THE WINERY DOGS – Teatro Flores 01/08/2013 ****


Buen gusto x 3

Si el surgimiento de The Winery Dogs (súpergrupo que reúne al baterista ex Dream Theater Mike Portnoy, al bajista de Mr Big y ex David Lee Roth Billy Sheehan y al ex Poison y ex Mr Big Richie Kotzen en guitarra y voz) fue una de las sorpresas más agradables de éste 2013, mucho más aún fue la llegada del power trío a Sudamérica en la primera escala de su primera gira mundial

Si bien su autotitulado disco debut aún no tiene edición local, la importante concurrencia que se dio cita en el local del barrio de Flores (con gran cantidad de músicos de la escena vernácula) demostró que no era necesario contar con el material en las bateas para presenciar una clase magistral de virtuosismo y buen gusto.

Luego de que los legendarios Presto Vivace calentaran la previa con su metal progresivo, minutos antes de las nueve de la noche los Winery Dogs se adueñaron del escenario abriendo la velada con Elevate, tema que oficia también de apertura de su debut, con un sonido claro y potente.

La propuesta de la banda se basa en un hard rock de raigambre clásica, aunque con unas notorias influencias que van desde el blues al funk, además de la vibra soul que le dan las logradas armonías vocales de los tres músicos
Con Criminal y We are one se hizo más evidente la propuesta del trío: mostrar el buen gusto a la hora de la ejecución, sin perder de vista el énfasis en el formato canción

Llama la atención ver a Portnoy con una batería de solo cinco cuerpos, sin la parafernalia a la que nos acostumbró en Dream Theater (incluso durante su solo bromeó al respecto). La versión minimalista de este virtuoso de los parches le permitió entonces concentrarse en la base y los coros, sin dejar de lado la comunicación con el público, una de sus principales virtudes en vivo

Por el lado de Sheehan, se lo nota con mayor protagonismo que en sus actuaciones con Mr Big a nivel presencia escénica: juega con el público, bromea y demuestra que puede tocar su instrumento de mil maneras inimaginables sin siquiera inmutarse

De todos modos las palmas se las lleva Kotzen, quien a pesar de sus inicios dentro del género shred (donde la velocidad en la ejecución es lo único que cuenta), hace tiempo que dejó de postularse como la pistola más rapida del Oeste para concentrarse en solos repletos de feeling, además de sorprender con su exquisito registro de voz que por momentos lo acerca a un Chris Cornell más melódico y no tan estridente.

Luego del clásico Stand de Poison (interpretado en versión acústica solamente por Kotzen) llegó el punto más alto del show con la coreada Shine de Mr Big, seguida por la melódica I´m no angel

Luego de casi dos horas de concierto, el final llegó on Fooled Around And Fell In Love, un exquisito cover de Elvin Bishop (también versionado por Rod Stewart), con Kotzen en el piano, antes del cierre definitivo a puro groove con Desire, y la promesa firme de un próximo regreso en breve, que todos los presentes esperamos.



@aledocarmo

Gracias  a Diego Perri por su colaboración

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