TERAPIA DE GRUPO: CONOCÉ A LA GRANJITA, ROCK AND GROOVE PARA BAILAR EN TRAJE DE BAÑO

Bienvenidos a Terapia De Grupo, la sección en donde te contamos las novedades de la movida emergente. La Granjita es un dúo conformado por Lucio De Caro (Nikita Nipone) y Maxi Iglesias (Mimi Maura), que tienen una propuesta ideal para combatir el crudo invierno porteño: un disco inspirado en la Costa Atlántica argentina.  Fue por eso que nos contactamos vía correo electrónico con Lucio para que nos cuente el surgimiento del concepto, los detalles del lanzamiento y los planes a futuro, en la nota en que los invitamos a sumergirse a continuación

Están preparando “Costa Atlántica” el segundo material a editarse dentro de poco. ¿Qué enseñanzas que les dejó el primer disco pudieron aplicar en este nuevo trabajo?

‘Tándem’ fue nuestro primer disco y dentro de todo, su grabación fue un proceso relativamente corto, comparado con otras producciones que he realizado a lo largo de mi vida musical con Nikita Nipone, o inclusive esta última de “Costa Atlántica”, pandemia mediante. En 2016 nos juntamos por primera vez y ya para fines del 2017 teníamos todos los temas grabados, mezclados, terminados. Fue un proceso muy distinto a este último disco porque nada fue pre-meditado, ni previamente consensuado; simplemente nos lanzamos a componer canciones para un proyecto que recién estaba comenzando y al que había que agregarle contenido desde la nada misma. Creo que ese disco tiene momentos realmente muy buenos y fue una suerte de “exploración de campo”, para ver qué cosas funcionaban mejor, qué cosas nos salían más naturalmente y que ideas iban más a contracorriente.

¿Que nos podés contar sobre el proceso de grabación y el resultado final?

En ‘Costa Atlántica’ aprendimos a simplificar, a producir y a interpretar mejor. Ya con más experiencia y tiempo a espaldas, se va gestando una sinergia propia, un lenguaje, y se hace mucho más fácil el proceso de plasmarlo en una grabación de la manera que funcione mejor también para traducirlo al vivo. Creo que mejoramos mucho, sobre todo en aspectos claves de la producción de bases rítmicas, bajos y melodías vocales. Sobre la composición de este nuevo disco, todo comenzó allá por el 2019, movilizados por la idea de editar un disco veraniego, enérgico y divertido. Nos interesaba la idea de retratar de la manera más honesta y pintoresca posible aquellas vivencias y experiencias de esos miles de argentinos, que verano tras verano, emprenden su prodigiosa travesía hacia las famosas playas atlánticas argentinas: los aromas, sus paisajes, sus atracciones, el costado retro, la vida de playa, la vida nocturna… las vacaciones. Así surgió la idea de titular esta producción bajo el nombre de “Costa Atlántica”. Empezamos escuchando horas y horas de música, encontrando referencias, prestando especial atención a los detalles de producción y los arreglos presentes en este tipo de canciones, la elección de los sonidos y la instrumentación: ítalo-disco, funk, house, electrónica, dance, Motown, mucha música negra, inicialmente, y algo del synth-wave que ya veníamos escuchando e incorporando desde nuestra anterior producción, tal vez en su versión menos oscura. Tenía que ser un disco veraniego, si, pero queríamos plasmar además en las letras todo ese imaginario estético despampanante de los 80’s de nuestros veranos atlánticos; algo así como un “Bruno Mars meets Emilio Disi”.

Tienen nuevo corte “Control Policial” con la participación de Dana Colley de Morphine. ¿Cómo se dio el contacto?

