ANTICIPO:
DEATH PROOF(Quentin Tarantino): Aún sin fecha de estreno asegurada, la nueva película de QT es un desprendimiento de Grindhouse(2007), film de Tarantino y Robert Rodríguez que intentó emular el cine continuado proyectando dos películas de una hora y media cada una (la de RR se llama Planet Terror), con falsos avances de otros supuestos films entre ambas (filmados por RR, Eli Roth, Edgar Wright y Rob Zombie). Al parecer fue un fracaso de público en EE.UU., donde mucha gente se retiraba al término de la primera, desconociendo el hecho de que hubiera una segunda. Con media hora extra de duración, Tarantino reeditó su película por separado, obteniendo buenas críticas en su presentación en el pasado Festival de Cannes.
La película es un homenaje a los films de clase B -y no tanto- de los años '70 donde las persecuciones automovilísticas, la acción y las mujeres hermosas eran el principal atractivo comercial (mención especial en la película para The Vanishing Point y Bullit). Pero el posmodernismo cinéfilo de Tarantino nunca fue tan simple. El film es también un homenaje a los dobles de riesgo, e incluye varias ventanas a sub-géneros como el terror gore y el cine de artes marciales. El protagonista es un inolvidable Kurt Russell, que siempre se luce cuando -como en este caso- tiene pocos diálogos y asienta su actuación en su presencia cinematográfica. La fisicidad de sus personificaciones, la sequedad de su rostro, expresivo pero contenido, lo ubican más cerca del actor clásico estilo John Wayne y nos recuerdan tiempos mejores. Aquí interpreta a un doble de riesgo retirado por lesiones manejando un temible auto que lleva el título del film por ser a prueba de muerte, diseñado para escenas de acción hollywoodenses. El resto del elenco protagónico lo integran jóvenes actrices poco conocidas (Rosario Dawson y Rose McGowan entre otras), pero también una doble de riesgo real, Zoe Bell, y Sydney Tamiia Poitier, hija de Sidney Poitier, que QT presenta tramposamente en los títulos como Sydney Poitier, y hace que más de un espectador se pasé buscando a su famoso padre durante toda la película.
Tarantino baja los decibeles audiovisuales luego de Kill Bill, pero solo lo necesario como para poder construir logrados climas de suspenso. Los diálogos -marca de estilo de QT- se desarrollan sin apuro para insuflar de identidad a los personajes y el montaje se adapta sensiblemente al servicio de cada escena, de cada situación dramática. La larga secuencia en el bar, con varias escenas unidas y perfiladas por cada canción que suena en la rockola, es un ejemplo perfecto de como Tarantino domina el plano secuencia y el montaje visual y sonoro.
Decíamos que Tarantino es un director posmoderno, pero no se trata solo de su cóctel genérico, ni del juego con la temporalidad narrativa, también lo remarca el hecho de que corta y pega de manera tal que cada parte obtenga tanta importancia como el todo. Death Proof -como Kill Bill- está dividida en dos partes, pero esta vez están unidas aunque cambie casi todo el elenco protagónico -si pensamos que en Grindhouse, Death Proof ya era, en sí misma, una mitad, estamos ante dos mitades de una mitad, claramente distinguibles entre sí y de la otra mitad(!!!)-. Llama la atención la manera en que Tarantino abre puertas permanentemente para desarrollar las historias de cada personaje, pero casi nunca las cierra, dejando que el espectador complete intuitivamente lo que no está esclarecido. Las víctimas de Tarantino son jóvenes y llenas de porvenir, y la muerte clausura todas las posibilidades que se abrían ante ellas. Hay hasta una violación insinuada que requiere de mucha cinefilia para confirmarla (ver la trivia de http://www.imdb.com/ para sacarse las dudas).
Finalmente, el centro de la película es la carretera (otra fuga, otro camino abierto). Allí ocurre la escena más sangrienta de la película -que QT disecciona, nuevamente, transgrediento la dimensión temporal, para que no perdamos de vista ni un detalle (ni una muerte) de un choque automovilístico- y una de las persecusiones sobre ruedas más impresionantes de la historia del cine, espectacular por donde se la mire, y con un plus de feminismo, patadas y golpes de puño al estilo del cine de artes marciales.
La estética de QT también regresa a las escenas aisladas en blanco y negro, sumando unos inserts -algunos que duran menos que un segundo- para que los más fanáticos revisen pausadamente si desean entrever su significado (Ejemplo: en el título de la película hay un fotograma mezclado con el título alternativo que se manejaba durante el rodaje). Todo esto y mucho más, Death Proof sostiene el clima festivo de ensaladas genéricas y homenajes varios que Tarantino procesa como nadie, logrando que la puesta en escena de la película, por más marcada que sea, nunca este por encima del interés de la historia. El director más renombrado de los últimos años no ha agotado aún su creatividad. QT lo hizo de nuevo.
