PEARL JAM, THE BLACK KEYS y THE HIVES - Costanera Sur 03/04/2013 ****


Creyendo en milagros

A pesar de los múltiples inconvenientes en la organización, las tres bandas principales de la segunda fecha del Pepsi Music no defraudaron


¿El Festival Más Grande?
Barro, lluvia, espacios anegados por el agua, bandas tocando a las tres de la tarde para nadie (algunos sets comenzaron antes de que se dieran puertas) y una reiterada sensación de que más no es de ninguna manera sinónimo de mejor fue el balance que nos dejó la organización del autodenominado Festival mas Grande de la Historia, nombre posteriormente cambiado (sponsor y sentido común mediante).
La postal de Rosal tocando solamente para los técnicos, ya que aun no se habían abierto las puertas del complejo, habla a las claras de que desde lo organizativo se hizo todo lo posible para que lo extra musical cobrara mayor importancia que lo artístico. Bandas muy interesantes como los locales Atzmus o los ascendentes Utopians, así como destacadas propuestas foráneas como Alabama Shakes y Two Door Cinema Club presentándose ante un puñado de asistentes no solo es un desperdicio artístico, sino una falta de respeto a los músicos y a la audiencia que pagó para poder ver más que solo el 80% del cartel

THE HIVES – Odio decir que te lo dije


Con problemas en su vuelo desde Brasil, lo que los obligó no solo a no vestir sus tradicionales trajes, sino también a usar instrumentos y equipos prestados, The Hives sorprendieron gratamente, no solo por su habilidad para sobreponerse a las vicisitudes mencionadas, sino también por el hecho de entender lo que hay que tener en cuenta en un festival de rock. 
Con un sonido fuerte y directo, la banda sueca de garage arrancó las primeras ovaciones de la tarde/noche, sobre todo gracias al despliegue del cantante Pelle Almqvist quien le hizo honor a su apodo de aullador y apeló a sus dotes histriónicos para entretener a la audiencia con su español rudimentario autotitulándose "el rey del rock n' roll", subido a unas columnas y amenazando tocar más de 10 mil canciones. 
En un set corto pero contundente se destacaron las aplaudidas Main offender, Hate to say I told you so y el cierre con Tick tick boom.

THE BLACK KEYS – El Camino a la fama


Con más de una década de carrera los Black Keys finalmente comienzan a disfrutar internacionalmente de las mieles del éxito, sobre todo luego de la edición del laureado El camino, disco cuyos temas marcaron el repertorio de su primera presentación en Argentina
Con una propuesta bastante austera y vintage, el dúo oriundo de Ohio fue la antítesis perfecta para el clima incendiario de The Hives en el show previo: si lo de los suecos fue adrenalina pura, lo del tándem Auerbach/Carney fue la muestra perfecta de cómo los nerds pueden llegar al poder. 

Estética minimalista sumamente calculada, desfile de guitarras de colección y una mezcla de blues con samplers es la propuesta de The Black Keys, que en vivo se ven fortalecidos por una backing band colaborando en teclados, bajo y guitarra rítmica, siempre con el pulso irregular de Patrick Carney en la batería, dueño de una técnica poco ortodoxa, como pulso permanente de la banda que fue destilando hit tras hit de sus últimos dos discos.
Luego de 90 minutos de show Dan Auerbach anunció el final con I got mine, prometiendo la vuelta, que esperemos se de pronto y en un lugar más apropiado

PEARL JAM - Absolutamente nada ha cambiado


La espera se hacía larga y el cansancio de la jornada se estaba haciendo sentir, cuando de pronto las luces se apagan y Pearl Jam sale a escena por tercera vez en Argentina, esta vez con Release, esa oscura balada que cerraba formalmente Ten, su disco debut de 1991. El sonido era bien fuerte y claro, y la banda sonaba ajustada, salvo por la voz de Eddie Vedder que demostraba cierto cansancio. 
De todos modos los primeros acordes de Even flow nos trajeron a la banda que todos estábamos esperando: un Matt Cameron imparable en la batería, codo a codo con el bajista Jeff Ament, su socio a la hora de armar una base solida.
La otra pared que sostiene a la banda es la del tándem de guitarras McCready/Gossard: el primero, más volátil, se llevó la mayoría de los solos y las palmas, mientras que el segundo no busca el protagonismo y se concentra en levantar un muro sonoro a través  de su instrumento.

El repertorio recorrió gran parte de su discografía: desde el iniciático Ten (del cual sonó Deep, además de los himnos Jeremy y Black) hasta su último lanzamiento de estudio Backspacer (que ya pide a gritos un sucesor), del cual desfilaron Just breathe y Got some. Esa delicada mezcla entre melancolía country/folk y furia punk por momentos hace que el show pierda vértigo en los momentos más calmos, con el líder preocupado por el bienestar de su público (la tragedia de Roskilde sigue latente en el ánimo de los músicos). Y es ese precisamente uno de los puntos fuertes del quinteto de Seattle: Vedder recuerda a las víctimas del temporal del día anterior, recita letras de Dead moon en castellano, nos dice que no le contemos a los brasileros pero que nosotros somos mejores, y uno no tiene más remedio que creerle y dejarse llevar. 
Con una voz gastada que al principio sonaba baja en volumen (utilizando el consabido recurso de dejarle al público las partes altas) pero que con la ayuda de un buen tinto fue calentándose hasta volver a ser la misma que conocemos en clásicos inoxidables como Daughter (en gran versión) y Alive, el cantante demuestra permanentemente que tiene un magnetismo especial, que en gran parte es lo que hace que Pearl Jam se haya convertido en un referente ineludible para el publico rockero local post 30

Luego de una casi punk Rearviewmirror llegó finalmente el Pearl Jam que le gusta a la gente en los bises: potentes en Do the Evolution  y Animal, melancólicos en Just Breathe y Black, nostálgicos en los dos consabidos covers (Rocking in the free world de Neil Young y I believe in miracles de Ramones), antes del esperado final con Yellow ledbetter en donde Vedder se queda mirándonos desde un costado durante el solo hendrixiano en la coda final, como explicándonos que es sólo un hasta pronto. 
Y como durante las dos horas anteriores, no podemos hacer otra cosa que creerle

Setlist
Release
Even Flow
Lukin
Corduroy
In Hiding
Save You
Deep
Jeremy
Wishlist
Hail Hail
Given to Fly
I Got Id
Daughter 
Got Some
Better Man 
Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town
Rearviewmirror

Do the Evolution
Animal
Just Breathe
Black 
I Believe in Miracles 
Alive
Rockin' in the Free World 
Yellow Ledbetter
Fotos gentileza de Agustín DusserreRolling Stone



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