DISCOS: EL PINK FLOYD POST WATERS VUELVE A ABRIR SUS ARCHIVOS EN “LIVE AT KNEBWORTH 1990”
PINK FLOYD – “Live At Knebworth 1990” (Sony, 2021)
En un presente en el que el nombre Pink Floyd solo es sinónimo de reediciones y peleas (precisamente una demora en el próximo relanzamiento de “Animals” desembocó en el enésimo capítulo del culebrón entre David Gilmour y Roger Waters), llega a las bateas y plataformas un nuevo lanzamiento de la versión de la banda sin el Führer Waters: la presentación del grupo en el legendario festival Knebworth del 30 de abril de 1990, cuando compartieron escenario nada menos que con luminarias como Paul McCartney, Eric Clapton, Dire Straits, Phil Collins, Robert Plant y Jimmy Page, entre otros.
Cuándo a fines de 1985, Gilmour y el baterista Nick Mason tomaron la riesgosa decisión de seguir adelante sin la pesada figura de Waters (el tecladista Richard Wright ya había volado por los aires durante la época de “The Wall”), a los fans les tomó tiempo asimilar la idea y fue recién tras la edición de “A Momentary Lapse Of Reason” de 1987 –un éxito en ventas a nivel mundial a pesar de las criticas poco favorables- que la banda logró recuperar la credibilidad perdida. Es en ese contexto en el que la banda, nuevamente con Wright a bordo, afrontó un reto poco frecuente: demostrar que podían ser parte de un festival sacando la premisa de solos y de noche a la que estaban acostumbrados.Es por eso que para la presentación en Knebworth (lugar al que la banda llegó en helicóptero debido a las condiciones climáticas, situación que hizo que los teclados se desafinaran permanentemente, según cuenta Mason en sus memorias), el principal desafío era la elección del material: solo siete temas en una hora de show. Y es así como el disco cuenta con la extensa apertura de la oda al recordado Syd Barret “Shine On You Crazy Diamond”, los hits de la era clásica (“Money”, “The Great Gig In The Sky” con el detalle de la participación de Clare Torry, la vocalista de la versión original y “Wish You Were Here”), los más de nueve minutos de “Sorrow” -el único tema de “A Momentary…”– con la vibrante guitarra de Mr Gilmour como protagonista y dos temas de “The Wall” para el cierre: la siempre gloriosa “Comfortably Numb” y la poderosa “Run Like Hell”.
DIAGNÓSTICO: Si bien la carrera de Floyd está llena de lanzamientos similares –y la etapa post Waters esté mejor representada en el vivo “Delicate Sound Of Thunder” de 1988-, este “Live At Knebworth 1990” funciona tanto para el fanático coleccionista, como para aquel que quiera tener en un solo volumen (o dos en la versión en vinilo) un rápido muestreo de la precisa maquinaria que fue la versión gilmouriana de los dinosaurios progresivos británicos.
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