DEEP PURPLE – Estadio Luna Park - 26/02/2008 - *** ½
Ritual de lo habitual
Ante un Luna Park repleto la legendaria banda inglesa mostró un show efectivo pero no demasiado original
Así como los Ramones durante los 90 y los Wailers durante la presente década, Deep Purple se ha convertido en un visitante habitual en nuestras pampas desde aquel inolvidable concierto de marzo del ´97 en el Estadio Obras, aun con el tecladista Jon Lord en sus filas hasta esta, su sexta visita
Tantos shows en tan pocos años provocan en algún momento una sensación de deja vu, de haber presenciado la misma escena unas cuantas veces: los superb de Gillan agradeciéndole al público, la referencia a Piazzolla y a Star wars en el solo de Airey, los riffs de clásicos del hard rock durante el solo de Morse (Whole lotta love de Led Zeppelin, Paranoid de Black Sabbath y Sweet child o´mine de GN´R entre otras) y una lista de temas con cada vez menos sorpresas y mas obviedades
Perfectos extraños
Si hay algo para destacar de este recital en relación a los anteriores es el fervor del público. Coreando cada uno de los clásicos, no solo las partes cantadas, sino también los solos de guitarra y las melodías. Así como los Rolling Stones, estos tipos van a morir sobre el escenario.
Ian Gillan seguramente esta pagando el precio de tantos alaridos a través de los años y, a pesar de no desentonar, es al que mas se le nota el paso del tiempo en las notas hiper agudas y en el dominio escénico. Roger Glover marcando solidamente la base y destacándose en Pictures of home y Black night; Don Airey, el “chico nuevo de la banda” emulando al recordado Jon Lord y sobresaliendo en las partes de teclado, un asombroso Ian Paice pegándole a la batería mas fuerte que cualquier batero 40 años mas joven, y un Steve Morse que demuestra su talento en cada nota que toca dándole otro color a los clásicos solos patentados por Ritchie Blackmore
Noche (para nada) negra
La ventaja de tener cuarenta (si, 40) años de trayectoria, incluye tener innumerables temas para armar el set list. El elegido para la apertura fue Pictures of home, un temazo del disco Machine head que rankea alto en el corazón del fan, que lamentablemente quedo deslucido ya que el sonido convirtió a los primeros dos temas en una bola de ruido. Para el segundo tema, Wrong man (de su ultimo disco de estudio Rapture of the deep) el sonido fue lentamente normalizándose y al promediar el show llego a un nivel discreto.
Si bien hubo clásicos que brillaron por su ausencia (como por ejemplo Fireball y Speed king), hubo lugar para gemas como Space truckin´, Perfect strangers, Strange kind of woman y Mary Long; algunas sorpresas como The battle rages on y los bises con Hush y Black night coreado por todo el estadio. Eso obviamente sin olvidar los clásicos Highway star y Smoke on the water, el riff más famoso de todos los tiempos.
En síntesis, una banda legendaria, lejos de su mejor momento pero con la energía suficiente para deslumbrar a miles de fanáticos alrededor del mundo. Nada mal para cuatro décadas de rock and roll.
Ficha técnica
Sonido 5
Glamour 4 (las bandanas cubre peladas de Glover y el quincho de Paice no ayudaron demasiado)
Olor a huevo: 75%
Calvicies incipientes: 64%
Hijos con la remera de My chemical romance que acompañaban a sus padres que no perdían las esperanzas de tener un hijo rockero: 41%
El cantito: Olé, olé,olé,olé, Parpel, Parpel
Ale Do Carmo
Ritual de lo habitual
Ante un Luna Park repleto la legendaria banda inglesa mostró un show efectivo pero no demasiado original
Así como los Ramones durante los 90 y los Wailers durante la presente década, Deep Purple se ha convertido en un visitante habitual en nuestras pampas desde aquel inolvidable concierto de marzo del ´97 en el Estadio Obras, aun con el tecladista Jon Lord en sus filas hasta esta, su sexta visita
Tantos shows en tan pocos años provocan en algún momento una sensación de deja vu, de haber presenciado la misma escena unas cuantas veces: los superb de Gillan agradeciéndole al público, la referencia a Piazzolla y a Star wars en el solo de Airey, los riffs de clásicos del hard rock durante el solo de Morse (Whole lotta love de Led Zeppelin, Paranoid de Black Sabbath y Sweet child o´mine de GN´R entre otras) y una lista de temas con cada vez menos sorpresas y mas obviedades
Perfectos extraños
Si hay algo para destacar de este recital en relación a los anteriores es el fervor del público. Coreando cada uno de los clásicos, no solo las partes cantadas, sino también los solos de guitarra y las melodías. Así como los Rolling Stones, estos tipos van a morir sobre el escenario.
Ian Gillan seguramente esta pagando el precio de tantos alaridos a través de los años y, a pesar de no desentonar, es al que mas se le nota el paso del tiempo en las notas hiper agudas y en el dominio escénico. Roger Glover marcando solidamente la base y destacándose en Pictures of home y Black night; Don Airey, el “chico nuevo de la banda” emulando al recordado Jon Lord y sobresaliendo en las partes de teclado, un asombroso Ian Paice pegándole a la batería mas fuerte que cualquier batero 40 años mas joven, y un Steve Morse que demuestra su talento en cada nota que toca dándole otro color a los clásicos solos patentados por Ritchie Blackmore
Noche (para nada) negra
La ventaja de tener cuarenta (si, 40) años de trayectoria, incluye tener innumerables temas para armar el set list. El elegido para la apertura fue Pictures of home, un temazo del disco Machine head que rankea alto en el corazón del fan, que lamentablemente quedo deslucido ya que el sonido convirtió a los primeros dos temas en una bola de ruido. Para el segundo tema, Wrong man (de su ultimo disco de estudio Rapture of the deep) el sonido fue lentamente normalizándose y al promediar el show llego a un nivel discreto.
Si bien hubo clásicos que brillaron por su ausencia (como por ejemplo Fireball y Speed king), hubo lugar para gemas como Space truckin´, Perfect strangers, Strange kind of woman y Mary Long; algunas sorpresas como The battle rages on y los bises con Hush y Black night coreado por todo el estadio. Eso obviamente sin olvidar los clásicos Highway star y Smoke on the water, el riff más famoso de todos los tiempos.
En síntesis, una banda legendaria, lejos de su mejor momento pero con la energía suficiente para deslumbrar a miles de fanáticos alrededor del mundo. Nada mal para cuatro décadas de rock and roll.
Ficha técnica
Sonido 5
Glamour 4 (las bandanas cubre peladas de Glover y el quincho de Paice no ayudaron demasiado)
Olor a huevo: 75%
Calvicies incipientes: 64%
Hijos con la remera de My chemical romance que acompañaban a sus padres que no perdían las esperanzas de tener un hijo rockero: 41%
El cantito: Olé, olé,olé,olé, Parpel, Parpel
Ale Do Carmo
Comentarios
Saludos! :)