ENTREVISTAS - CON RUDY SARZO Y RICCARDO DE LA CUESTA DE ANIMA INSIDE: “NUESTRO MENSAJE ES EL DE UNA LATINOAMÉRICA UNIDA”
Con más de 15 años de carrera, los ecuatorianos de Anima Inside son una de las bandas más importantes de la movida metalera latinoamericana con proyección internacional. En esta nueva etapa, su líder Riccardo De La Cuesta decidió sumar al proyecto a un combinado de estrellas latinoamericanas, que incluyen a Rudy Sarzo – el célebre bajista de bandas como Quiet Riot, Whitesnake, Dio y Ozzy Osbourne – para el lanzamiento del single “Prophets Word”. Tecnología mediante. hablamos con Rudy desde Los Angeles y con Riccardo desde Quito, sobre la identidad latina, la escena rockera internacional y sus planes para el futuro. ¡Así que hacele un favor a tu salud metálica y acompañanos!
Riccardo, venís trabajando en Ecuador junto a Anima Inside desde hace mucho tiempo. ¿Cómo surge esta nueva etapa del grupo donde colaboran músicos internacionales?
Riccardo: Ya con Anima venimos trabajando desde hace mucho tiempo, ¡Ha sido un viaje espectacular! Una persona de nuestro management en Los Ángeles nos presentó a Rudy y al poco tiempo nos contactamos con Fernando (N: Scarcella, baterista de Rata Blanca). Y con Tonio (N: Ruiz, de los mexicanos Coda) y Marcelo (N: Barbosa, guitarrista de Angra) somos amigos desde hace mucho tiempo y siempre nos encontrábamos y hablábamos de hacer algo en conjunto, pero nunca podíamos por temas de agenda. El contacto con Angra viene de la época en la que grabamos nuestro primer disco en Brasil, justo en el mismo estudio donde estaban ellos Muchas cosas nos unían, tenemos mucho en común. Y ahora con esta situación de pandemia se me dio por hablar con todos estos amigos para hacer este tema, “Prophets Word”.
¿Qué se siente compartir proyecto con Rudy?
Riccardo: Para mí es un honor gigante contar con una leyenda como Rudy Sarzo, que es un excelente ser humano y un excelente músico. Lo conocí en esa alineación espectacular que tuvo Ozzy Osbourne con ese gran guitarrista que fue Randy Rhoads
Rudy, por tu parte, ¿qué desafío implica para alguien con tu trayectoria este proyecto?
Rudy: Para mí como latinoamericano, nacido en Cuba, siempre es una ocasión especial poder compartir proyectos con otros músicos latinoamericanos. Y tampoco anteriormente había tenido muchas chances de plasmar este tipo de colaboración en un disco. ¡Me encanta tocar para el pueblo latinoamericano!
¿Qué nos pueden contar de “Prophets Word”?
Riccardo: Es un tema especial y tiene una idea de unión latinoamericana; de decir “todos somos latinoamericanos”. Lo interesante fue ver cómo cada músico lo hizo suyo, tiene mucho del ADN de cada uno: el punch de Fernando en la batería, el ataque de Rudy en el bajo con ese sonido tan característico, el sonido de guitarra y los solos de Marcelo y de Toño y el aporte de Coqui (N: Tramontana, guitarrista de los peruanos M.A.S.A.C.R.E) y Fabio (N: Laguna, tecladista de Angra y Shaman).
Rudy: Siendo un latino viviendo en EE.UU, entiendo la importancia de cantar en inglés, que es el idioma universal del rock and roll. Porque las bandas de Escandinavia cantan en inglés, los alemanes cantan en inglés, hasta los japoneses cantan en inglés… pero me gustaría que haya alguna versión de esta canción en español en un futuro.
Bueno, ¡es para tener en cuenta el pedido en el futuro, Riccardo!
