SHOWS: LA MISSISSIPPI FESTEJÓ SUS TREINTA AÑOS EN EL LUNA PARK: Un largo viaje con un equipaje de blues
“Lo bueno lleva tiempo, /lo difícil es saber esperar/y yo,
esperé este momento /como un buen vino en la oscuridad” canta Ricardo Tapia en “Reserva Especial” el
tema que La Mississippi grabó como autohomenaje por sus 30 años con la música. Y la paciencia es precisamente la clave de la
permanencia del núcleo de la banda (conformada, además de Tapia, por Gustavo Ginoi en guitarra Juan Carlos Tordó en batería y Claudio Cannavo en bajo, además del
tecladista Gastón Picazo) para mantenerse
unida durante tres décadas en donde pasaron cambios de formaciones, de propuestas
musicales y de niveles de convocatoria; y que confluirían en el show más
importante de su carrera en el templo de Corrientes y Bouchard.
Ya habían pasado Los Mentidores, el muy
buen proyecto de blues cordobés liderado por el manager José Palazzo, y media hora después de lo pactado salió a escena el payador
Emanuel Gabotto quien introdujo el
show recapitulando a pura rima los diversos logros del quinteto, que salió a
escena con “Niño Bien” de disco “Cara y Ceca” de 1997 con unas muestras de
felicidad en sus rostros que hablaban por si solas.
Con un oficio que solo dan los años y haciéndole frente a la
adrenalina del momento, la banda encaró el show como una reunión de viejos
amigos, por lo que se hicieron presentes ex miembros de la familia Mississippi
como los históricos saxofonistas Zeta
Yeyati y Eduardo Introcaso para
“El Matadero”, el armonicista Rubén
Vaneskeheian para “The Creeper Returns” y
el tecladista Chucky de Ipola
para “San Cayetano”.
Pero como en toda fiesta que se precie de tal, lo importante
fueron los invitados. Es así que en más de dos horas y media de show desfilo
una lista ecléctica de contertulios: desde Valeria
Lynch (para una disfrutable versión de “Desconfío” de Pappo) al Tano Marciello
(para “Ermitaño”) pasando por Willy
Quiroga de Vox Dei (para “Azúcar
Amargo”), Mariano Martínez de Attaque 77 (“Un Día Feliz”), el bluesman
Daniel Raffo (para una sublime
interpretación de “Caledonia”), Botafogo
(“Gato de la Calle Negra” también de Pappo),
las reformadas Blacanblus (“Same Old
Blues”) , Facundo Soto de Guasones (“Ahora
Vengo”) y Piti Fernández de Las
Pastillas del Abuelo (“Blues del Equipaje”).
Luego de una lista de más de treinta canciones que
recorrieron toda su discografía, además de varios clásicos del rock nacional y
perlas selectas del cancionero blusero internacional, solo quedaba el cierre
con los clásicos “Café Madrid” y “Un trago para ver mejor” con todos los
invitados en el escenario y el público de pie, antes del adiós definitivo con “Mala
Transa” para culminar un festejo que tuvo todos los ingredientes para quedar en
el recuerdo.
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