ENTREVISTAS - ANDRÉS GIMÉNEZ DE A.N.I.M.A.L.: “EN ESTOS MOMENTOS, TODOS NECESITAMOS DE UNA CARICIA AL ALMA”

Convertidos en uno de los referentes más grandes del metal latinoamericano a nivel mundial desde la década del 90, A.N.I.M.A.L. resurgió de sus cenizas en 2015 para retomar su carrera, más maduros y con nuevos desafíos. A punto de volver al vivo el próximo 26 de febrero para un show presencial en el Hipódromo de Palermo, aprovechamos para charlar con Andrés Giménez del presente del trío, y también de su carrera de más de treinta años, el futuro de De La Tierra y el reencuentro con su ex compañero Corvata… ¡Así que usá toda tu fuerza para no perderte ningún detalle de la charla que dejamos a continuación!

Horarios cambiados, protocolos, planes que se concretan y otros que se ven interrumpidos. La pandemia cambió nuestras vidas y adaptarnos a los nuevos tiempos que corren a veces tiene sus contratiemposVolví hace cinco días de grabar con De La Tierra”, comenta un cansado Andrés Giménez, totalmente de entrecasa mientras se acomoda frente a la cámara del zoom, merendando mate y galletitas. “Tuvimos que suspender las sesiones a mitad de la grabación porque Andreas no podía viajar desde Brasil… fue un caos. Pero pudimos grabar las bases y en mayo grabaremos todo lo demás: guitarras y voces”La charla arranca así, informal y teñida de los avatares de la moderna normalidad.

Si hay algo que aprendimos es a tener paciencia en estos tiempos…

¡No queda otra!  Por un lado hay que tener respeto de cuidar al que está alrededor, pero también hay un no respeto que tiene que ver con no tenerle miedo a esto que pasa. No hay que tener miedo, porque el miedo paraliza y uno no encuentra nunca la salida. En ese sentido, preferí ser un poco más revolucionario de intentar encontrar la salida en todo momento.

2020 es un año que le contaremos a nuestros nietos: ¿qué balance podés hacer de la pandemia y el aislamiento, cómo lo viviste humana y artísticamente?

Dentro de la parte humana, es importante estar bien emocionalmente para poder realizar todo lo demás. Si estás bien de salud, de la cabeza, de ánimo y de alma, todo lo demás se puede realizar. Si estas apagado todo lo demás es imposible, más allá del contexto que te rodee. En los primeros meses de pandemia me dije: “me voy a abocar a componer para A.N.I.M.A.L. y De La Tierra”, porque tengo un home studio, “y voy a pasar más tiempo en casa con mi familia”. Así que lo primero fue cuidarme y canalizar el tiempo en la música. Pero al pasar los meses todo se convirtió en algo desesperante, a todos les debe haber pasado. Y lo que vas haciendo se vuelve reiterativo y no le encontrás una salida lógica a una vida como la que veníamos teniendo, que no sé si era normal… de hecho era bastante anormal…

Pero por lo menos era a la que nos habíamos acostumbrado…

Cada uno vivía la vida como podía y con un poco más de libertad. Fueron pasando los días y me fui poniendo más nervioso también por la gente que trabaja con A.N.I.M.A.L.: técnicos, asistentes, sonido, promotores. Y me empecé a dar cuenta de que iba para largo. Uno tiene la posibilidad de haber hecho bien las cosas y tener un back up chiquito para poder vivir, pero no pasa solo por uno, sino por un contexto que es una familia. Estar en una banda es como estar en una familia, entonces no está bueno saber que uno puede tener un plato de comida en su casa pero por ahí los demás no. Y también pasé momentos de amargura, de llorar mucho y de tener fe en que iba a llegar el día en que volveríamos a tocar

A.N.I.M.A.L., META POR LOS PALOS

¿Cómo se vienen preparando para este show, nada menos que en el Hipódromo de Palermo?

Es raro, porque no es un show presencial para mucha gente, sino solo para 500 personas que van a estar divididas en cápsulas, con distanciamiento. Es una nueva forma de tocar…

¿Cómo te llevás con los protocolos y las restricciones? Porque una cosa es tocar jazz para poca gente, pero el metal funciona de otra manera…

¡No me imagino cómo va a ser! Pero sé que lo vamos a pasar súper bien porque tenemos muchas ganas de tocar y la gente está ávida de momentos alegres también. Todos necesitamos alegría, y los conciertos son una distracción y un momento de buena energía. Y en estos momentos todos necesitamos esa buena energía, esa caricia al alma, sentirnos felices. Va a ser muy lindo reencontrarse con la gente para disfrutar de un show de metal, pero va a ser raro que no haya mosh o pogo: vamos a tener que empezar a vibrar las cosas de otra forma. Por ahí la energía de ese momento y el amor que se genera en un show puede llegar a ser muy positivo.

