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CON MARIO SERRA, SU PRESENTE CON AGUIRRE Y SU PASADO CON VIRUS: «SIEMPRE ESTUVIMOS MUY CONVENCIDOS DE LO QUE HACÍAMOS»

Antes de fundar Virus junto a su hermano Ricardo, Enrique Mugetti y los hermanos Julio, Marcelo y Federico Moura, Mario Serra era uno de los bateristas más requeridos de la escena platense, habiendo incluso grabado y girado con éxito por el país junto al grupo Los Prados. A los 72 años sigue activo, no sólo con Virus con quienes volvió al ruedo luego de varios años, sino también con Aguirre, el grupo que, con intermitencias, lleva adelante desde principios de la década del ’90. De esos proyectos, de su paso por la banda de Charly Garcia en la accidentada etapa «Say No More» y de los desafíos a futuro, hablamos en esta charla vía Zoom para re relajar y que (esperamos) te va a gustar.

Empecemos hablando de lo nuevo: ¿cómo surgió “Siete Vidas”, el flamante álbum de Aguirre que acaban de lanzar en formato vinilo?

“Siete Vidas” es una producción de Zorn Records, una compañía suiza que se dedica a las ediciones en vinilo. Y la pandemia hizo que todo se demorara y quedara parado el proyecto por un año. Por eso fue un disco que yo llamo “de laboratorio”. Me encargué de la producción artística, algo que ya había intentado con Viralizados (N: banda que formó junto a su hermano Ricardo y el sobrino de los hermanos Moura, también llamado Federico) y anduvo muy bien. En Aguirre estamos con Pablo Tapia el cantante y el otro miembro fundador, además de Fabián Passaro en guitarra y Pablo Rica en bajo.

Aguirre Modelo 2022 (Ph: Silvia Bordoni)

UN DISCO CUSTODIADO POR PISTOLAS Y EX POLICIAS

En “Siete Vidas” hay dos invitados de lujo, nada menos que el ex The Police Henry Padovani y Glen Matlock el legendario bajista de los Sex Pistols, ¿cómo se dio el contacto con ellos?

Henry ya había colaborado con nosotros porque tenemos varios amigos en común. Él sigue activo, estuvo tocando con Jeff Beck e incluso con Sting, y cuando vino a Argentina a presentar su película (N: el documental “Rock and Roll… of Corse”, que se presentó en el BAFICI en 2017) hizo un show con nosotros en La Plata. Y el contacto con Matlock surgió de la discográfica. Glen participa en “Fuego” uno de los temas más rockeros, medio punk. Y Henry, si bien tiene un estilo que se adapta a cualquier género, también tiene su costado punk; de hecho Police al principio era bastante punk

Claro, antes de su primer disco “Outlandos D’Amour”. Su vivo era bastante potente

Yo los pude ver en el ’78 en Nueva York, pero ahí ya no estaba Padovani

Cuando salieron con Aguirre en los 90’s, tuvieron mucha exposición en las radios y en MTV. Incluso tocaron con varias bandas internacionales. ¿Cómo recordás esas épocas?

El primer disco (“Aguirre” de 1992) tuvo mucho apoyo de Sony. Además de mis ex compañeros en Virus, Daniel SbarraJulio y Marcelo Moura, participó Gustavo Cerati; incluso el disco lo grabamos en Supersonico, el estudio de Soda y lo produjo Zeta Bosio. En esa época ir a Miami era como ir a Berazategui (Risas), así que hicimos videos que se pasaron mucho en MTV. Después se fue Marcelo de la banda, se dieron otros proyectos y me llama Charly García para tocar. Pero nunca dejamos de estar activos con Aguirre; de hecho estamos a punto de empezar a ensayar para presentar oficialmente el nuevo disco en CABA. La idea es hacer algo divertido y pasarla bien.