Yo había quedado en contacto con él, a través de un amigo que organizó el show de ‘Vapors of Morphine’ en el ND Ateneo. Ahí lo conocí e intercambiamos números. Muy buena onda el flaco. Tiempo después estábamos produciendo el tema “Control Policial” en mi estudio -Batiendo Records- y teníamos maquetado un arreglo armónico con toda una sección de brasses que en ese momento estaba armado con unos sonidos bastante polémicos, hechos con MIDI y con el Kontakt que es un programa de instrumentos virtuales. En ese momento, sabíamos que íbamos a tener que grabar una sección de brasses reales, porque los del plug-in sonaban realmente muy plásticos y aburridos. Dirimiendo sobre quién podría hacerlo, se me ocurrió fortuitamente escribirle a Dana. Fue durante la pandemia, recuerdo. Contestó rápidamente, manifestando que le había encantado la canción y un genuino entusiasmo con la idea de concretarlo. Le enviamos las pistas y el arreglo entero para que lo grabe por su cuenta en su home-studio y no solo nos devolvió el arreglo entero, incluso mejorando las voces de la armonía y grabando todas de manera PERFECTA (grabó un saxo barítono, un tenor, un alto y hasta una trompeta medio mentida todos tocados por él), sino que incluso ensayó una épica improvisación sobre la coda final de la canción que quedó estupenda y realmente benefició a la canción. Si, bendita Internet. Para mí, es el mejor saxofonista que existe. Punto. ¡Es un extraterrestre! Y además tiene una manera muy particular y distintiva de tocar, haciendo del saxo un instrumento predominante pero que siempre acompaña muy sensatamente todos los matices que tiene una canción, de una manera muy musical y funcional. Fue increíble cómo se resolvió esto, aunque yo sentí después que no existía otro modo de que sucediera esta participación, debido a mi obstinado fanatismo por esa banda alucinante y hermosa que fue Morphine, por siempre una de mis bandas de cabecera a la que siempre vuelvo. ¿Como definirían el sonido de “Control Policial”?

 “Control…” es la segunda parada técnica de este viaje cronológico y desopilante que es “Costa Atlántica”. Muy a conciencia nos propusimos componer un tema funky-disco -con una innegable referencia a “Don’t stop till you get enough” de Michael Jackson- pero con la gracia e ironía adicional de justamente proponer ese doble juego entre música y letra: una suerte de “relato salvaje” de ese clásico rutero vivido por miles de argentinos motorizados, la siempre tensa, engorrosa y angustiante situación de ser detenidos por un “control policial” en la ruta y todo lo que ello conlleva. Nos convenció tanto como terminó quedando la producción, que lo elegimos como segundo sencillo -y segundo tema- del EP. En la canción también participa mi amiga Mela Lenoir en coros y fue masterizada por Matías Parisi.

¿Cuáles son los pro y los contras de trabajar en dúo y compartir responsabilidades?

Maxi Iglesias es el bajista de Mimi Maura y yo el cantante guitarrista y compositor principal de Nikita Nipone. Curiosamente, allá por el lejano 2001, Maxi fue el primer guitarrista de Nikita. Somos viejos amigos. En el 2016, justo cuando estaba cerrando una etapa con Nikita, nos reencontramos en una fiesta y le comenté medio en chiste que tenía la idea de armar un dúo, con la simpleza como estandarte, para no tener que cargar equipos y ni siquiera sea necesario tener que armar un grupo de whatsapp (Risas). Maxi es un músico extraordinario, es un multi-instrumentista muy talentoso y creativo, y me acordé que tocaba muy bien el piano, las teclas, synths, etc. Justo se dio en ese momento que él andaba medio en la misma, casual o causalmente buscando algún proyecto nuevo para armar. Nos juntamos un par de veces y entre algunas primeras conversaciones, los planetas se alinearon y fuimos dándole forma a la idea y a la estética del proyecto. Ahí nació La Granjita. Yo venía escuchando mucha música ítalo-disco (Righeira, Pino D’Angio), ELO, Yellow Magic Orchestra, etc.) y tenía la idea de armar un proyecto de música así. Entre la electrónica, los 80s, la synth-wave, el disco, el dance. Música bailable. La idea era tocar en todos lados. Un año después teníamos ya todos los temas de “Tándem” grabados y tras su lanzamiento empezamos a tocar casi todos los fines de semana. Era muy fácil armar las fechas porque éramos dos nomás, llevábamos muy pocas cosas y eso nos permitió armar un show audiovisual muy piola con proyecciones disparadas en sincro con la música. Hoy en día el show tiene muchos más elementos y variantes que suceden en vivo y yo incorporé la guitarra también, lo cual abrió un montón de variantes nuevas para las canciones a la hora del vivo. Pero decidimos arrancar con lo más simple, para ir complejizándolo. Todo se va dando de manera muy lógica y natural entre nosotros. Tenemos una sinergia muy buena, buena química, nos entendemos y de algún modo creo que tenemos virtudes complementarias. 

La estética y el sonido de la banda apuntan mucho al ritmo. ¿Cuál es el elemento más difícil a tener en cuenta a la hora de componer una canción pensando en la pista de baile como objetivo?