También debe costar ajustar el sonido de la banda después de tanto tiempo sin tocar…

Con eso no tuvimos problema, porque con A.N.I.M.A.L. veníamos tocando mucho ya que hacemos muchas giras en el exterior, y todo eso nos da un training de tocada que está buenísimo. Entonces había momentos que no necesitábamos ensayar todos juntos, sino que cada uno iba ajustando cosas por su lado y después nos juntábamos para cosas puntuales. Pienso que los primeros shows que hagamos van a ser muy buenos pero nos va a costar volver a entrar en la vorágine de tocar y tocar, que es algo que solo te da el escenario.

¿Tienen definida la lista de temas?

Va a ser una lista larga de 22 canciones: los temas simbólicos de la carrera de A.N.I.M.A.L., y también otras canciones que nos gustan -y que habitualmente no veníamos tocando- de discos que fueron muy importantes para nosotros. También vamos a aprovechar que la gente va a estar prestando más atención para generar otro tipo de climas y tocar canciones que son más pasionales, en lo rítmico y en lo emocional.

LA RAIZ DE NUESTRA PROPIA UNIÓN

Hablemos del presente de A.N.I.M.A.L. ¿Cómo fue reencontrarte con Titi y Marcelo después de tanto tiempo?

Ya llevamos casi seis años de la vuelta. Sacamos “Una Razón Para Seguir” y el “Vivo en Red House” y estamos súper bien porque los tres aprendimos de todo lo que nos pasó. Las cosas no suceden por casualidad, veníamos tocando muchísimo y a veces entrás en una vorágine donde no parás nunca, y lo que pasó con la pandemia nos vino bien para parar un poco y mirar lo que hicimos. También para preparar otro disco, ¡y reírnos mucho por Zoom! (Risas)

¿Seguís pensando en el valor artístico del álbum en estos tiempos?

Para una banda tener un disco es importantísimo como concepto. Es como en el cine: el trailer puede estar bueno, pero querés ver la película. Aunque también hay que entender que el mundo ha cambiado y se generan otro tipo de expectativas. Con De La Tierra, de hecho, sacamos un single adelanto del disco nuevo, pero a nosotros nos gusta hacer discos que tengan una historia narrada.

UN NATIVO DE ESE BARRIO PADRE

¿Cómo fueron tus inicios en Ituzaingó? Porque viniendo de una familia de laburantes del conurbano, me imagino que era difícil acceder a una guitarra, a un equipo…

¡Era dificilísimo! Pero a la vez, alucinante. Mis viejos no tenían la posibilidad de comprarme nada, aunque me apoyaron en todo lo que decidiera hacer. ¡Eran increíbles! Siempre me alentaron a hacer lo que amaba. Al principio fue difícil porque yo quería ser músico de rock pero no tenía para comprarme una guitarra, entonces empecé a laburar en diferentes lugares hasta que me pude comprar mi primera guitarra, una Hondo Les Paul con un equipo Igor valvular de 20 watts. Y entre lo que podía juntar o por ahí ir vendiendo, con el tiempo pude mejorar el equipamiento.

¡Equiparse es costoso!

Me terminé de equipar, con una guitarra SG y un Marshall, recién en la época de “El Nuevo Camino del Hombre” (N: editado en 1996). Pero eso es algo que nos pasa… te diría al 80% de los músicos en Latinoamérica. Tenés que darle para delante de manera pasional hasta poderte equipar.

Después empezaste a tocar en Beso Negro. ¿Cómo fueron esos tiempos de tus primeras grabaciones, las primeras notas, los primeros videoclips?

¡Beso Negro fue alucinante! La banda ya estaba formada en la zona de Castelar, Ituzaingo, Morón… eran amigos del barrio y yo los iba a ver porque me gustaban. ¡Era una época hermosa! En Beso Negro tocaba la guitarra un chico que le decían El Colorado,  que tocaba muy bien. Y cuando este pibe deja de tocar, viene Lito, el cantante (NDaniel Pared, hoy en Negro), que es un amigo y vivíamos a seis cuadras de distancia, y me dice: “¿Por qué no  venís a tocar vos?”… Y yo tenía un poco de miedo, porque nunca había tocado de manera profesional. ¡No estaba ni equipado! Pero bueno, empecé a tocar y grabamos dos discos con EMI que fueron increíbles. ¡Para mí era una locura! Después dejé de tocar con ellos para armar A.N.I.M.A.L. porque yo ya venía escuchando música diferente y quería hacer otro proyecto distinto.