Luego de la muerte de Federico Moura en diciembre de 1988, Virus siguió delante de manera intermitente con Marcelo Moura en la voz, Julio Moura en la guitarra y un desfile de músicos que incluyeron miembros históricos y nuevos integrantes. Pero desde mediados de los 90’s, Mario nunca había sido de la partida en las reuniones del grupo. Por eso sorprendió que, en esta nueva reunión de Virus anunciada hace pocos meses, Mario vuelva a juntarse en un escenario junto a los hermanos Moura dentro del marco del festival Quilmes Rock

“Fue una película de dos meses intensos para llegar a eso. Ensayamos mucho” recuerda Mario. “Nunca había tocado en el Quilmes Rock y me sorprendió el tamaño del festival, ¡fue impresionante! Justamente estoy haciendo una mezcla del streaming para subir a las redes. Nos pusieron en un buen horario, estuvo Benito Cerati de invitado… ¡Salió todo muy bien!”

Esta vuelta de Virus está anunciada como una despedida. Teniendo eso en cuenta, muchos fans especulan con la participación del resto de los miembros históricos ¿Que tenés para decirles?

Nosotros firmamos un contrato con (la productora) Pop Art antes de la pandemia, para hacer 20 shows en un plan de gira despedida. A mí la idea de la participación del resto no me disgustaría, porque no tengo ningún problema con ninguno de los miembros históricos. Pero lo cierto es que Marcelo y Julio siguieron adelante con la banda y evidentemente no deben haber terminado bien la relación con el resto, porque si no, estarían juntos. ¡No sé qué habrán hecho! (Risas). Así que, al menos para esta gira, no lo veo factible

Todos tienen una personalidad fuerte y se conocen mucho!

¡Es muy difícil! La vida en una banda es muy desgastante y es lógico que pasen esas cosas

PONIENDO EL CUERPO Y EL BOCHO EN ACCIÓN

Cuando salen al ruedo con Virus, la prensa los cataloga como algo nuevo, pero en realidad todos ustedes ya venían tocando en la escena platense desde hacía años…

Eso fue más que nada por el estilo musical. En mi caso yo ya había hecho muchas grabaciones para CBS con un grupo llamado Los Prados, con los que trabajé muchísimo, antes de tocar en Las Violetas con Federico. Entonces, cuando a nivel mundial se empieza a hablar de la famosa new wave nosotros, ya al tener experiencia, marcamos la diferencia. Eso nos jugó a favor.

En las fotos de la época de “Wadu Wadu” tenían una imagen completamente distinta a la del rock argentino de esa época: pelo corto, ropa de colores. Nada que ver con el estilo más hippie de la época con pelos largos, barbas…

… sandalias (Risas) Ese fue el precio que tuvimos que pagar, porque al principio nos tiraban con de todo ¡y nos decían de todo! Eso ahora no pasa; vos podés cambiar la música pero ya no te tiran nada. Nosotros le hicimos frente a todo, pero nos han tirado zapatos, vasos, naranjas… De todos modos los productores advirtieron que se venía un cambio musical y nos apoyaron. Igual costó, porque, aunque parezca mentira, “Wadu Wadu” -a pesar de que sonaba todo el tiempo- no dejó conforme a la compañía a nivel ventas. Pero siempre estuvimos muy convencidos de lo que hacíamos. Tocábamos mucho y le hacíamos frente a todo.

Danny Peyronel, Pappo y Federico Moura en una típica postal de los 80’s

¿Y en qué momento empiezan a entenderles la onda?

Con “Agujero Interior”, un disco producido por los hermanos Peyronel (N: Danny Michel de Riff), porque nosotros teníamos una buena relación con Pappo. Y ahí se empieza formar un movimiento musical con otras bandas como Soda. Igual a los fans los volvíamos locos, porque con “Relax”, el siguiente disco, ya cambiamos la onda de nuevo… Andá a saber que estaríamos haciendo ahora con Virus. ¡Por ahí tarantelas o tango! (Risas)

Y justamente al ser Virus una banda tan cambiante pero con mucho énfasis en el ritmo, ¿que desafíos te planteaba como baterista?

