pudieron recomponer la relación…

En el pasado pasaron cosas que dieron vueltas por todos lados (N: se refiere a un video que se volvió viral, en el que Vitico quema un volante de un show de Juan). Yo después de haber vuelto a verlo, creo que se equivocó y que realmente no tenía nada en contra mío. Entonces cuando él me vuelve a llamar, le digo que sí porque es algo que creo que está bien. Y le cayó bien a muchísima gente. Y si a tanta gente la hizo feliz, quiere decir que no estaba mal hecho. La reunión fue un momento para juntarnos a tocar esas canciones que son tan lindas. ¡Son magníficas! (N: Agarra la guitarra y canta un fragmento de “Ex Terminador”) ¡Los temas de “Riff VII” me siguen gustando a  morir! Me encantan. Y además de los temas de ese disco hicimos “Ruedas De Metal” “Pantalla Del Mundo Nuevo” y “Susy Cadillac” que eran los que yo conocía de ellos por la radio.

¿Volverías a tocar con Vítico si te vuelve a llamar en un futuro?

La puerta siempre está abierta para volver a hacer algo, porque a la gente le gusta. Y tocar con Víctor es un placer. Tiene una mano derecha espectacular. Tiene una firmeza, un pulso, una ejecución, una digitación y un audio únicos. Riff tuvo muchos pilares y uno de los más grandes fue el bajo de Víctor. Es un audio que viene desde la época de Noel Redding (N: bajista de Jimi Hendrix), que sonaba como un motor. Así suena Víctor y se mantiene intacto a su edad

La del estribo: ¿que se viene en el futuro inmediato?

¡Se vienen tres fechas en noviembre! El sábado 7, en un teatro vacío en Glew que va a salir en streaming; el sábado siguiente, el 14, en la 6ta edición del Abbott Rock; y por último, el 20/11 en el autocine de Canning. Así que saludos a todos,… ¡y nos vemos en la MADHOUSE!