Nosotros veníamos de tocar en estructuras clásicas de bandas de rock, que creo yo que a la hora de componer y grabar te otorgan más libertades y opciones, porque siempre que hayan guitarras distorsionadas haciendo acordes vas a acabar teniendo un sonido pastoso y medioso, con más instrumentos y elementos compitiendo en frecuencias similares alrededor de los medios. Para mí, esto naturalmente te permite no tener que ser tan cauteloso y minucioso a la hora de tener que elegir, crear y grabar sonidos. Con La Granjita, siendo mas ´clean´ o mas ´pulido´, no tenés esa licencia, o al menos no en una primera instancia, porque tenés que simplificar bastante y cada cosa que suena en la canción tiene que sonar y encajar perfecto. Hay determinadas pautas estéticas en la producción, ciertos elementos instrumentales y de interpretación que simplemente funcionan mejor, porque te dejan más expuesto. Y por el contrario, una decisión incorrecta inmediatamente queda pagando, en evidencia. Es decir, no podes tener un tema de ABBA con un sonido de voz adelante y seca como la del Indio Solari, porque simplemente no garpa, no acompaña. En este sentido, creo que lo más difícil de este tipo de géneros más ´poperos´, por así decirlo, es la elección del Groove y del BPM, los sonidos de bata y bajo y sobre todo el arreglo, es decir, como interactúan entre sí para formar la base rítmica de la canción, que en definitiva es lo que más impacto tiene en la energía que se desee transmitir. Una vez que tenés eso en un lugar adecuado, vas armando hacia arriba en orden de prioridades, con la melodía vocal como principal eje y la instrumentación que acompaña, que ahí si ya tenés una infinidad de opciones y paletas de todos los colores para explorar. Lo bueno de todo esto es que fue un proceso y un lenguaje nuevo para nosotros que veníamos de la escuela de la “banda de rock” clásica. Hemos aprendido muchísimo y hemos expandido sustancialmente nuestros recursos como productores y compositores a partir de este proyecto.    

 Se definen como una banda en búsqueda de la “juventud eterna”: ¿qué referentes tienen en ese ámbito?

No creo que tenga que ver nuestra búsqueda con determinados referentes en particular, aunque yo personalmente algunos si tengo (los Babasónicos creo que tienen ese espíritu y esa búsqueda, más allá de tener un formato de ´banda´). Es algo más personal. Algo nuestro. Nosotros iniciamos este proyecto porque ya no veíamos mucho en el horizonte la sustentabilidad de mantener una estructura de una banda de rock y todo lo que ello conlleva. Requiere de mucha gente alrededor del proyecto, muchos ensayos, sonidistas, que la batería la pone este, que el ampli este otro, las proezas logísticas de las giras, los quilombos con el sonido, la coordinación de agendas de personas que se van poniendo grandes, con hijos, otros trabajos, etc. Muchos años de ruta, shows, grabaciones, etc. Con Maxi quisimos armar un proyecto que sea sencillo de llevar a cabo y que nos mantenga tocando por años. En ese sentido, cuando tenés un dúo es muy fácil armar todo, juntarse, ensayar. Todo es más sencillo, en líneas generales. Creo que La Granjita es una adaptación de dos músicos que siempre fueron muy activos, celebrando una gran amistad y haciendo tremenda música juntos. Esa es la búsqueda de la juventud eterna, para nosotros.  

¿Cuáles son los planes a futuro luego de lanzar el disco?

Por el momento estamos muy centrados en terminar “Costa Atlántica”. Es el objetivo primordial. Tenemos estos temas en el tintero desde hace bastante tiempo y la pandemia interrumpió un ritmo muy prolífico de laburo que veníamos teniendo. Luego si vendrán fechas, una presentación ‘oficial’, también intentaremos acompañar el disco con una gira veraniega. Pero por el momento estamos muy enfocados en el laburo de estudio, que nos encanta. Queremos cerrar esta producción y esta etapa de dos complejos años de la mejor manera posible, dentro de nuestros exigentes parámetros musicales. 

Por ultimo: ¿por qué los lectores de MADHOUSE deberían bailar al ritmo de La Granjita?

Porque creo que simplemente es muy buena música que está hecha por dos melómanos que también son y han sido rockeros y metaleros. Esa gracia, esa picardía se nota en las canciones. ¡No hay nada de liviano en La Granjita!


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