Cine en Cartel

EL TIEMPO (Kim Ki-duk): no vi su film anterior, El Arco, que al parecer abusa de las alegorías y corresponde más al costado budista-rural del director, como Primavera, verano, otoño, Invierno... y Primavera, pero El Tiempo sigue la línea de Hierro-3 (elegida por Film-Song como la mejor película del año pasado). Kim Ki-duk vuelve a la ciudad, esta vez para narrar en clave melodramática la obsesión de la sociedad actual por el cuerpo y las cirugías estéticas. La protagonista está convencida de que su novio se va a cansar de su cara y la va a abandonar, por lo cual decide cambiársela como si de un automóvil se tratara y desparecer por unos meses para volver físicamente reformada. Pero su desaparición trae aparejada la crisis de abandono por parte de su novio, ignorante de la situación. Kim Ki-duk explota al máximo esta premisa y suma capas de lectura ante cada nueva secuencia, con el acento puesto en la psicología de los personajes, pero sin dejar de lado el surrealismo (ese parque de esculturas sugerentes), el cine fantástico (la fantasmal presencia de los ausentes, en magistral uso del espacio en off) la tragedia y la circularidad temporal. Hay tantos recursos formales en El Tiempo que no se puede más que agradecer que esta clase de directores sigan existiendo, aunque sea en cuentagotas. Las simetrías que reiteran y alteran las primeras escenas en un café durante el resto del metraje, con sucesivas roturas de vajilla, escenas de celos, equívocos y encuentros. La ya mencionada presencia fantasmagórica de los protagonistas. La duplicidad del relato y la progresiva desintegración del punto de vista (en paralelo con los trastornos de identidad de la protagonista). Sólo algunos ejemplos del rico entramado narrativo que nos ofrece el director coreano. Su particular estilización del relato no descuida sin embargo las secuencias más sutiles y laterales al drama principal. Una gema: la súbita despedida de una pareja formada al azar, cuando ella al darse cuenta que no es correspondida, elige retirarse, ocultando su tristeza con elegancia, sin mirar hacia atrás. Una escena pequeña pero vital, sorpresiva y emocionante, ya que es la contracara perfecta de la inseguridad de la protagonista. El Tiempo es de esas películas que requieren más de una visión para sacarles todo el jugo. No tan redonda como Hierro-3, pero a la altura del talento de Kim Ki-duk. Lo cual alcanza para anticiparse a candidatearla entre las mejores del 2007.

Comentarios

Unknown dijo…
"El tiempo" o bien, una historia de amor psicoanalítica, es una película para ver tres veces y seguir sacando conjeturas acerca de la psicología de los personajes. Una mirada de cómo afecta la posmodernidad, enmascarada en la técnica de la cirugía estética, al amor.
Y como la frutilla del postre, para aquellos que entiendan de análisis, hasta hay una escena del "Che Vuoi".
Gracias amigo por hacer que vea esa peli.
El Beto.

Entradas populares