EL VIEJO CAMINO DEL HOMBRE

Pasó algo muy particular en el principio de A.N.I.M.A.L., porque Animal (sin puntitos) es un proyecto que armás con el Polaco Zelazek, que era un poco la figura convocante porque venía de Los Violadores. Pero cuando se separan, vos seguís para adelante firme en tu postura, le ponés puntitos al nombre y arrancás como A.N.I.M.A.L. Te arriesgaste, y la movida te salió bien

Creo que las cosas las tenés que anhelar y darle para adelante, no hay mucho misterio. Cuando empezamos, tocábamos con El Polaco y con Aníbal Alo que venía conmigo de Beso Negro porque éramos amigos y ya veníamos escuchando otro tipo de música: Prong, Helmet, Pantera, Cro-Mags, Monster Magnet, bandas que en esa época solo nosotros escuchábamos acá (Risas) Y yo siempre lo admiré al Polaco, porque soy fan de Los Violadores, los iba a ver a todos lados; y con respeto, le propuse hacer algo distinto, pero él quería algo más punk. Y a mí me encanta el punk, pero para tocar punk él ya tenía a Los Violadores, así que seguimos cada uno por su lado, porque yo ya tenía las canciones de lo que sería el primer disco de A.N.I.M.A.L.. Y ahí es cuando entra Corvata, y a partir de ahí fueron cambiando muchos integrantes, pero no paramos más.

Y con A.N.I.M.A.L. pudiste cumplir un montón de sueños… Si tuvieses que elegir los momentos clave en la carrera de la banda, ¿con cuáles te quedarías?

La verdad -y sé que a veces parece como una postura, pero es algo totalmente natural en mí- es que todavía no me doy cuenta de todo lo que logré como músico. Todo lo que me pasó en la vida es una bendición, algo alucinante, increíble, pero nunca termino de caer. Y eso me ayuda a seguir teniendo sueños todo el tiempo, a no vivir de lo que pasó.

¡Pero grabaste con Lemmy!

(Eufórico) ¡Es increíble! ¡No caigo hasta el día de hoy! Y lo mismo haber grabado con Robert Trujillo, que hasta el día de hoy que lo veo y me da un abrazo;  lo mismo con León (N. Gieco), con Mercedes (N. Sosa), con Alex Lora de El Tri… o ir a festivales como el Warped, que es algo que ninguna otra banda argentina pudo lograr y cruzarte con bandas que admirás y que vengan y te digan que escuchan A.N.I.M.A.L.  Y yo agradezco ser así, porque me ayuda a tener los pies sobre la tierra y a seguir siendo como me enseñaron mis viejos. Por otro lado soy un agradecido de las cosas que me pasaron, ¡podemos estar hablando tres días de todo lo que nos pasó con A.N.I.M.A.L.! Que estés tocando en un festival y venga Corey Taylor de Slipknot a abrazarte porque se acuerda de vos, o que estés grabando y venga Trujillo que en ese momento estaba tocando con Ozzy y quiera grabar con vos…

UN SENTIMIENTO DE COMUNIÓN

Sé que estas nuevamente en contacto con Corvata. ¿Cómo fue reencontrarse con una persona con la que viviste tantas cosas?

Yo a Marcelo lo adoro, siempre lo dije. Él fue una pieza clave en A.N.I.M.A.L., mi coequiper, mi hermano, mi amigo, “mi cómplice y todo”, como dice la canción. Y estar un poco más cerca hoy en día es alucinante. Le agradezco a él, a su familia y a Dios por habernos juntado y poder tener un dialogo lindo Y me dio mucha tristeza lo que pasó con Carajo, porque eran una banda impresionante que le hacía muy bien al rock latinoamericano… pero son cosas que suceden, como pasó en su momento con A.N.I.M.A.L.. Le deseo lo mejor para su carrera en este comienzo nuevo, como el artista talentosísimo que es.

¿Cómo es el vínculo ahora?

Cada vez que podemos, hablamos. Ahora es difícil verse, pero por mensaje seguimos en contacto y deseándonos lo mejor con cariño y respeto. Y también nos une algo, que es apoyar a nuestro hermano Martín. (N: Carrizo, quien está en tratamiento por una  Esclerosis Lateral Amiotrófica)

¿Lo ves a Martin?

