ROGER WATERS - "Is This The Life We Really Want'" (Columbia 2017) ****


Transcurridos casi 35 años desde su último disco con Pink Floyd (el cuasi solista The Final Cut de 1983), Roger Waters, fiel a su estilo, no se quedó de brazos cruzados: peleas y posteriores reencuentros con sus ex compañeros, largos repasos en vivo de las obras más perdurables de la banda (The Wall y Dark Side of the Moon), incursiones en la música clásica (la opera Ca Ira), el involucramiento en debates políticos varios (desde sus diatribas anti Bush hasta el presente affaire Israel con Thom Yorke de Radiohead) y lo más importante, una carrera solista que nunca pudo hacerle sombra a su pasado glorioso.

Y luego de convertirse en sinónimo de grandilocuentes shows de estadio, Waters decide apostar por un nuevo disco en tiempos de Spotify pero sin bajar sus banderas estilísticas. Is this the life we really want? rompe el silencio discográfico y retoma el sendero tal cual lo dejó 25 años atrás con Amused to Death, tanto a nivel musical como lírico, con sus obsesiones sobre la guerra y sus consecuencias políticas a la orden del día, mezcladas con referencias autobiográficas y críticas a la sociedad de consumo.


El comienzo con “Deja Vu” (luego de la intro de “When we Were Young”) sitúa temáticamente al álbum en una referencia al pasado, tanto lírica como sonoramente., ya que en esta vida que realmente queremos las canciones de Waters remiten inevitablemente al periodo Floyd 1972/1982 como si el bajista necesitara afirmar que es el dueño del sonido y el legado del gigante progresivo, más allá de quien sea el dueño legal de la marca.

Y para ayudar a lograrlo, detrás de la consola y colaborando instrumentalmente se encuentra Nigel Godrich (Radiohead, Beck, Travis), responsable de brindar el marco sonoro adecuado para las composiciones de Waters, sin hacerlo perder su identidad, pero a a vez logrando que las canciones suenen contemporáneas, tal como ocurrió con Chaos and Creation in the Backyard de Paul McCartney.

Y ahí tenemos los ecos del pasado en “Bird in a Gel” con sus referencias a The Wall o “Smell The Roses” y sus guiños a “Have a cigar”, navegando entre momentos semiacusticos (“Bird in a Gale”), baladas sombrías avant garde (en el tema que da título al disco), los giros radioheadianos de “The Last Refugee” o la rabia de “Picture That”, probablemente el tema más poderoso de su carrera desde “Sheep”, donde el bajista escupe frases como “Imagínate un tribunal sin putas leyes/Imagínate un inodoro sin cadena/Imagínate un líder sin un puto cerebro”.

A pesar de su título, Is this the life … más que una reflexión sobre el presente, resulta un notable ejercicio de nostalgia de un artista que parece mirar al pasado con el propósito de tomar impulso


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