CON LOS HISTÓRICOS TRIGÉMINO EN SU REGRESO: «SOMOS VETERANOS CON ENERGÍA Y EXPERIENCIA EN DOSIS IGUALES»


Trigémino debutó en 1976. ¿Cómo fue la recepción de la propuesta de la banda en ese momento, y qué influencias fueron clave para dar forma al sonido tan particular de Trigémino?
Juan Raffo: Cuando debutamos, éramos muy jóvenes (Jorge y yo teníamos 17 años) y recuerdo que rápidamente en la zona oeste del Conurbano Bonaerense se generó el murmullo de: “esa banda de pibes que hacen un rock muy elaborado”. El rock argentino estaba entrando en su segunda década de existencia y no era la música que se pasaba masivamente en radio y televisión, pero era un movimiento contracultural muy fuerte y que generaba un gran sentimiento de pertenencia e identidad. Eso hacía que aun un grupo que recién empezaba como nosotros, encontrara su público fiel. En nuestro segundo año de actividad ya empezamos a aparecer en los medios del palo como Expreso Imaginario o Pelo, y a hacernos un nombre en la escena. Las bandas que sonaban cuando crecíamos y que íbamos a ver eran la diáspora de Almendra (Aquelarre, Invisible, Pescado), la última etapa de Sui Generis, La Máquina, Alas, Crucis, Espíritu. Y también nos voló la cabeza escuchar a Opa y a Hermeto Pascoal. Internacionalmente estábamos muy influenciados por Yes, ELP, Genesis, Gentle Giant y PFM. Pero creo que siempre conservamos una manera original y propia de procesar esas influencias para tener un sonido personal, aún a tan corta edad.
En la primera etapa del grupo llegaron a tocar en el Luna Park, tuvieron el apoyo de la prensa especializada y fueron una de las bandas más reconocidas en una época muy oscura del país ¿Qué balance hacen de la etapa original de Trigémino?
JR: El balance me parece sumamente positivo, no solo para Trigémino, sino para nosotros como músicos. Fue el momento en el que salimos a “correr hacia nuestras vidas” y ahí la banda fue una verdadera usina de energía cuya influencia llega hasta el día de hoy. Éramos además parte de un grupo extendido de jóvenes que se nucleaba alrededor de la banda con quienes (citando a la portada de “Trampas Para Engañar”) “compartíamos vida cuando el afuera era hostil” y “nos acompañamos, nos protegimos, crecimos juntos”. Estamos agradecidos de haber vivido eso, aún en la etapa más oscura del país.
Una particularidad que siempre distinguió a Trigémino fue que en su primera etapa no lograron grabar y lo hicieron recién más de tres décadas después, en 2018, cuando finalmente editaron su demoradisimo disco debut «Trampas Para Engañar«. «Al momento de escribir ese material, grabarlo era una utopía. Así fue que lo que nos quedó como testimonio de esos años fueron las grabaciones en cassette de los conciertos hechas por alguien del público y con un sonido muy muy precario» recuerda Raffo. «Cuando 30 años después se dio la oportunidad de reunir a la banda para grabar, no lo dudamos: íbamos a saldar la cuenta pendiente revisitando aquella música de la manera más fiel posible. Esta vez con mejores instrumentos y con muchísima más experiencia como músicos profesionales. Nos lo debíamos» .
¿Qué encendió la chispa para volver a tocar y eventualmente componer nuevas canciones?
Jorge Minissale: La idea empieza en la época de la pandemia, allá por el 2020, donde hicimos una colaboración cada uno en su casa para hacer «La Medialuna En El Camisón», una canción que había quedado fuera de «Trampas…» A partir de ese encuentro, nos planteamos componer canciones nuevas, pero con la consigna de que no hubiese un compositor fijo, sino que todos debíamos involucrarnos. Asi fue que empezamos a hacer demos y darle una dirección a esas canciones. No quisimos que quedaran como músicas aisladas, sino que hubiera un hilo que las conectara, algo más conceptual.

