BOB DYLAN - Tempest (Columbia 2012) **** 1/2
¿Qué hubiese sido de la música de Bob Dylan sin la influencia de The Beatles?, ¿sin el grito de "Judas" del público conservador en 1965 al electrificar su sonido?, ¿sin el rock como movimiento cultural determinante a comienzos de los 60? Quizás los últimos discos del poeta tengan la respuesta.
Si bien Time out of mind (1997) resultó, de la mano del productor Daniel Lanois, un volver a nacer para Dylan, fue sobre todo a partir de Love and theft (2001) que el cantante decidió embarcarse en esa música tan añeja que parece sin tiempo. Un sonido pre 50s, mezcla de blues y jazz, con algo de country y casi nada de folk tradicional, como lo marca Duquesne whistle, el track que abre el disco (y primer corte).
En su disco de estudio numero 35, el viejo trovador repasa, de manera más sombría que de costumbre, viejas obsesiones (el paso del tiempo, los desengaños amorosos), recuerda a otros iconos de la cultura rock (Roll on John dedicada a Lennon) y hasta describe un imaginario viaje en el Titanic (con referencias a la película de James Cameron incluidas) en el largo opus de 14 minutos que da título a la placa.
Es menester no dejar de escuchar Narrow way y su fuerza blusera además de Long and wasted years y Pay in blood donde la voz vieja y carrasposa de Dylan transmite más que en sus mejores épocas
Viejo maldito, lo has hecho una vez más
Comentarios
Algún día aparecerá otro tan genio.
Aldo, disfruta la escucha!
Abrazo!