Lo veo muy seguido y desde mi lugar estoy con él en todo lo que puedo, al igual que Marcelo. Y eso también nos une, porque Martín no solo es una persona maravillosa, sino que es un compañero de ruta también. Y este tipo de cosas también une. Espero que de todo esto salgan cosas muy lindas, lo cual no significa que volvamos a tocar juntos pero por lo menos está bueno sentirnos bien.

Muchos fans se ilusionan con la posible vuelta de Corvata a A.N.I.M.A.L., también teniendo en cuenta que se separó Carajo…

No, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Yo no sé por qué se habrán separado ellos. Soy muy respetuoso y no le pregunté los motivos a Marcelo. Y por otro lado vengo tocando con Titi y Marcelo Castro desde hace mucho tiempo y hoy son mis hermanos. Y también por respeto a ellos, es una locura pensar en la vuelta de Corvata. Y también por respeto a Corvata, que está en un momento hermoso, porque está componiendo lo que le sale del alma, con una personalidad alucinante y con una carrera por delante.

Hoy por hoy es imposible entonces.

Hoy en día no lo veo como realidad, el día de mañana no sé. También sería mentirte decir que no va a pasar nunca, porque no lo sé. Hay que respetar los momentos de cada uno y las decisiones. Hoy A.N.I.M.A.L es Titi Lapolla, Marcelo Castro y Andrés Giménez

LOCO PRO DE LA MENTE

Me gustaría hablar de D-.Mente, un proyecto distinto a A.N.I.M.A.L., donde pudiste recorrer otros sonidos, otros estilos y le diste más importancia a tu rol de cantante

Ese proyecto arranca de la mano de León Gieco, que es como mi papá y no paraba de romperme las bolas para que cante y deje de gritar.

En ese momento venias medio mal por la separación de A.N.I.M.A.L.…

¡Después de A.N.I.M.A.L. no quería tocar más! Y León me insistió: “Cómo que no vas a tocar más, ¿estás loco? ¡Hace una banda y cantá!” Y a mí me gusta mucho ese tipo de rock onda Iggy Pop. Y armamos D-Mente que fue una banda increíble con unos músicos tremendos, un sonido alucinante y unos discos que los escucho al día de hoy, y están buenísimos… En realidad no nos separamos, sino que le dije a los chicos: “sigan con lo suyo porque no van a entender nunca a la banda y por estar conmigo se van a perder de crecer”.

¿Por qué les dijiste eso’

Porque cada vez que salíamos de tocar con D-Mente, los que venían a vernos me decían: “¡hacé canciones de A.N.I.M.A.L.! ¿Cuándo volvés con A.N.I.M.A.L.?” Y pasaba que no me veían a mí en otro lado, menos haciendo algo más melódico. Había gente a la que la banda le gustaba mucho, pero había otra que no le terminaba de cazar el vuelo…

Pero terminó siendo una buena experiencia…

¡Pasamos momentos hermosos! Ya sea tocando para 20, para 100 o para 2000 personas, siempre disfrutábamos mucho. Y ahora que estoy con A.N.I.M.A.L., hay un montón de gente que me dice: “Hacé un show con D- Mente”. ¡Lo voy a hacer el día que se comprometan en mi Facebook a que van a ir 5 mil a Obras! (Risas)

Tanto A.N.I.M.A.L. como De La Tierra son propuestas encuadradas dentro del metal. ¿Pensaste alguna vez en hacer algo radicalmente distinto, algo solista o acústico quizás?

¡Quiero hacer un disco solista! Me gusta mucho el formato acústico con algunas percusiones medio indigenistas y violines y cellos o programaciones. Quiero hacer algo así, nada fuerte. Pero tiempo al tiempo. Por ahí lo hago este año porque hice un montón de canciones en el encierro, se me abrió un montón la cabeza para componer Y también volví a empezar a producir, algo que me encanta. Voy a producir a un artista de folklore que se llama Juan Fuentes, un chico de Salta que cantaba en Los Huayra. ¡Vamos a hacer un discazo!

UN PODER LATINO DE LA TIERRA

¿Cómo definís esa comunión que se da en De La Tierra, teniendo en cuenta que cada uno tiene sus diferentes carreras, sus historias, sus egos?

Al principio también pensaba así, pero funciona por todo lo contrario a lo que me decís (Risas) Funciona porque no nos creemos una súper banda, sino una banda de amigos, el ego es una palabra que no existe y la admiración, el respeto y el amor que nos tenemos entre nosotros es más que gigante. Es un placer para los cuatro estar juntos. No me pasó nunca algo así, jamás imaginé que iba a ser tan fácil.

Hay De La Tierra para rato entonces…

Estamos intentando terminar de grabar el tercer disco pero estamos, como dice Maluma, “Felices los cuatro” (Muchas risas)

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