NUEVA SANGRE, NUEVO CAMINO
¿Cómo fue el proceso de integrar a Fernando, Cote y Lalo a la banda y cual es el aporte que hace cada uno?
JM: En el proceso de esas composiciones, se fueron dando algunos cambios en el interior del grupo, debido a temas más personales; entonces cuando nos quisimos acordar, estábamos solo Juan y yo con todas esas canciones y las ganas de grabarlas. Y a la vez, que no pasara tanto tiempo, como nos había sucedido con el disco anterior. Al no estar Pusineri (N: Marco, el baterista original) Samalea (N: baterista histórico de Charly García, Fricción, Gustavo Cerati y Andrés Calamaro, entre muchísimos otros) se ofreció a ocupar ese puesto, porque siempre fue un fan de la banda, así que se integró naturalmente ya que nos conocemos de toda la vida. Lo mismo en el caso de Cote, ya que fue uno de los primeros cantantes que tuvimos, así que la cosa fue bastante familiar. Y Lalo fue una revelación, porque es de otra generación, pero a la vez un conocedor del género, asi que nos ayudó a cerrar esa brecha que había dejado Carlos (N: Garofalo, el bajista y cantante de la etapa anterior). Creo que fue un acierto como productores, ya que al no tener una voz líder como lo fue siempre en Trigémino, fuimos tomando roles como cantantes, y esa mixtura nos dio mucha más riqueza tímbrica y narrativa.
«Corre Hacia Tu Vida», el nuevo álbum, se presenta como un recorrido generacional que atraviesa el cruce de dos siglos. ¿Cómo se articuló ese concepto, y qué tan importante es la secuencia de canciones para narrar esa historia?
JM: La idea de un álbum conceptual, algo muy propio del género, nos pareció adecuado para contar la historia de alguien que atraviesa el cruce de dos siglos en nuestra tierra, en donde cada canción narra un momento socialmente importante. Es clave poder escuchar el disco de principio a fin para poder encontrarle el sentido a la obra, cosa que los amantes del estilo encontrarán muy interesante.
Las letras abordan temas históricos y sociales, como el horror de la dictadura («El Cuarto Gol») y los estallidos sociales («Suma Cero»). Considerando el legado de la banda ¿sienten una responsabilidad particular al abordar estos temas desde la perspectiva del rock progresivo argentino, que quizás no se caracteriza por tocar esos tópicos?
JM: Creo que sentimos la necesidad de contar algo que nos represente y con la responsabilidad de dejar a las nuevas generaciones una visión de lo sucedido en el país en los últimos 50 o 60 años, todo con un vuelo poético inspirado por nuestros héroes que nos fueron formando: Almendra, Aquelarre, Garcia, etc. Además representa un poco nuestra actualidad, quizá en «Trampas…» las temáticas eran más fantásticas, inspiradas en la música progresiva de esos años; ahora estamos maduros y listos para contar cosas difíciles con una visión del que estuvo ahí, con una música que acompaña de manera inteligente.
«Corre Hacia Tu Vida» se lanza en CD, además de plataformas ¿Qué valor le dan al formato físico en la era del streaming?
JR: Se lanza a través de Viajero Inmóvil, el sello de Felipe Surkan, que es quien más y mejor se ha especializado en editar y difundir artistas del género en la Argentina. Es nuestra intención también sacarlo en vinilo en algún momento, de hecho el álbum está armado de manera que los temas se pueden organizar en dos lados de 19 minutos cada uno, siguiendo la estructura de “dos actos” del disco de vinilo. Esto nos pareció natural, no sólo porque crecimos escuchando música de esa manera, sino porque también iniciamos nuestras carreras como músicos profesionales grabando y produciendo álbumes en ese formato. Dicho esto, en lo personal no tengo preferencias de formato, siempre que la música se escuche bien o lo más cerca posible del producto terminado en el estudio donde se masterizó. En definitiva, me parece muy bien que coexistan la mayor cantidad de formas posibles de escuchar música, todas con sus pros y sus contras.

¿Cómo ven la escena del rock en el país actualmente, y qué rol creen que ocupa Trigémino dentro de ella?
JR: El hecho de estar dando clases desde hace mucho tiempo me pone en contacto permanente con colegas de las generaciones más jóvenes (así veo a los y las estudiantes, como colegas con menos experiencia) y me resulta sorprendente la cantidad de pibes y pibas que conocen la historia de los grupos del prog, tanto argentinos como internacionales. Ese es uno de los aspectos positivos de la facilidad de acceso instantáneo a casi todo en estos tiempos: si tenés curiosidad y energía podés investigar y descubrir muchísimas cosas interesantes. Una consecuencia directa de eso, es la cantidad de bandas que buscan expandir el formato canción, un poco a la manera en que el prog lo ha hecho en su momento de esplendor mundial. La verdad, no se que rol ocupamos en esa escena, pero me gustaría creer que nos consideran algo así como veteranos con energía y experiencia en dosis iguales.
La presentación del próximo 20/12 será un «encuentro acústico, informal y cercano». ¿Por qué eligieron este formato para celebrar el lanzamiento, y cómo se reinterpreta la música del grupo al ser despojada de su formato eléctrico habitual?
JR: Nos pareció que era una buena forma de iniciar esta etapa de nuevas composiciones y nuevos integrantes. Nos va a permitir lograr un clima de “living” que quizas sea más propio de la música de cámara que del rock, pero que va a generar una atmósfera más íntima, relajada y con la posibilidad de interactuar con la audiencia y hablar un poco acerca de cómo fue que se gestaron las canciones. Por otra parte, la versión acústica del material no va a sonar como una imitación de la versión eléctrica, sino como una versión autónoma y que responde a sus propios códigos sin dejar de ser fiel al material grabado en el disco. Lo último, pero no menos importante, es que hablamos de “celebrar” la salida del disco con este encuentro y no de “presentarlo” aun.

Tras la edición del nuevo disco y la presentación, ¿qué podemos esperar de Trigémino en 2026?
JR: En 2026 se cumplen cincuenta años del debut del grupo, que fue el 7 de mayo de 1976 en el colegio Juan XXIII de Ramos Mejia. Es nuestra idea poder combinar el festejo del cincuentenario de la banda con la presentación oficial en formato eléctrico de este disco. ¡Ojalá nos acompañen en esa aventura!
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