Riccardo: ¡Totalmente! (Risas) Yo compongo en inglés desde los 12 años porque fue muy fuerte la influencia de la música anglo en mi vida y se dio de manera natural. Y si bien he compuesto en español para otros proyectos, para Anima todo lo que hice fue en inglés. Pero podemos probar hacer una versión en español de “Prophets Word”… El tema tiene varios cortes diferentes porque me gusta mucho la fusión; por eso hay instrumentos andinos, que es algo muy espiritual y muy sensible aquí en la zona andina. Y también hay una parte de un sonido bien metálico, cercano al thrash
¿Y líricamente?
Riccardo: Tiene que ver con que en América Latina hemos sido engañados tanto por estos falsos profetas que son estos políticos que nos han tocado… En ese sentido es una letra un poco fuerte, que puede ser interpretada de varias maneras. Sin embargo el mansaje sigue siendo el de una Latinoamérica unida
Ambos son productores y tienen mucha experiencia en grabación de discos: ¿cómo ven la revalorización que viene teniendo el formato single en las plataformas digitales, que ha dejado atrás la importancia del concepto de Long Play, algo más de la vieja guardia…?
Rudy: Bueno, ¡mi vieja guardia es más vieja que la tuya! (Risas) En mi época solamente existían los sencillos. Y si había un artista que vendía muchos discos, supongamos Elvis Presley, lo que se hacía era sacar una compilación de esos sencillos. Cuando era chico, los tocadiscos tenían diferentes velocidades: 78, 16, 33 y 45 RPM (N. revoluciones por minuto). Con el tiempo el estándar fue de 33 y 45 RPM y a partir de ahí empezó el mundo del Long Play. Y ahí las bandas aprovecharon la libertad que les daba ese formato para componer canciones. Por ejemplo Yes con el disco “Close To The Edge” que ocupa toda la cara A, ¡y la cara B tiene solo dos canciones! Entonces las bandas ya dejaban de estar limitadas a los temas de tres minutos, que era el tope de los discos de 45 RPM. ¡El tiempo perfecto para que lo pasaran en la radio era de 2:49, así podían pasar más anuncios!
Riccardo: ¡Se aprende tanto con Rudy!
Rudy: ¡Es que soy viejo! (Risas)
Rudy, ¿cuál es el secreto para mantenerte tan bien a los 70 años?
Riccardo ¡¿Que comes, Rudy?!
Rudy: ¡Mejor pregúntenme qué no como! ¡Y qué no tomo! (Risas)
Riccardo: De todos modos, y volviendo a la pregunta, los seguidores del rock y el metal tienen ese costado más romántico de querer tener el disco físico y ver la portada, el booklet, conocer cómo fue el proceso de grabación. Pero estamos viviendo tiempos donde hay una sobreoferta y la gente tiene tanto de donde escoger, que lo único que tiene sentido es lanzar sencillos para que tu música sea escuchada. Es cada vez más difícil.
También hay que tener en cuenta que el rock ya no es la música preferida por las nuevas generaciones…
Riccardo: Llevar el rock a las nuevas generaciones es una responsabilidad en conjunto: los músicos y también los medios de comunicación. En América Latina sufrimos de un exceso de difusión de géneros como el reggaetón, que es un fenómeno que ha impactado muy fuerte. No tengo nada en contra de ese género, pero le quita espacio de difusión, no solo al rock sino también a otros tipos de música. La responsabilidad de los músicos es hacer música nueva, fusionarla con otros géneros también, pero la de los medios es abrir esa brecha para que la difusión no sea siempre de los mismos géneros
Rudy, ¿en EE.UU. pasa lo mismo?
