LUIS ALBERTO SPINETTA – Un mañana
Que un artista con una trayectoria de 40 años siga haciendo discos a la altura de su destacada trayectoria, es un caso realmente meritorio para el rock de habla hispana.
En su disco numero 17 como solista, El Flaco nos trae un disco en la vena de su anterior Pan, pero con composiciones más logradas y una banda mas compacta.
La poesía spinetteana sigue afortunadamente viva (la balada acústica Hidra al sol que dice“Oh, mi amor / dime cuándo quema el sol / con mis manos haré brisa para que no /dime si podré jugar / sin los sueños la armonía no tiene lugar…”, es un buen ejemplo) y su voz, si bien moviéndose en un registro cada vez mas grave, conserva esa delicadeza que la hace única.
Los temas resuenan a su etapa con Jade, a través de la soltura del jazz con el piano como guía, como lo demuestran el primer track La mendiga, No quiere decir y el track instrumental que le da nombre al álbum
Mucho del merito de esta lograda etapa post Socios del Desierto, lo tiene su actual banda: la sólida base rítmica conformada por la bajista Nerina Nicotra y el baterista Sergio Verdinelli, los teclados de Claudio Cardone (el coequiper perfecto para esta etapa de Spinetta) y los tres guitarristas invitados (además del propio Luis Alberto obviamente) Baltasar Comotto (también acompañante de la banda del Indio Solari), Sartén Asaressi y el uruguayo Nicolás Ibarburu (ex Fito Paez y Jaime Ross), que dejan huellas de su talento.
Si bien el disco es muy parejo y climático, además de los ya mencionados, hay dos temas que se destacan del resto: la melódica y romántica Tu vuelo al fin (con un logrado solo de guitarra sobre el final) y la sentida Mi elemento
Bien vale la pena gastarse unos pesos cuando pasemos por la disquería (el diseño del CD, de forma irregular recuerda a Artaud, infaltable clasico de Spinetta y el rock nacional en general)
Ale "The critic" Do Carmo
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