Ir al contenido principal

CON CORVATA Y SU NUEVO PROYECTO CORVEX: «HAY MÚSICA EN MÍ QUE NI YO SABÍA QUE ESTABA AHÍ”


Después de más de tres décadas entregando garganta, furia y melodía a la música pesada nacional, Marcelo «Corvata» Corvalán vuelve a sorprender con Corvex, su proyecto más personal, íntimo y experimental. En esta charla exclusiva con MADHOUSE, el cantante y bajista abre las puertas a un universo creativo que nació antes de Arde La Sangre, se gestó en pandemia y hoy respira con banda propia, sonidos diversos y una libertad que no había experimentado en mucho tiempo. Asi que, sin más preambulos… con ustedes: Corvex

Arranquemos por el principio ¿cuándo nace este proyecto?

En realidad Corvex nació antes de Arde La Sangre. Apenas terminamos con Carajo, en esos meses previos a la pandemia, me encontré conmigo mismo y salió mucha música personal, que no sabía qué destino iba a tener. Cuando llegó marzo de 2020 y todos nos quedamos encerrados, me dije: “Voy a empezar a trabajar un poco estas canciones”. De ahí salieron “Volver a nacer” y “Tregua”. Les pedí a algunos amigos que me ayuden: El Tano Farelli (productor y multiinstrumentista en Arde La Sangre) grabó guitarras, Cristian Moreno grabó baterías, Ale Vázquez mezcló… ahí empezó todo. Y ese mismo año, en paralelo, también empezó a gestarse Arde La Sangre. Creo que este proyecto tiene que ver con una necesidad personal a esta altura de mi vida: después de 30 años haciendo música pesada, había una búsqueda distinta pidiendo salir.

¿Cómo se fue formando la banda que acompaña este nuevo camino?

El primero que se sumó fue Chapu Leiva, guitarrista de Minoría Activa y amigo de hace años. Él hizo el arte de (los discos de Carajo) «Inmundo» y «Mar de las Almas», y compartíamos el amor por la música, el skate y el arte. Con él hicimos “Flash Trash”, una canción grabada completamente con instrumentos hechos con materiales reciclados del proyecto «Trash Instruments» de Oscar Pérez. Ahí pegamos una re buena onda. Después se sumaron Alex Zenobi en bajo —otro viejo amigo— y Matías Varela en guitarra, que además aporta en producción y en la logística de la banda. La idea es simple: laburar con amigos y buena gente, donde lo humano sea lo primero.

Luego de los simples presentación de rigor en estas épocas de plataformas, el pasado 6 de noviembre llegó la edición de «Alto Viaje» el primer LP de Corvex que muestra a Marcelo en una faceta mas intimista y un sonido mas orgánico, en donde la parte vocal se torna protagonista, sobre todo en «Los Pasos Perdidos» uno de los puntos altos del disco

En lo vocal también cambiaste muchísimo. ¿Qué te exigió este nuevo sonido?

Fue un desafío enorme. Las melodías, las estructuras y los estilos iban para un lado totalmente opuesto al que estoy acostumbrado. Nada de gritar o romper la voz, sino que la idea era ir más abajo, apuntar a la interpretación pura, buscando otro sonido. Estuve trabajando en eso, mínimo un año. Y hace más de seis meses que estoy estudiando con un profesor para colocar la voz de otra forma. Es divertido y a la vez intenso: cada canción tenía su estilo y yo tenía que estar a la altura melódica, no de potencia.

VIAJANDO POR UN CAMINO DIFERENTE

En «Nuestra Canción» decís que «es hora de animarse», y en el disco te animaste a incluir varios estilos diferentes. ¿Hubo algún momento en donde pensaste que por ahi estabas arriesgando demasiado para el publico que normalmente te escucha?

Siempre se me acerca gente diciéndome: “Esa letra parece escrita para m픓Lo dijiste como yo lo hubiera dicho”. Entonces esa frase tiene que ver con eso: animar a la gente a crear, a encontrar su propia música. Y por otro lado, en este proceso descubrí que había música en mí que ni yo sabía que estaba ahí, guardada. No lo pensé demasiado: me puse a componer y apareció. Ahora, cuando salga a tocar en vivo, veremos con qué se encuentra la gente. Muchos capaz esperan verme en modo metalero… y acá se van a encontrar con otra cosa.

«En este proceso descubrí que había música en mí que ni yo sabía que estaba ahí, guardada. No lo pensé demasiado: me puse a componer y apareció»

Pasando al presente: ¿Cómo administrás tu tiempo entre Corvex y Arde La Sangre?

Siempre fui muy purista con eso: si estaba en un proyecto, no quería repartir energías. Pero esta vez fue distinto. Yo arranqué Corvex sin saber si iba a existir Arde La Sangre, pensé que este iba a ser mi nuevo mundo. Así que tuve que aprender a manejar ambos. La idea es que Corvex sea relajado, sin presión, haciéndolo cuando todos podamos encontrarnos. Que sea divertido, sin el nivel de exigencia de un proyecto grande. No sabemos cuánto va a crecer ni hacia dónde va, pero hoy la prioridad en agenda la tiene Arde La Sangre, y Corvex fluye naturalmente cuando el tiempo se acomoda.

¿Qué balance haces de este 2025 que se va y que se viene para el 2026?

Para mí fue un año muy productivo a nivel musical y donde se pudo generar mucha música tanto en Arde como como con Corvex, que era algo en lo que venía trabajando ya de hace mucho y este año pudo ver la luz. Y también hubo mucha gira, primeros viajes por por otros países. De hecho, ahora mientras te contesto, estoy acá a punto de dar un show con Arde la Sangre en Guadalajara. Es la primera vez que venimos a México, estuvimos en Perú también, y en otros países latinoamericanos. Así que estamos muy contentos por eso, aunque fue un año difícil para la Argentina. Así que esperemos en el 2026 estar un poco mejor, más unidos también todos los artistas y y todos los que hacemos música y sobre todo los que hacemos rock y seguir dándole para adelante.

La última: en un «alto viaje» hacia dónde, te parecería un buen lugar para escuchar el disco?

Creo que es un muy buen disco para escuchar mientras uno viaja en auto por la ruta o en un lugar muy tranquilo como el campo, la playa, o la montaña. Tiene ese espíritu. Lo de «alto viaje» quizás se refiere más a a un viaje interno, ¿no? A estar un poco más elevado de todo lo material que nos rodea. Y de la ciudad, sobre todo, que a veces es un poco caótica y nos roba energía. El 90% de las canciones fueron hechas en Entre Ríos, en el campo, donde suelo ir con mi familia, y también escribí algunas letras mientras iba por la ruta. Este disco tiene mucho de viajero, así que ese es el escenario ideal para ir escuchándolo.

Fotos: prensa Gaby Sisti y archivo MADHOUSE (Florencia Giuliana)

Comentarios

Entradas populares