Rudy: Pasa en todos lados. Porque ahora el vehículo de difusión es YouTube y eso hace que estemos conectados mundialmente. Y para mí la tecnología lo cambia todo. En los 60 cuando salieron los Beatles y millones los descubrimos por la televisión, yo tenía 13 años (N: Se refiere a la célebre presentación de la banda en el show de Ed Sullivan en 1964). Y me acuerdo que, al otro día, mi maestro nos preguntó por qué creíamos que la música de ellos era tan popular; y le respondimos que era música que nos gustaba, porque era para la juventud, que nos gustaba el ritmo… Y nos dijo: “No, les gusta porque es una música simple”. Y si yo hoy en día pudiese discutir con ese profesor, y pudiese explicarle lo compleja que era en realidad la música de los Beatles, le diría también de la importancia de lo visual en ese hecho. Porque no descubrimos a Los Beatles por la radio, sino que fue por la televisión y pudimos ver no solo a la banda, sino también la reacción que provocaba su música.
Debe haber sido un momento fantástico…
Rudy: En ese momento no sabía que iba a dedicarle mi vida entera a estudiar música. Y hoy en día. el rap es tan popular porque si querés llevar adelante una carrera en el mundo de la música, gracias a la tecnología ya no tenés que pasarte años estudiando ni ensayando, ni tocando en pequeños clubes tratando de conseguir un contrato discográfico, sino que podés hacer una canción en tu computadora, la subes a internet, ¡y ya!
Con el rock el proceso es distinto…
Rudy: Es diferente para una banda de rock. Además, hoy en día los artistas de pop y rap cantan con una melodía limitada porque tenés que mantener un balance con lo que escuchan tus oídos
Por último, Riccardo: ¿qué se viene para Anima Inside en este 2021?
Riccardo: La verdad que fue un lujo contar con tan geniales músicos y nos quedamos con ganas de tocar la canción en vivo. Esperamos poder hacerlo en un futuro cercano. Y también estamos viendo la posibilidad de grabar alguna otra canción más adelante, porque hay muy buena química entre nosotros y eso se siente en el resultado de la canción. ¡Así que los invitamos a escucharla en todas las plataformas!
¡VAMOS, SENTÍ LA CHARLA! A SOLAS CON RUDY SARZO
No podíamos dejar pasar la oportunidad de charlar un poco más en profundidad con Rudy, así que aprovechamos la chance y, como si estuviésemos por descarrilar en un tren loco, le preguntamos rápidamente lo siguiente:
¿Cómo te viene tratando la pandemia? ¿En dónde estás viviendo actualmente?
Vivo en Los Ángeles. Ayer me dieron la primera dosis de la vacuna y en unos días me darán la segunda.
Ahí ya la situación va a ser diferente…
Es que tengo 70 años y por mi edad estoy me consideran grupo de riesgo. Estuve como tres o cuatro semanas en la computadora para inscribirme, hasta que finalmente pude hacerlo.
Acá en Argentina te recordamos con mucho cariño, sobre todo por tu paso como productor discográfico de Logos en el disco “Generación Mutante”.
Eso fue en la etapa en la que tuve mi sello con todas bandas en español. Lo mantuve durante algunos años… hasta que el dinero se gastó (Risas)
Hablás de Sarzo Music…
Así es. En 1995 me pasé un mes trabajando en Argentina con Beto, Miguelito y Adrián (N: Zamarbide, Roldán y Cenci respectivamente) en el estudio El Pie haciendo el disco. Me encantó tener esa oportunidad de estar en Buenos Aires por tanto tiempo.
Y mucho tiempo después, en 2012 volviste para tocar temas de toda tu carrera junto a los músicos de Alakran. ¿Cómo fue ese proyecto?
Fue una idea del manager Peter Deantoni que estaba viviendo acá en Los Ángeles y me dijo: “¿Qué te parece hacer una gira por Argentina y un show en Brasil?”. Y me encantó la idea porque hacía tiempo que no estaba por Latinoamérica. Había estado con Dio por lugares que todavía no conocía, como Costa Rica, Bolivia y Venezuela. Anteriormente también había tocado con Quiet Riot en Perú.
¿Volverías a repetir la experiencia de salir de gira tocando ese repertorio?
