INFORMES - VIENTOS DE LIBERTAD, SANGRE COMBATIVA: 15 DISCOS DE ROCK ALTERLATINO QUE ROMPEN TODO

Rompan Todo”, el controvertido documental de Netflix estrenado hace unos meses, instaló el debate acerca del rock latino, un término que engloba desde la mezcla psicodélica de Santana hasta la mixtura de la música urbana con la caribeña en la última década. Pero durante los 90, el término alterlatino sirvió no solo para etiquetar comercialmente un sonido sino también para agrupar a varias bandas disímiles, pero que contaban con ciertas pautas en común. Para vos que andás diciendo que hay mejores y peores, en MADHOUSE te presentamos 15 discos alterlatinos indispensables

PRIMERO LAS INFLUENCIAS. Si bien la génesis del rock latino se remonta a tiempos de “La Bamba” de Ritchie Valens (o Ricardo Valenzuela como reafirman sus descendientes) y vive como momento de consagración la actuación de Santana en el Festival de Woodstock, la característica principal del sonido alterlatino fue la fusión entre la sonoridad del rock, la postura rebelde del punk y la cadencia bailable de los ritmos tropicales, todo sazonado con reggae y ska. Antes de arrancar con el conteo, repasemos entonces algunos discos que funcionaron como influencias principales de la movida.

THE CLASH – “Sandinista!” (1980): Desde la postura ideológica hasta la fusión musical, el cuarto álbum de los Clash marcó una clara influencia a la hora de brindarle contenido al movimiento alterlatino con canciones como “The Magnificent Seven” o “Charlie Don’t Surf”

BOB MARLEY AND THE WAILERS – “Exodus” (1977): Si a fin de cuentas el reggae es un género caribeño y Bob Marley una estrella del tercer mundo, es innegable que el ADN jamaiquino se filtre en varios de los discos del movimiento. Desde la contundencia de “Jamming” hasta el romanticismo de “Wait In Vain”, las diez canciones del disco pegaron fuerte a la hora de influenciar el sonido de las bandas latinas de los 90.

MANO NEGRA – “Puta’s Fever” (1989): De no haber sido por los franceses, probablemente este informe no existiría. Es que la banda de Manu Chao no solo derribó prejuicios y fusionó sonidos y culturas, sino que con temas como “King Kong Five” y álbumes como “Patchanka” (1988) convirtieron las discotecas europeas en clubes de baile latinos.

PAUL SIMON – “Graceland” (1986): El séptimo disco de estudio del ex Simon And Garfunkel no solo lo posicionó nuevamente dentro de los rankings sino que además puso en el candelero a la world music, un género que mezclaba sonidos de diversas partes del mundo, Latinoamérica incluida. Tanto el tema que titula la placa como el hit “You Can Call Me Al” muestra una gran presencia percusiva, algo que sería relevante en el sonido alterlatino.

DAVID BYRNE – “Rei Momo” (1989): En su debut solista, el ex Talking Heads decidió abrazar de lleno la música latinoamericana, contando incluso con la presencia de los salseros Willie Colon y Celia Cruz, algo fundamental para derribar las barreras entre géneros y acercar el rock a otras músicas.

Y AHORA Sí… ¡LOS ELEGIDOS!

LOS FABULOSOS CADILLACS – “Rey Azúcar” (1995): Si bien es cierto que desde “El Ritmo Mundial” de 1988 -especialmente- la banda de Flavio Vicentico se interesó por los sonidos latinos para sumar a su bagaje de ska y new wave, este séptimo álbum de estudio tuvo la particularidad de ser producido nada menos que por Tina Weymouth y Chris Frantz de Talking Heads, lo que le brindó no solo notoriedad internacional sino la posibilidad de codearse con algunos de sus ídolos: Mick Jones de los Clash que colabora en el mega hit “Mal Bicho” y Debbie Harry de Blondie que suma su voz al cover Beatle “Strawberry Fields Forever”. Imprescindible para entender los 90 en America Latina al calor de las lecturas de Galeano y las remeras del Che.

