DISCOS: YNGWIE MALMSTEEN - "Blue Lightning” (Mascot Records 2019) ***

Desde el inicio de su carrera solista en 1984 con “Rising Force”, Yngwie Malmsteen siempre tuvo en claro que podía hacer todo por su cuenta: ejecución, producción y composición. Le llevó casi  tres décadas, pero al final pudo lograrlo en sus dos últimos trabajos: “Spellbound” y “World On Fire” donde  el sueco apostó por dedicarse también a las voces, aunque con resultados dispares.

“Blue Lightning”, su vigésimo primer disco en solitario, es un álbum principalmente de versiones con el agregado de algunos temas originales compuestos para la ocasión.  Abre el juego el tema título, donde Yngwie deja a las claras algo que venía asomando desde los 90s: su admiración por Jimi Hendrix, adoptando un estilo que, no solo renueva su anquilosado énfasis en lo barroco, sino que también lo ayuda a disimular sus falencias vocales. El mismo camino recorren el slow blues “Blue Jeans Blues” (original de ZZ Top) y el instrumental “1991 Strut” donde el sueco parece sentirse a gusto por salirse del libreto que el mismo escribió por décadas.

Pero otro cantar son el resto de los covers: hay dos de Hendrix (“Foxey Lady” y “Purple Haze”) a la par del concepto del disco; y dos de sus amados Deep Purple (“Demon’s Eye”  y la trillada “Smoke On The Water”) donde a su ya habitual pirotécnico estilo, el ex Alcatrazz le agrega una pequeña cuota de feeling

Las sorpresas en la selección llegan por partida triple, con audaces versiones de “While My Guitar Genly Weeps” de los Beatles, “Paint it, Black” de los Rolling Stones (obviamente en tono épico) y “Forever Man” de Eric Clapton (precisamente a quien más recuerda el registro vocal del sueco)  a las cuales Yngwie le saca cualquier resabio de la magia original, a pura carrera con el diapasón.

Aunque irregular, con "Blue Lightining" Yngwie por primera vez en mucho tiempo logra sorprender y, a pesar de la producción cuasi amateur del disco (a cargo obviamente de él mismo) y su poca técnica vocal, se reconoce la intención por correrse de caminos demasiado recorridos