En realidad esa fue una ocasión muy especial, porque se trataba de celebrar la memoria de varios de mis compañeros de grupo que habían fallecido: Ronnie James Dio, Randy Rhoads… a lo que le sumamos canciones de Whitesnake donde afortunadamente estamos todos vivos. Y la idea era hacer esa celebración de esas cuatro bandas: Quiet Riot, Dio, Ozzy y Whitesnake, con músicos latinos, algo que para mí era muy importante porque nunca se había hecho antes. Sí había participado en distintos tributos a Randy que se hacen todos los años, pero nunca con una banda con todos músicos latinos.
Hace unos minutos hablábamos con Riccardo sobre la situación actual del rock en el mundo. ¿Cuánto cambió todo desde la época de tus días en Quiet Riot?
Una característica de estos tiempos es que las bandas van de gira con un esquema limitado de días. Cuando yo empecé a tocar con Quiet Riot, la difusión en MTV te garantizaba que por cada nuevo clip pudieses continuar de gira por tres meses. Y si lanzábamos tres videos de un disco, algo que hacíamos con Whitesnake por ejemplo, podíamos estar de gira un año y medio. Los sencillos, pero en formato video, eran parte de la promoción del disco, porque si no eras una banda multiplatino, es decir si no vendías mas de dos millones de copias, no te prestaban atención. Y ahí es donde la avaricia rompió el saco de las disqueras. Había mucha presión por tratar de recrear el éxito del disco anterior. Y muchos fueron víctimas de eso.
La carrera de Quiet Riot en los 80 es un ejemplo de lo que mencionas…
Para tu primer disco te pasas toda la vida preparando las canciones; son años componiendo las mejores canciones de tu vida hasta ese momento. Y cuando llega la hora del segundo disco, estuviste de gira un año, y no tenés tiempo para componerlo. Especialmente hace 40 años, cuando no existía la tecnología para hacer demos mientras estabas de gira. Porque -y lo digo por experiencia- te llama la disquera y te dice: “¡se acaba la gira, vayan al estudio a grabar que tienen que tener el disco listo en seis semanas”… ¡Y es imposible! Por ejemplo en “Metal Health” que llegó al número uno rompiendo los records en ese momento, algunas canciones como “Slick Black Cadillac”, llevaban compuestas casi una década. Porque esa canción es de la época en la que Randy Rhoads estuvo en la banda en los 70. En realidad, después del primer Quiet Riot, la banda se convierte en DuBrow y ahí hacen ese tema. Y después se vuelven a llamar Quiet Riot cuando entro yo antes de sacar “Metal Health”.
Hablando del paso del tiempo y de los colegas que ya no están, hace poco falleció Frankie Banali, tu compañero en Quiet Riot. ¿Cómo sobrellevás el hecho de que el paso del tiempo es inexorable?
Yo lo tomo como una responsabilidad de todos los que nos quedamos. Y esa responsabilidad implica celebrar la memoria de todos nuestros compañeros. Y seguir con la tarea de mantener la música viva, tocándola nosotros, los que participamos en su creación… Eso lo entiendo ahora, pero no lo entendí en su momento cuando perdimos a Randy.
Si tuvieses que elegir un momento de tu extensa carrera, ¿con cuál te quedarías?
Se están cumpliendo 40 años de ese momento en el que, por recomendación de Randy Rhoads, recibí esa llamada de Ozzy para hacer la audición para sumarme a su banda. Y fue algo muy espiritual para mí, porque justo antes de recibir esa llamada, decidí dedicarle mi vida a Dios. Porque antes de eso, yo estaba en el momento más bajo de mi carrera. ¡Dormía en el piso de un cuarto de huéspedes con Kevin DuBrow! En esa época tocaba con él en su banda DuBrow, y con eso pagaba la renta… ¡Así que todo este tiempo ha sido para mí un viaje espiritual!
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