CORROSION OF CONFORMITY - Roxy 25/08/2013 ***

Reseña realizada para Revista Madhouse 

Volumen corrosivo, breve conformidad

En menos de una hora de show y con un volumen brutal, el trío de North Carolina hizo su debut oficial en Buenos Aires con un show polémico debido a su corta duración


Ni "Buenas noches", ni "Gracias por tanto" ni "Te amamos Argentina", el final del primer show de Corrosion of Conformity en el país fue tan repentino como la noticia de su presentación, y dejó a muchos de sus fanáticos con ganas de más

Formados en 1982, Corrosion of Conformity (COC) comenzaron siendo uno de los referentes principales del crossover, para, con el correr del tiempo y cambio de integrantes mediante, llevar su sonido hacia corrientes más ligadas al stoner y el sludge metal

Mientras un público variado (desde thrashers a hardcores, desde pelos largos y barbas con remeras de Down hasta bermudas y gorritas) iba llegando lentamente al Roxy (lugar que le dio un marco más decoroso a la convocatoria originalmente pensada para el Teatro Flores), llegó el turno de la banda invitada: Coalission. Con un sonido potente y claro, la banda thrasher presentó su propuesta ante un público que solo logró engancharse a medias con los covers de Paranoid (Black Sabbath) y Symphony of Destruction (Megadeth)

La no participación de Pepper Keenan (artífice de su etapa más popular, hoy en Down junto a Phil Anselmo), si bien le quitó a la banda cierta convocatoria, le permitió al trío fundador (Reed Mullin en batería, Woody Watherman en la guitarra, y Mike Dean en el bajo) poder reconvertirse y lanzar su nuevo y autotitulado disco en 2012, además de dejarles el camino libre para repasar en vivo las diferentes etapas de una carrera que ya lleva más de tres décadas


El comienzo con Bottom feeder dejó a las claras el volumen atronador con el que la banda dijo presente. Guiados por la sólida base conformada por Dean y Mullin, (quienes además se repartieron las primeras voces), COC transitó en su breve set por todas las etapas de su carrera: hubo tiempo (aunque con gusto a poco) para su inicios hardcore (Loss for words; Holier), su etapa con Keenan (Vote with a bullet; Deliverance, el ya mencionado Bottom feeder) y su material más reciente (Psychic Vampire; The Moneychangers)

Si bien los músicos fueron bastante parcos con la audiencia (solo un tibio buenas noches por parte de Dean promediando el show) nada hacía prever que, luego de Priest brains y menos de 60 minutos de show la banda no regresaría a escena.
Luego de unos minutos de desconcierto y caras largas en el público, un asistente señaló que el show había terminado definitivamente (aparentemente la banda no estaba del mejor humor por problemas en el retorno) y mientras nos zumbaban los oídos emprendimos el regreso

Una triste y sorpresiva decisión que empañó una actuación que tuvo momentos de alta intensidad








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