Robert Plant & The Sensational Space Shifters, 02/11/12 - Estadio Luna Park ****

En su tercera visita al país el veterano cantante demostró su vigencia y revisitó algunos clásicos de Led Zeppelin


El guardian del túnel del tiempo


Luego de un breve set acústico de Richard Coleman y con puntualidad inglesa, vestido de manera casual y luego de una presentación locutada ad hoc, Robert Plant se apoderó del escenario a 16 años de su ultima y memorable presentación en el país, en esa ocasión junto a su coequiper Jimmy Page en lo que fue el momento más cercano que tuvimos en Sudamérica de presenciar un concierto de Led Zeppelin.

Poco queda de aquel sex symbol de principios de los 70s que se llevaba el mundo por delante revoleando su melena dorada al viento y sacudiendo su pelvis. El Plant de hoy (que acusa 64 años), camina reposadamente el escenario, se relaja bebiendo una taza de té entre tema y tema, se refiere respetuosamente a la audiencia y se concentra en lo más importante: la música. Con imperceptibles gestos dirige a su banda, le da espacio a sus músicos para que se destaquen y, desde el punto de vista vocal, se concentra en las notas altas, las cuales alcanza con menor entusiasmo que antaño, pero con una mayor técnica.

El comienzo fue con Tin Pan Valley del disco Mighty rearranger (álbum que sirvió como hilo conductor del show), el cual marcó la pauta del concierto: un sonido climático, por momentos hipnótico hasta la inevitable explosión de las guitarras eléctricas de Justin Adams y Liam “Skin” Tyson.

No obstante, Plant sabe lo que el público que agotó las dos funciones espera: clásicos de Led Zeppelin. Es por eso que el primer festejo de la audiencia fue con Friends la primera versión de la noche de su clásica banda, cuyo sonido folk/blues se mimetizo de manera ideal con el esto del repertorio, el cual prosiguió con  una vibrante versión de Spoonful (tema de Howlin Wolf inmortalizado por Cream ) y  la étnica Somebody knocking, para darle paso a una particular versión de Black Dog, con tintes semi acústicos destacándose el africano Juldeh Camara,  quien hizo gala de su particular voz amén del dominio de instrumentos autóctonos como el ritti, un violín con una sola cuerda oriundo del oeste del continente.

Afortunadamente, los Sensational Space Shifters (una versión ampliada de su anterior banda de apoyo: The Strange sensation) no juegan a ser una versión de Led Zeppelin bajo presupuesto, sino que buscan darle a los viejos clásicos un nuevo sonido donde se mezcla la world music (en especial la africana) con el blues rural y el folk celta más guitarras de rock . Así suenan Four sticks, Ramble on y Whole lotta love en tres versiones interesantes, que levantan al publico más rockero a pesar de que el baterista Dave Smith decida no imitar al legendario John Bonham (algo que seria imposible de todos modos) y busque nuevas variantes sonoras para enriquecer los temas

El final, luego de casi dos horas de show, llegaría con una emotiva versión de Going to California y un cierre a toda potencia con Rock and roll, porque un poco de nostalgia nunca viene mal, y mucho menos si el encargado es una de las voces legendarias del genero que sigue ganándole la batalla al paso del tiempo

SETLIST
Tin Pan Valley 
Another Tribe
Friends
Spoonful  
Somebody Knocking  
Black Dog
All the King's Horses  
Bron-Y-Aur Stomp
The Enchanter
Four Sticks
Ramble On  
Funny in My Mind (I Believe I'm Fixin' to Die)
Whole Lotta Love  

Encore:
Going to California
Rock and Roll

Comentarios

Aldo dijo…
Me lo perdí (todo no se puede) así que quedara para la proxima.. sin embargo me cuesta un poco asimilar las versiones de Zeppelin modificadas al sonido actual de su banda, aunque reconozco que es lo mas honesto de su parte. Pero eso es problema mío, asi q no viene al caso.. por lo que veo ha sido un gran show.. buena reseña además. Un abrazo!
Ale Do Carmo dijo…
Hola Aldo. Es verdad, si de algo no podemos acusar al viejo Robert es de falta de honestidad en esta ultima etapa. Aunque creo que todos quisieramos que deje de ser honesto y vuelva con Zeppelin! Abrazo!
santiago segura dijo…
Gran show, se me hizo cortísimo y había pasado una hora y media. Fui el viernes pero la lista fue idéntica: impresionantes las reacciones del público ante cada tema, fuera de LZ o no; desde el comienzo las ovaciones fueron tremendas y creo que merecidas, igual me sorprendió. Su voz se mantiene más que bien, excelente, y lo mejor de todo es que pueda cantar los temas de Zeppelin en la tonalidad original.

Creí que la banda era la misma de Band of Joy con algún miembro más pero nada que ver, la rockearon mucho más. Los mejores "momentos Zeppelin" fueron, a mi gusto, Ramble on y Going to California (no la esperaba y me mató, preciosa). Aunque Rocanrol es Rocanrol (?).

A pesar de haber hecho comentarios casi exclusivos sobre la parte Zeppelin del show, banco que Plant haga la suya, sus discos solistas son todos buenísimos (me falta escuchar un par, los más viejos) y el show no decae cuando toca temas de los mismos (¡Mighty Rearranger es un discazo!)
En el Gran Rex hubiera volado pelucas.

Corto acá porque me cebé, ¡grande Rober!

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