PINK FLOYD - The Endless River (Parlophone/Columbia 2014) ***
David Gilmour tuvo que pelear mucho para obtener (junto con
el baterista fundador Nick Mason) los derechos del nombre Pink Floyd en 1985,
cuando Roger Waters abandonó la banda pensando que la misma no tendría futuro
más allá de él.
Es que la marca "Pink Floyd" es una institución que detrás de millones de
discos vendidos tiene una reputación que mantener.
Es por eso que el anuncio de un nuevo disco de la leyenda inglesa
(el decimoquinto de su carrera) creó incertidumbre desde un principio, sorprendiendo a aquellos que creían que
sus lanzamientos discográficos de estudio estaban agotados desde The Division Bell, su
digno material de 1994
Precisamente desde las sesiones de grabación de ese disco
(con el fallecido tecladista original Richard Wright sumándose al tándem Gilmour- Mason
y una pléyade de sesionistas) es donde hay que partir para entender el por que
del lanzamiento de The Endless River, que no es ni más ni menos que el legado
final de Wright a Pink Floyd.
Definido (según declaraciones de la banda) como un disco
"ambient", The Endless River es instrumental, salvo el último track
"Louder Than Words" con la voz de Gilmour, que obviamente resulta el
momento más atrayente.
A pesar de las circunstancias de grabación, el material se las arregla para otorgar momentos disfrutables. Es que en un claro
ejercicio de nostalgia podemos encontrar elementos de The Wall en Allyons-Y (2)
y de Wish you Were Here en It’s what we do, en medio de un disco que en su
mayoría está integrado por piezas cortas de no más de dos minutos que se concatenan.
El resultado final es un The Division Bell Lado B, cuyos mejores
momentos están ligados a la guitarra de Gilmour como Unsung y Sum, o al melancólico
piano de Wright en The Lost Art of Conversation.
Aunque siempre quede la sensación de que se trata de un work in progress
Aunque siempre quede la sensación de que se trata de un work in progress
El viejo dinosaurio puede finalmente descansar en paz.
Comentarios