TODOS TUS MUERTOS – “Dale Aborigen” (1994): Como suele pasar en el rock, el tercer disco suele ser el definitivo para cualquier banda,. Y eso fue lo que ocurrió con el tercer opus de los Muertos en el que a su habitual dosis de punk corrosivo le sumaron reggae, percusión latina y misticismo tribal con gemas como “Mate”, “Andate” y el megahit “Trece” (Sí, ¡qué te parece!)

CAFÉ TACUBA – “Re” (1994): Si bien en territorio mexicano Café Tacuba ya había dado que hablar con su debut autotitulado de 1992 producido por el inefable Gustavo Santaolalla, fue con su segundo opus (también a cargo del ex Arco Iris) que conquistaron el mercado latino gracias a una gran paleta de sonidos que nunca hacen perder de vista la importancia de la canción. A pesar de estar lleno de hits inconfundibles como “Las Flores” y “El Ciclón”, la desfachatez punky/mariachi de “La Ingrata” (canción que dejaron de interpretar en vivo en 2017 y que posteriormente regrabaron en «versión feminista» en 2019, con letra de Andrea Echeverri de Aterciopelados) se lleva la palma.

LA PORTUARIA – “Devorador De Corazones” (1993): Luego de la experiencia de Clap en los 80, Diego Frenkel, Christian Basso y Sebastián Schachtel deciden volcarse de lleno a la world music en La Portuaria, banda inspirada en la variedad de sonidos que llegaban al puerto de Buenos Aires. En su tercer disco, la banda le pone un poco más de acid jazz a su world beat, resultando en un disco consagratorio gracias al impacto de “Selva” y su rrrruido de animales salvajes.

ATERCIOPELADOS: “El Dorado” (1995): Esta banda colombiana surgida desde las entrañas mismas del under bogoteño tiene sus raíces en La Pestilencia, un combo hardcore punk fundado por el bajista Héctor Buitrago, quien se asocia con su por entonces pareja Andrea Echeverri. En este, su segundo disco, el grupo le suma a todo ese bagaje under una importante dosis de folklore colombiano, que sumada al carisma de Echeverri y las letras intimistas que se alejaban del cliché de la época dieron como resultado “Bolero Falaz”, el megahit que los catapultó a la fama

MALDITA VECINDAD Y LOS HIJOS DEL QUINTO PATIO – “El Circo” (1991): Surgidos a mediados de los 80 como un colectivo musical que buscaba fusionar el rock con los ritmos populares del DF mexicano, Maldita Vecindad logró darle contenido a su fórmula en su segundo trabajo “El Circo” donde la mano del productor (cuándo no) Gustavo Santaolalla logra darle mayor prolijidad a su sonido. Entre versiones de Juan Gabriel, capas de percusión y arreglos de vientos, parecen darse la mano el rock alternativo californiano con ritmos como la ranchera y el jarocho en el imbatible hit “Pachuco”.

ILLYA KURYAKI AND THE VALDERRAMAS – “Chaco” (1995). Otro tercer disco que resultó exitoso, en este caso para el combo de Dante Spinetta y Emanuel Horvilleur, quienes de a poco iban dejando de lado su rap a la Beastie Boys para ir sumándole funk, R&B y soul con jerga latina, que nos legó palabras como groova, vato y clica (¿?)

MOLOTOV – “¿Dónde Jugarán Las Niñas?” (1997): Ya para mediados de los 90 la movida alterlatina se estaba volviendo algo previsible, por lo que la llegada de Molotov se encargaría de ponerle (ya desde el título del disco que se burla del “¿Dónde Jugarán Los Niños?» de Maná) un poco de humor e incorrección política al asunto. Y también mucho de hip hop por cierto, tal como lo muestran los descarados hits “Puto”, “Voto Latino” y “Gimme The Power”

LOS TRES – “La Espada & La Pared” (1995): En un mercado copado por las bandas argentinas y mexicanas, se les hizo difícil a los grupos chilenos más importantes del momento –La LeyLos Prisioneros Los Tres– meterse dentro de este listado. Los liderados por Álvaro Henríquez ganaron la pulseada, no solo por su elegante rock con influencias clásicas sino por contar con un gran hit como “Dejate Caer”, y “All Tomorrow’s Parties”, un excelso cover de Velvet Underground