DEATH PROOF(Quentin Tarantino): Aún sin fecha de estreno asegurada, la nueva película de QT es un desprendimiento de Grindhouse(2007), film de Tarantino y Robert Rodríguez que intentó emular el cine continuado proyectando dos películas de una hora y media cada una (la de RR se llama Planet Terror), con falsos avances de otros supuestos films entre ambas (filmados por RR, Eli Roth, Edgar Wright y Rob Zombie). Al parecer fue un fracaso de público en EE.UU., donde mucha gente se retiraba al término de la primera, desconociendo el hecho de que hubiera una segunda. Con media hora extra de duración, Tarantino reeditó su película por separado, obteniendo buenas críticas en su presentación en el pasado Festival de Cannes.
La película es un homenaje a los films de clase B -y no tanto- de los años '70 donde las persecuciones automovilísticas, la acción y las mujeres hermosas eran el principal atractivo comercial (mención especial en la película para The Vanishing Point y Bullit). Pero el posmodernismo cinéfilo de Tarantino nunca fue tan simple. El film es también un homenaje a los dobles de riesgo, e incluye varias ventanas a sub-géneros como el terror gore y el cine de artes marciales. El protagonista es un inolvidable Kurt Russell, que siempre se luce cuando -como en este caso- tiene pocos diálogos y asienta su actuación en su presencia cinematográfica. La fisicidad de sus personificaciones, la sequedad de su rostro, expresivo pero contenido, lo ubican más cerca del actor clásico estilo John Wayne y nos recuerdan tiempos mejores. Aquí interpreta a un doble de riesgo retirado por lesiones manejando un temible auto que lleva el título del film por ser a prueba de muerte, diseñado para escenas de acción hollywoodenses. El resto del elenco protagónico lo integran jóvenes actrices poco conocidas (Rosario Dawson y Rose McGowan entre otras), pero también una doble de riesgo real, Zoe Bell, y Sydney Tamiia Poitier, hija de Sidney Poitier, que QT presenta tramposamente en los títulos como Sydney Poitier, y hace que más de un espectador se pasé buscando a su famoso padre durante toda la película.
Tarantino baja los decibeles audiovisuales luego de Kill Bill, pero solo lo necesario como para poder construir logrados climas de suspenso. Los diálogos -marca de estilo de QT- se desarrollan sin apuro para insuflar de identidad a los personajes y el montaje se adapta sensiblemente al servicio de cada escena, de cada situación dramática. La larga secuencia en el bar, con varias escenas unidas y perfiladas por cada canción que suena en la rockola, es un ejemplo perfecto de como Tarantino domina el plano secuencia y el montaje visual y sonoro.
Decíamos que Tarantino es un director posmoderno, pero no se trata solo de su cóctel genérico, ni del juego con la temporalidad narrativa, también lo remarca el hecho de que corta y pega de manera tal que cada parte obtenga tanta importancia como el todo. Death Proof -como Kill Bill- está dividida en dos partes, pero esta vez están unidas aunque cambie casi todo el elenco protagónico -si pensamos que en Grindhouse, Death Proof ya era, en sí misma, una mitad, estamos ante dos mitades de una mitad, claramente distinguibles entre sí y de la otra mitad(!!!)-. Llama la atención la manera en que Tarantino abre puertas permanentemente para desarrollar las historias de cada personaje, pero casi nunca las cierra, dejando que el espectador complete intuitivamente lo que no está esclarecido. Las víctimas de Tarantino son jóvenes y llenas de porvenir, y la muerte clausura todas las posibilidades que se abrían ante ellas. Hay hasta una violación insinuada que requiere de mucha cinefilia para confirmarla (ver la trivia de http://www.imdb.com/ para sacarse las dudas).
Finalmente, el centro de la película es la carretera (otra fuga, otro camino abierto). Allí ocurre la escena más sangrienta de la película -que QT disecciona, nuevamente, transgrediento la dimensión temporal, para que no perdamos de vista ni un detalle (ni una muerte) de un choque automovilístico- y una de las persecusiones sobre ruedas más impresionantes de la historia del cine, espectacular por donde se la mire, y con un plus de feminismo, patadas y golpes de puño al estilo del cine de artes marciales.
La estética de QT también regresa a las escenas aisladas en blanco y negro, sumando unos inserts -algunos que duran menos que un segundo- para que los más fanáticos revisen pausadamente si desean entrever su significado (Ejemplo: en el título de la película hay un fotograma mezclado con el título alternativo que se manejaba durante el rodaje). Todo esto y mucho más, Death Proof sostiene el clima festivo de ensaladas genéricas y homenajes varios que Tarantino procesa como nadie, logrando que la puesta en escena de la película, por más marcada que sea, nunca este por encima del interés de la historia. El director más renombrado de los últimos años no ha agotado aún su creatividad. QT lo hizo de nuevo.
Comentarios
Tiene la virtud de hacer que, al terminar el film, la vida de cada uno parezca menos dramática.
Saludos! :)
Saludos!
Es una forma de expresar que estoy de acuerdo con la crítica que hiciste. Nos gustó mucho la peli y amerita ir a verla al cine, así que vemos si vamos juntos.
Abrazo
Saludos!