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DISCOS: BON JOVI INTENTA ESTAR A LA ALTURA DE SU LEGENDARIO LEGADO EN “FOREVER”

BON JOVI – “Forever” (UMG 2024) *** 1/2

Hacía décadas que un disco de Bon Jovi no generaba tantas expectativas, ya sea tanto por el estreno del documental sobre su carrera, por los 40 años de su debut, o por las idas y vueltas por la salida de Richie Sambora de la banda, el blondo de New Jersey logró generar hype sobre este 16to álbum de la banda, sobre todo al prometer en declaraciones previas a la salida, que nos esperaba un trabajo más alegre y rockero que el lúgubre «2020».

Y las expectativas se cumplieron… a medias, con el primer adelanto «Legendary» que presentaba el mismo problema que los discos de los últimos 20 años: la sosa producción de John Shanks, ladero incondicional de Jon y mano derecha compositiva del líder luego de la salida de Richie. Ojo, no me malinterpreten: el tipo hace su laburo a la perfección componiendo himnos pop con la cantidad justa de «oh, oh,ohs» y «sha na nas» que funcionan perfecto para aquel que lo contrate, ya sea Miley CyrusAshlee Simpson Gary Barlow, pero no para el Bon Fucking Jovi, o al menos no para los parámetros que los viejos fans tienen acerca del sonido clásico del grupo.

Pero algo pasó con el segundo corte «Living Proof»: la atmósfera pop seguía presente. pero había guitarras fuertes, una base sólida y hasta la saludable vuelta del talk box característico de himnos como “Livin`On A Prayer” o “It’s My life”; solo parecía que faltaban Tommy y Gina para sumarse a la fiesta del reencuentro glam. Y ante la salida del disco, la disyuntiva estaba planteada: ¿Jon volvería a las raíces o tendríamos una nueva entrega del Bon Coldplay Jovi hecho con la Inteligencia Aritficial de Shanks? Y algo ya adelantaba Jon en la letra de “Legendary” donde decía que: “tengo lo que necesito/donde estoy es donde quiero estar”; porque lo cierto es que “Forever” deja en claro que el cantante busca sumar a los viejos creyentes, pero con Shanks -ya sin Samboras en la costa- firme piloteando la nave a su lado. Y es asi que tenemos entre los 12 tracks algunas canciones que muestran un interesante pulso rockero: “Seeds” con su toque psicodélico, “The People`s House” y su aire a “Keep The Faith”, “Walls Of Jericho” y el guiño a “Bad Medicine” y sobre todo la sentida “Waves” -co compuesta con el guitarrista Jason Isbell- que bien podría haber sido un hit en “These Days” (1995) por su explosión guitarrera, convirtiéndose por lejos en lo mejor de la placa.

Pero como buen CEO, Jon mantiene su empresa apta para consumo de todo público, aun a riesgo de volverse excesivamente empalagoso, por lo que además de dedicarle una canción para la boda de su hija (la olvidable “Kiss The Bride”) o co componer una canción de pura cepa pop junto a Ed Sheeran (la insulsa “Living In Paradise”) también hay lugar para las clásicas power ballads como “I Wrote You A Song” o la autobiográfica “My First Guitar” y mostrar la influencia del Boss Springsteen en “Hollow Man”.

Si bien se nota que Jon extraña horrores a Sambora (técnicamente reemplazado por tres músicos: el corista y percusionista Everett Bradley y Phil X y el mismísimo Shanks en guitarras, convirtiendo oficialmente a Bon Jovi en un septeto –y ya sabemos que pensaba Ricardo de las bandas con muchos músicos-) “Forever” muestra cierta intención de volver a un sonido clásico y orgánico que lo convierte en, al menos, el mejor disco de la banda en una década. Consuelo suficiente para no tener que estar permanentemente viviendo a oraciones.

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