QUEENSRYCHE – Estadio Obras – 17/05/08 - ****
Lucidez (para nada) silenciosa
Formados a principios de los 80 en la ciudad de Seattle (aunque diametralmente alejados de los demás iconos de la ciudad, tanto Hendrix como el Grunge), Queensryche comenzó haciendo un heavy metal clásico con guiños a Iron Maiden y Helloween. Sin embargo, con el correr del tiempo desarrollaron su propio estilo deviniendo en un hard rock progresivo con coros ampulosos y grandilocuencia instrumental; como si mezcláramos a Pink Floyd con el Black Sabbath de Dio y lo adaptáramos para sonar en FM Aspen. En su segunda visita a la Argentina (la primera había sido en el marco del Monsters of Rock ’97 teloneando a Megadeth y Whitesnake), la banda liderada por el cantante Geoff Tate dio una verdadera demostración de talento y buen gusto ante una escasa concurrencia en el Estadio Obras.
Signo de los tiempos
Con un sonido que fue mejorando con el correr del show (especialmente la voz de Tate), la banda dio un show impecable. A diferencia de sus colegas de Dream Theater (banda con que se los suele emparentar y con quienes incluso han compartido escenario), Queensryche hizo un repaso por sus temas mas exitosos (sobre todo de los discos Rage for order, Operation: Mindcrime y Empire), mechados con algunas sorpresas (Bridge) y un correcto cover de Neon Knights de Black Sabbath
El desempeño de la banda fue impecable, desde la sólida base conformada por el bajista Eddie Jackson y el baterista Scott Rockenfield, pasando por el tandem de guitarras con Mike Stone y Michael Wilton, llegando a Geoff Tate quien se robó la noche no solo no errando ninguna nota, sino oficiando una soberbia labor como frontman
Gran show que merecía una mayor concurrencia
Ranking de remeras: suspendido por baja concurrencia
Mirá el final con Silent lucidity haciendo click acá
Lucidez (para nada) silenciosa
Formados a principios de los 80 en la ciudad de Seattle (aunque diametralmente alejados de los demás iconos de la ciudad, tanto Hendrix como el Grunge), Queensryche comenzó haciendo un heavy metal clásico con guiños a Iron Maiden y Helloween. Sin embargo, con el correr del tiempo desarrollaron su propio estilo deviniendo en un hard rock progresivo con coros ampulosos y grandilocuencia instrumental; como si mezcláramos a Pink Floyd con el Black Sabbath de Dio y lo adaptáramos para sonar en FM Aspen. En su segunda visita a la Argentina (la primera había sido en el marco del Monsters of Rock ’97 teloneando a Megadeth y Whitesnake), la banda liderada por el cantante Geoff Tate dio una verdadera demostración de talento y buen gusto ante una escasa concurrencia en el Estadio Obras.
Lo mejor que pueda
Al entrar a Obras (recuerden que me niego firmemente a llamarlo Pepsi Music) lo primero que me llamo la atención fue la poca cantidad de publico. Nunca había visto tan poca gente a poco de iniciarse un show (solo la mitad del campo completa, el 80 % del pullman y cerca del 30% de las populares). Quizás la gran oferta de visitas dentro del rock pesado (Dream Theater, Whitesnake, Deep Purple y Megadeth en solo tres meses) y la escasa publicidad atentaron en contra de la demanda del público.
Al entrar a Obras (recuerden que me niego firmemente a llamarlo Pepsi Music) lo primero que me llamo la atención fue la poca cantidad de publico. Nunca había visto tan poca gente a poco de iniciarse un show (solo la mitad del campo completa, el 80 % del pullman y cerca del 30% de las populares). Quizás la gran oferta de visitas dentro del rock pesado (Dream Theater, Whitesnake, Deep Purple y Megadeth en solo tres meses) y la escasa publicidad atentaron en contra de la demanda del público.
Luego de media hora de demora finalmente las luces se apagaron y la banda salió a escena con Best I can, tema que abría Empire, su disco más exitoso lanzado en 1990.
Signo de los tiempos
Con un sonido que fue mejorando con el correr del show (especialmente la voz de Tate), la banda dio un show impecable. A diferencia de sus colegas de Dream Theater (banda con que se los suele emparentar y con quienes incluso han compartido escenario), Queensryche hizo un repaso por sus temas mas exitosos (sobre todo de los discos Rage for order, Operation: Mindcrime y Empire), mechados con algunas sorpresas (Bridge) y un correcto cover de Neon Knights de Black Sabbath
El desempeño de la banda fue impecable, desde la sólida base conformada por el bajista Eddie Jackson y el baterista Scott Rockenfield, pasando por el tandem de guitarras con Mike Stone y Michael Wilton, llegando a Geoff Tate quien se robó la noche no solo no errando ninguna nota, sino oficiando una soberbia labor como frontman
Gran show que merecía una mayor concurrencia
Ranking de remeras: suspendido por baja concurrencia
Mirá el final con Silent lucidity haciendo click acá
Ale "Imperio" Do Carmo
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