METALLICA - "Hardwired ... To Self Destruct" (Blackened 2016) ****
Metallica nunca le temió a los riesgos: luego de alcanzar
cierto límite instrumental con … and Justice for All dejaron atrás el
thrash técnico para conquistar el mundo con el Black Album y después arriesgarlo todo con la edición de
Load/Reload (cambio de imagen y estilo mediante). Y cuando su futuro se hacía
previsible con S&M y Garage Inc, se reinventaron en St. Anger (si, ese
sonido de redoblante todavía duele) y demostraron que si querían podían volver
a las fuentes con Death Magnetic, un disco disfrutable, a pesar de que su
sonido comprimido sea uno de los símbolos de la Loudness War de los
tiempos que corren.
Luego de ocho años de silencio discográfico, el cuarteto
lanza su décima placa (doble en edición standard triple en versión deluxe) que
a priori pareciera combinar las diferentes etapas de los 32 años de la banda.
Hardwired … to self
destruct arranca a puro machaque y doble bombo con el tema título y demuestra que el cuarteto si quiere puede seguir
haciendo su viejo y querido thrash metal de taquito, con un Ulrich (el talón de Aquiles de la banda) bastante preciso, guitarras crujientes,
y un Hetfield correcto en el aspecto vocal sin la furia de antaño pero con más
prolijidad
Sin solución de continuidad llega “Atlas Rise!”, a la postre
uno de los mejores momentos del disco, con un riff ganchero y poderoso que
combina la furia de Master of Puppets con la épica del Iron Maiden más clásico. La producción (ahora en manos del ingeniero de sonido Greg Fidelman junto a Hetfield y Ulrich) esta vez resalta en detalle los instrumentos y muestra a una banda al tope de sus posibilidades
El ritmo baja un poco con el resto del Disco 1 donde “Now That we are Dead”y “Dream No More”
recuerdan a la etapa mas alternativa de la banda, mientras que “Moth into the Flame” remite
al clásico álbum negro y los más de ocho minutos de “Halo Of Fire" encuentran al cuarteto en una
veta más experimental.
Si bien en el Disco 2 el vértigo no decae, con riffs poderosos
como los de "Confusion" y "Am I Savage?", el exceso de duración de los tracks (y
cierta repetición compositiva de la dupla Ulrich/Hetfield responsables de la autoría de 11 de los 12 temas de la placa) le empieza a jugar en contra a la banda con canciones
como "ManUnkind" y "Murder One", que pierden
en comparación con la titánica "Spit Out The Bone", donde el cuarteto en siete
minutos demuestra porque son una de las bandas de metal más importantes de la historia.
El tercer disco (solo para fanáticos) incluye homenajes a Ronnie James Dio, covers
de Maiden, Deep Purple y Diamond Head, versiones ieditas y un repaso en vivo para el Record Store
Day del pasado abril por la etapa más cruda de la carrera de la banda que, lejos de sentir el paso del tiempo, parece mostrarse cada vez más revitalizada
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