Yo nací baterista y tocaba con cualquier cosa, incluso llegué a tocar con cajas de cartón con Charly García, porque se puede hacer percusión con cualquier cosa. Pero ya para el ’84,’85 ya empieza la mano de las baterías electrónicas y los sequencers a nivel mundial. ¡Entonces cualquier tipo que armaba un pad ya pensaba que era baterista! The Police con Copeland fue una de las excepciones. Igual cuando llegó la batería electrónica SImmons me adapté muy bien, no tuve problema  Por suerte las cosas después volvieron a cambiar y ahora se sabe que no hay un buen grupo si no tiene un buen baterista.

La prehistoria de Virus estuvo marcada por varios proyectos que recorrieron el circuito under de La Plata. Una de esas bandas fue Las Violetas, donde Federico Moura mostró por primera vez sus dotes de frontman –en su banda anterior Dulcemembriyo, tocaba el bajo- acompañado por Mario y su hermano Ricardo. El proyecto duró poco tiempo al fusionarse con Marabunta, otra banda platense que contaba con los futuros Virus Quique Mugetti y Julio y Marcelo Moura, además del futuro Aguirre Pablo Tapia

“Federico siempre quiso cantar, era su pasión” recuerda Mario. “Yo lo conocí en La Plata cuando estábamos en las típicas bandas del secundario. El tocaba en Dulcemembriyo, pero no cantaba, sino que tocaba el bajo. Recién cuando empieza a tocar conmigo se hace cantante”

¿Ya veías en esa época al frontman en el que se convertiría con el tiempo?

Federico se fue metamorfoseando. Se esforzó mucho para mejorar como cantante, y para eso fue agarrando todo lo que podía. Y obviamente que tenía eso que tenía que tener para llegar adonde llegó.

Mario con Charly en la época de «Demasiado Ego» (1999)

AGUANTE Y BRAZALETE SAY NO MORE

Tras el fin de la primera época de Aguirre y mientras Julio y Marcelo Moura seguían adelante con Virus, Mario se sumergió al mundo Charly Garcia nada menos que en la controvertida etapa “Say No More” en un período que abarcó la grabación de los discos “Demasiado Ego”, “El Aguante” e “Influencia”, además de “Sinfonías Para Adolescentes” y “Si – Detrás De Las Paredes” del regreso de Sui Generis

“¡Es su etapa más rockera!” define Mario. “Recién ahora se la está empezando a reconocer”

¿Cómo era tocar con Charly en esa época?

A pesar de que estaba todo muy ensayado, había momentos en donde no sabíamos lo que venía. Y era un atractivo no saber dónde aterrizábamos, era muy excitante. García lo llamaba: “Tirar el salto sin red”

Uno de los momentos más destacados fue el show en “Buenos Aires Vivo” en 1999 (que después se editó con el nombre de “Demasiado Ego”). ¿Cómo lo viviste?

¡Ese show fue impresionante! Habían 300 mil personas y tenía una emoción… En un momento tuvimos que parar de tocar porque se había subido gente al mangrullo ¡y se empezó a mover para todos lados!

Me imagino que seguirle el ritmo a Charly no debe ser fácil

¡Ni hablar! Ensayábamos desde las 3 de la mañana hasta las 3 de la tarde. Como en todas  las bandas hubo momentos muy lindos y otros no tanto, pero tuvimos tres años que fueron muy atractivos. Pero en los comienzos de la etapa “Say No More” hubo que remarla mucho porque si bien ahora escucho el disco y es una obra de arte, había shows donde iban 10 personas. Pero de a poco todo empezó a mejorar. Cuando tocamos en Obras, fui a probar sonido temprano y veo que en la cola había un montón de chicos de 15 años con el brazalete de “Say No More” y a partir de ahí la convocatoria estalló.

Para cerrar la charla me gustaría que me cuentes que desafío te queda pendiente a esta altura de tu carrera …

¡Hacer un disco solista! Tengo dos ideas: una puede ser armar un disco con todas las locuras que hago cuando toco la batería en mi estudio, por fuera de lo que exige la canción; y la otra es versionar canciones de todos los artistas con los que toqué. Espero poder concretarlo.



 

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