IRON MAIDEN - Estadio Velez Sarsfield - 15/03/2016 *** 1/2
De Aquí a la Eternidad
Desde su debut porteño en 1992, Argentina se convirtió en una parada obligada de casi todas las giras subsiguientes de Iron Maiden.
Con el lanzamiento el año pasado del ambicioso disco doble The Book of Souls, la banda dio comienzo a una nueva etapa, tras un período de incertidumbre con el vocalista Bruce Dickinson batallando contra un cáncer de lengua que amenazó con poner en duda la estabilidad de la banda. Tras una exitosa recuperación, la incógnita era saber si en esta nueva visita, la banda seguiría sonando como en su época de apogeo.
Quince minutos después de las 21 comenzó a sonar la clásica introducción de Doctor Doctor de UFO, se apagaron las luces y el sexteto salió a escena con el in crescendo de la épica If Eternity Should Fail, la cual oficia como apertura de The Book of Souls.
Y precisamente ahí estuvo el detalle característico de esta nueva visita de la banda: la apuesta por los medios tiempos y el sonido oscuro y progresivo de la placa, en desmedro de la furia metalera de varios de sus clásicos.
A continuación, la rockera Speed of Light se llevó los primeros aplausos antes de darle paso al primer tema histórico: Children of The Damned del debut discográfico de Dickinson con la banda: The Number of The Beast (1982).
Desde su debut porteño en 1992, Argentina se convirtió en una parada obligada de casi todas las giras subsiguientes de Iron Maiden.
Con el lanzamiento el año pasado del ambicioso disco doble The Book of Souls, la banda dio comienzo a una nueva etapa, tras un período de incertidumbre con el vocalista Bruce Dickinson batallando contra un cáncer de lengua que amenazó con poner en duda la estabilidad de la banda. Tras una exitosa recuperación, la incógnita era saber si en esta nueva visita, la banda seguiría sonando como en su época de apogeo.
Mientras caía la tarde en el José Amalfitani, subió a escena
Anthrax intentando cubrir algunos desperfectos de sonido a puro volumen. Con un repertorio que mezcló varios clásicos
(Caught in a Mosh en la apertura, Indians en el cierre), covers (Antisocial de
Trust, Got The Time de Joe Jackson) y temas de su flamante disco For all the
Kings, el quinteto liderado por el guitarrista Scott Ian se mostró en buena
forma, con un Joey Belladonna impecable desde el punto de vista vocal, dejando el escenario caliente para la atracción principal.
Quince minutos después de las 21 comenzó a sonar la clásica introducción de Doctor Doctor de UFO, se apagaron las luces y el sexteto salió a escena con el in crescendo de la épica If Eternity Should Fail, la cual oficia como apertura de The Book of Souls.
Y precisamente ahí estuvo el detalle característico de esta nueva visita de la banda: la apuesta por los medios tiempos y el sonido oscuro y progresivo de la placa, en desmedro de la furia metalera de varios de sus clásicos.
A continuación, la rockera Speed of Light se llevó los primeros aplausos antes de darle paso al primer tema histórico: Children of The Damned del debut discográfico de Dickinson con la banda: The Number of The Beast (1982).
Los temas de The Book of Souls, si bien pierden algo de
encanto en las dimensiones de un estadio, permiten el lucimiento de los seis integrantes:
con el fundador Steve Harris (esta vez sin tanto protagonismo) y Nicko McBrain
sosteniendo la base para que las tres guitarras (el siempre cumplidor Dave
Murray, el virtuoso Adrian Smith y Janick Gers, fundamental a nivel visual) se
destaquen y Dickinson recorra una y otra vez las pasarelas
del impactante escenario, ambientado con la estética maya que actúa como hilo conceptual
del disco.
Así fue pasando lo más destacado del presente, (Tears of a
Clown con dedicatoria a Robbie Williams incluida) con los clásicos de antaño,
que por momentos parecían no cuajar demasiado con la propuesta actual de la
banda, en especial The Trooper y Iron Maiden que si no fuese por la gigantesca figura de la mascota Eddie que se erigía al fondo del escenario, por momentos no parecían interpretados por la misma banda que había ejecutado los épicos 13 minutos de The Red and the Black.
Quizás para no desentonar tanto
con el sonido de The Book... la banda haya decidida sumar algunos clásicos en la
misma linea estilística como Powerslave o Hallowed Be Thy Name, además de la celebrada inclusión de Blood Brothers de Brave New World; en desmedro de gemas ausentes como Two Minutes to Midnight o Run to the Hills.
Tras casi dos horas de show, Wasted Years marcó el final dejando a la gran performance de Dickinson (tanto vocalmente como a nivel visual) como lo mejor de un Iron Maiden que demostró que no le hace falta apelar al pasado glorioso para sacar a relucir un presente igualmente memorable.
LISTA DE TEMAS
If Eternity
Should Fail
Speed of
Light
Children of
the Damned
Tears of a
Clown
The Red and
the Black
The Trooper
Powerslave
Death or
Glory
The Book of
Souls
Hallowed Be
Thy Name
Fear of the
Dark
Iron Maiden
Bises
The Number
of the Beast
Blood
Brothers
Wasted Years
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