THE BEATLES - “The Beatles” (Super Deluxe Edition) (Capitol 2018) *****

Para la época del lanzamiento de Sgt Pepper en 1967 los Beatles, ya habían hecho todo lo que se esperaba de una banda de rock: desde convertirse en iconos pop y cambiar la vida de toda una generación, hasta dejar atrás los shows en vivo para utilizar y explorar todas las posibilidades que la tecnología en estudio permitía en ese momento.
 La idea para el año siguiente era entonces recorrer un nuevo camino, ineludiblemente buscando volver a las raíces. Pero los cuatro casi adolescentes que habían grabado “Love Me Do” seis años atrás ya eran adultos jóvenes que se estaban enfrentando a diversos hechos que empezarían a poner en crisis una unidad a priori inquebrantable, como la sorpresiva muerte de su manager Brian Epstein y l llegada de las primeras críticas negativas por su trabajo (las cosechadas por el fracaso de la película Magical Mystery Tour).

El primer paso para recuperar la unidad, fue embarcarse en una especie de retiro místico en Rishikesh, al norte de India, en febrero de 1968 bajo la tutela del gurú Maharishi Mahesh Yogi, experiencia que resultó ambivalente, ya que John Lennon terminaría desilusionado por ciertas actitudes del líder espiritual (reflejadas en el tema “Sexy Sadie”) y Ringo Starr se escapó apenas pudo sin haberse sentido nunca cómodo, pero a la vez la situación los inspiró sobremanera, resultando en varias canciones compuestas durante ese período.


Una vez de regreso a occidente, la banda se juntó en la casa de campo que George Harrison tenía en Esher, en el en el condado inglés de Surrey, para registrar todos los bocetos en un grabador de cinta abierta. Las 27 canciones grabadas en lo que se conocieron como Los Demos de Esher mostraban al cuarteto a sus anchas en un ámbito relajado, divirtiéndose y hasta casi de manera inocente buscando recuperar aquella magia que se iba evaporando lentamente. Dichos demos serían la base del noveno álbum del cuarteto que entrarían a grabar en mayo de 1968

Ser la banda más importante de la historia y contar con un estudio de grabación 24/7 dio por tierra rápidamente la sensación de unidad que tan bien había funcionado en Esher. Egos, indecisiones y caprichos varios (sumados a la molesta presencia permanente de Yoko Ono en el estudio) llevaron a que las sesiones se extendiesen indefinidamente como ejemplifican las 47 tomas para dar con lo que Paul McCartney buscaba en “Ob-La-Di, Ob-La-Da" o los más de 100 infructuosos intentos de registrar “Not Guilty”, canción que finalmente terminó quedando afuera de la selección final

Luego de cinco meses de trabajo (con incidentes como la renuncia momentánea de Ringo cansado del ninguneo y con poco para aportar compositivamente, la frustrante despedida del ingeniero Geoff Emerick y unas vacaciones forzadas de George Martin, necesarias para aliviar la tensión) el disco estaba listo.
El disco terminó siendo doble para satisfacer las exigencias, sobre todo del prolífico Lennon, quien intentaba de a poco volver a timonear el barco y buscaba ibcluir todas sus canciones. Para romper con el barroquismo de la portada de Sgt Pepper y mostrar la idea de una nueva etapa, se decidió además que la tapa fuese blanca, solo con el nombre de la banda grabado en relieve levemente por debajo de la mitad del lado derecho del álbum, además de la impresión de un número de serie único (el 0000001 permanecería en manos de Ringo hasta que lo subastó en 201 por la friolera de 790.000 dólares)
El single adelanto fue “Hey Jude” que tal como marcaba la época no sería editado en el álbum al igual que su lado B, una versión rápida de “Revolution” de Lennon
La nueva edición del disco, con un total de 107 tracks, incluye una nueva mezcla realizada por Giles Martin quien, honrando el talento de su padre, logra realzar varios detalles que harán las delicias de los fans audiófilos del grupo: el brillo de la guitarra invitada de Eric Clapton en “While My Guitar Gently Weeps”, la potencia de la voz de McCartney en “Back in the USSR” y aquellas codas apenas audibles en la edición original.
De todos modos, lo mejor para los fanáticos acérrimos se encuentra en los cuatro bonus discs: el primero con los míticos 27 demos de Esher y el resto con 50 outakes que incluyen, desde el espíritu de zapada del grupo en el estudio (plasmado en la versión de 13 minutos de “Helter Skelter” y en la de diez de “Revolution”, hasta momentos más íntimos como la dulzura en las voces de Lennon en “Julia”,  de McCartney en  "Mother Nature's Son”, de Harrison en “Long long, long” y hasta la de Ringo en “Good Night”


El Álbum Blanco permanece como el principio del fin en la carrera de la banda más grande de todos los tiempos, y esta edición permite conocer el work in progress y apreciar de otra manera el resultado final, logrando una experiencia única medio siglo después, a pesar de ObladisBungalow Bills y revoluciones fallidas.

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