INFORMES: A 15 AÑOS DEL TRÁGICO INCENDIO EN EL SHOW DE GREAT WHITE. EL CROMAÑÓN ESTADOUNIDENSE

El 20 de febrero de 2003, lo que deberían haber sido solamente unas horas divertidas de headbanging, peinados con spray, pantalones de spandex ajustado y nostalgia glam metal de los años ochenta se convirtió en un horrendo infierno que se cobró la vida de 100 asistentes al concierto y dejó con serias heridas a más de 200 personas. Fue la noche en que Great White tocó en el Rock Station Club en West Warwick, Rhode Island, y el edificio entero se vio envuelto en llamas con todo el público adentro. A quince años de la tragedia, recordamos sus principales hechos.
Comencemos por el principio, contando que Great White se formó en la ciudad de Los Angeles  fines de la década del 70 por el cantante Jack Russell y el guitarrista Mark Kendall. Muy influenciados por Led Zeppelin (a quienes le realizaron un disco tributo en 1999) y luego de varios años en el circuito de bares, lograron finalmete dar el gran salto en 1989 con el disco “… Twice Shy”, el cual les permitió subirse a la ola del hair metal californiano que tuvo su esplendor a mediados de los 80. La posterior explosión del grunge y la música alternativa en la década siguiente prácticamente derrumbó las aspiraciones de la banda de mantenerse en el candelero, llevándolos a una breve separación de dos años a comienzos del 2000.

Tres años después, la gira de regreso -lejos de convertirse en un suceso- se llevó a cabo en pequeños locales de Norteamérica, atrayendo pequeñas audiencias. A pesar de eso, la banda trataba de mostrar una escenografía acorde a grandes lugares, montando un show que incluía pirotecnia y explosiones. Fue así que la noche del 20 de febrero de 2003, el quinteto se presentó en The Station, uno de esos pequeños clubes de Rhode Island sito en el 211 de la Cowesett Avenue el cual esa noche estaba excedido en capacidad de público (los reportes finales confirmaron una presencia de 462 personas, cuando el lugar se encontraba habilitado solo para 300).

Exactamente a las 23:05 la banda salió a escena con el tema “Desert Moon” e inmediatamente el tour manager Daniel Biechele activó el set de pirotecnia tal cual estaba previsto, para dar la sensación de que la banda tocaba bajo una lluvia de fuego. Biechele lamentablemente no tuvo en cuenta que detrás del escenario había un panel acústico de lana de vidrio, el cual ante la primera chispa ardió inmediatamente, propagando las llamas hacia el techo del local, que comenzó a llenarse de humo
El público tardó en reaccionar, incluso muchos pensaron que era parte del show, pero cuando el cantante Jack Russelldijo “Wow… this ain’t good” (“Esto no está nada bien”) se percataron que el incidente era muy serio.
En el concierto se encontraba el camarógrafo Brian Butler de la WPRI – TV (que casualmente estaba filmando para un informe sobre la seguridad en los boliches) quien posteriormente declaró: “Fue todo muy rápido. Ni bien la pirotecnia se lanzó, las llamas surgieron de atrás del escenario y se propagaron hasta el techo. La gente se quedó mirando, algunos retrocedieron. Cuando me di vuelta, algunos se estaban yendo, pero otros se quedaron sentados diciendo: ‘¡Buenísimo!’. Recuerdo esa frase porque yo me dije: ‘No, no está buenísimo. Es hora de irnos’…”
Para colmo, si bien las cuatro salidas de emergencia estaban habilitadas y funcionaban perfectamente, el humo y la desesperación hicieron que la gente tratara de salir por la única puerta por la que habían entrado, provocando de esta manera avalanchas y amontonamientos
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El saldo fue terrible: 100 muertos -incluido Ty Longley, guitarrista rítmico de Great White, quien no pudo dejar a tiempo el escenario- y 50 heridos por quemaduras, inhalación de humo tóxico y aplastamiento. Como consecuencia de la tragedia, el gobernador Donald Carcieri prohibió posteriormente el despliegue de pirotecnia en locales para menos de 300 personas. En mayo de 2006, Bichele (quien con lágrimas en los ojos aceptó su responsabilidad en el juicio) fue condenado a 15 años de prisión (cuatro de cumplimiento efectivo), lo mismo que Michael Derderian, uno de los administradores de The Station.

Cinco meses después de la tragedia, Great White volvió a los escenarios en un show a beneficio de las víctimas: a pesar del dolor decidieron seguir adelante con su carrera. La pirotecnia desapareció completamente de sus shows y aún siguen tocando, agrupados en dos formaciones diferentes, una liderada por Russell y otra por Randall.
En el lugar donde funcionaba The Station actualmente hay un altar con cruces recordando al centenar de víctimas.




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