PLÁTANO MACHO –  “The Perro Convention” (1998). Paradójicamente, el auge del rock alterlatino en los 90 encontró a la escena uruguaya en un momento de transición entre la camada surgida post dictadura militar a mediados de la década anterior (Buitres, Níquel y El Cuarteto de Nos) y la que llenaría estadios en Argentina a partir de los 2000 (con La Vela Puerca No Te Va Gustar como referentes). Justo en el medio y como una gema perdida, quedó el único disco de esta banda formada por futuros integrantes de Bajofondo Tango Club que combinaba hábilmente el hip hop con una buena dosis de rock y funk.

LOS AUTENTICOS DECADENTES – “Mi Vida Loca” (1995): Para su cuarto disco de estudio, el combo de Cucho Parisi El Perro Viejo Serrano ya habían aceitado hasta casi el punto de la perfección su fórmula fiestera. El resultado no solo los posicionó vía MTV por fuera de las fronteras argentinas, sino que les brindó una catarata de hits que siguen sonando hasta el día de hoy: “Corazón», “El Murguero”, “El Pájaro Vio el Cielo Y Se Voló”, “Diosa” y la grandiosa “La Guitarra”.

PUYA – “Fundamental” (1999): Ya sobre el cierre del milenio y del auge del rock alterlatino, apareció el segundo álbum (primero para una multinacional) de estos portorriqueños que combinaban con eficacia ritmos tan disímiles como el heavy metal, el punk, la salsa (¡!) y el jazz. El resultado: es fundamental disfrutarlo

CAIFANES – “El Nervio Del Volcán” (1994): A pesar de contar en su haber con tres álbumes exitosos en su México natal, fue recién con “El Nervio…” que la banda de Saúl Hernández llegaría al reconocimiento internacional, logrando incluso telonear a los Rolling Stones en sus conciertos en el DF, de la mano del hit “Afuera”, cuyo videoclip fue archidifundido por la cadena MTV Latino

BERSUIT VERGARABAT – “Libertinaje” (1999): Polémicos y controvertidos desde su nacimiento, el combo por entonces liderado por Gustavo Cordera estaba a punto de desintegrarse antes de caer en las manos de (¡otra vez!) Gustavo Santaolalla, que profundizó la búsqueda sonora latina del grupo (enfocada en el candombe y la cumbia) agregándole actitud combativa y prepotencia rockera como lo demuestran los hits “Yo Tomo”, “Se Viene” y el incendiario cover de “Sr. Cobranza” de Las Manos de Filippi

LOS RABANES – “All Star Volumen II” (1997): Teniendo en cuenta sus raíces culturales, es impensable que una banda de rock panameña no incluya alguna relación con ritmos como el calypso, el bolero y la salsa. Pero nadie ha sabido mezclar esos estilos con el rock y el punk del modo en que lo hacen estos oriundos de la provincia de Herrera, en un maridaje que en este segundo álbum incluyó la presencia del héroe local Rubén Blades.

BONUS TRACK: ALEGRIA TAMBÉM É BRASILEIRA

OS PARALAMAS DO SUCESSO – “Paralamas” (1991): Una escena tan particular como la brasileña, con una historia tan rica como la argentina o la mexicana, no pudo colarse dentro de lo que se denominó alterlatino en los 90 a pesar de que fronteras adentro el movimiento brock fue masivo. Y si bien durante la era MTV Brasil contó con exponentes locales como Skank, Mamonas Assassinas y Raimundos que tranquilamente podrían haber conquistado el mercado latinoamericano con su rica propuesta, la banda con más proyección fueron Os Paralamas Do Sucesso (rebautizados para la ocasión solamente como Paralamas), quienes haciendo base en Argentina lanzaron un compilado con versiones en español de sus grandes éxitos que rompió los rankings a principios de los 90.

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