SHOWS: 25 AÑOS DE “ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO” EN EL TEATRITO

1994 fue un año de crisis para Rata Blanca. Luego del éxito impensado de “Magos, Espadas y Rosas” a comienzos de la década, vino el consabido bajón que se acrecentó con la partida de Adrián Barilari. La salvación (al menos a nivel musical) llegó de la mano del ex Alakran Mario Ian y el lanzamiento de “Entre el Cielo y el Infierno”, un disco que endureció el sonido del grupo, lo acercó a las nuevas corrientes musicales y, con el correr del tiempo, se convirtió en objeto de culto para el fan de Rata

Es por eso que las expectativas eran altas tras el anuncio de que cuatro de los seis músicos que grabaron el disco (Ian, el legendario Gustavo Rowek, Sergio Berdichevsky y Javier "Chino" Retamozo; con la participación del bajista Rubén Trombini y el guitarrista José Velocet completando la formación) iban a repasarlo en su totalidad

“Herederos de la Fé” (quizás lo más Seattle que haya grabado Rata) abrió la noche ante un Teatrito repleto de fanáticos rateros old school marcando las primeras definiciones que mantendrían durante toda la velada: una banda potente y ajustada, Berdichevsky haciéndose cargo dignamente del legado Giardino en los solos y un Mario Ian impecable, con resto incluso para emular al legendario Rob Halford

El repertorio abarcó en su totalidad el álbum homenajeado (salvo por la excepción del cover de Creedence “Travellin' Band”) con momentos destacados como “Sombra Inerte del Amor”, “Patria” (con la consabida inclusión del aria “Alta en el cielo” en su solo) y la percusiva “Jerusalem”.

La primera sorpresa de la noche llegó de la mano de “Ángeles de Acero”, festejado clásico de Rata del disco “Guerrero del Arco Iris” cuya letra pertenece a Gustavo Rowek, el cual abrió el camino al repaso de algunos temas de “El Libro Oculto” (disco que Mario presentó en vivo en su momento) como “Agord, La Bruja” y “Basura”

Y luego de un emotivo recuerdo para uno de los dos grandes ausentes de la noche, el fallecido bajista Guillermo Sanchez (el otro fue sin dudas Giardino) la banda apretó el acelerador a mil con el himno barrial “En el Bajo Flores” y “Bajo Control” como corolario a una noche llena de recuerdos, buena música y un futuro que se avizora prometedor

  

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Fotos: Yess Auguier/Revista Speach (cedidas por SG Prensa y Difusión)