HERBIE HANCOCK - Teatro Gran Rex 20/08/2013 *** 1/2

*Originalmente publicado en Bs As Metal Shows http://www.bsasmetalshows.com/2013/08/hh/

En su regreso al país, el virtuoso pianista deslumbro nuevamente a su público en dos funciones a sala llena

Una velada a puro jazz y buen gusto



Desde temprano en el lobby del Teatro Gran Rex comenzaron a congregarse varios músicos de la escena local, entre ellos Rodolfo Garcia (legendario baterista de Almendra y Aquelarre), Fabián Von Quintiero, el tecladista y productor Tweety González y el guitarrista Luis Salinas. Es que Herbie Hancock siempre fue un rara avis dentro del mundo del jazz, convocando no solo a los seguidores acérrimos del género, sino también expandiendo sus fronteras hacia otros estilos, como ocurrió en 1983 con el impresionante éxito de Rockit, su experimento tecno funk que copo las pantallas de MTV gracias a su por entonces innovador video clip

Poco después de la hora señalada, la banda comenzó a hacerse presente sobre el escenario. Primero fue el turno del gran Vinnie Colaiuta, una leyenda de los parches que fue recibido con una ovación, para posteriormente dar paso al percusionista indio Zakir Hussain, encargado de darle al cuarteto el toque world music con su tabla. Luego sería el turno del bajista James Genus (quien ha desplegado su talento con figuras que van desde Bill Evans a Daft Punk), un músico que fusiona en su ejecución lo mejor del jazz y el funk; para luego dar paso a la salida de Hancock, quien entró bailando al ritmo firme desplegado por su banda

La música de Hancock parte del jazz para sumergirse en otras aguas: puede volverse funk en Watermelon Man (de su placa debut de 1962), meterse de lleno en el soul como en Come running to me (de su clásico Sunlight, en donde tocara el gran Jaco Pastorius) con un interesante uso del vocoder que lo acerca a la etapa más gloriosa de Stevie Wonder, o puede bien desde rozar la música clásica en su solo de piano, a experimentar con la world music como en el segmento liderado por la tabla de Hussain; siempre con resultados agradables que hacen que el tiempo vuele desde la platea

Con un humor envidiable y destacadas cualidades de showman que se vislumbran en su esfuerzo por comunicarse en español, el pianista de 73 años pasa del piano al keytar (teclado que se cuelga como si fuese una guitarra) y por momentos le cede el protagonismo a sus compañeros de banda, los cuales aceptan el convite y se despachan con sendos solos que desembocan en interacciones plenas de virtuosismo y buen gusto

Tras casi dos horas de show, una intensa versión de Cantaloupe Island (ya un standard de jazz que el proyecto US3 reversionara y posicionara nuevamente en los rankings en 1993) nos marca la primera despedida.
De todos modos para los bises quedarían los momentos más bailables del concierto: el ya mencionado Rockit con Hancock luciéndose en los sintetizadores y un final a puro groove con Chamaleon, demostrando que la buena música no necesita de etiquetas para disfrutarse

Músicos: 
Herbie Hancock (piano, sintetizadores, teclados, vocoder) 
Vinnie Colaiuta (batería)
Zakir Hussain (tabla y percusión) 
James Genus (bajo).

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