DISCOS: WHITESNAKE - "Flesh And Blood" (Frontiers 2019) *** 1/2
Desde que tomó la decisión de reformar Whitesnake en
2002, David Coverdale optó por hacerlo retomando el sonido que
tuvo la banda en los dorados 80s, su época de máximo esplendor a caballo de los
hits MTV de discos como "1987" y "Slip of
the Tongue"
Para lograr el objetivo reclutó como coequiper al
guitarrista Doug Aldrich con quien la banda lanzó "Good To Be
Bad" y "Forevermore", dos discos que
mantuvieron en alto el legado de la Serpiente Blanca combinando
el sonido ochentoso, con toques del blues rock de la primera etapa del grupo.
Tras la partida de Aldrich (reemplazado por el ex Night
Ranger Joel Hoekstra) y el lanzamiento del discreto"The Purple
Album" para saldar cuentas con el pasado, Coverdale está de
vuelta con "Flesh and Blood" el primer trabajo
compuesto junto al nuevo integrante además de Reb Beach, el
ex Winger quien está en la banda desde el mencionado
regreso.
Y teniendo en cuenta el pasado de los dos guitarristas, no sorprende que en este nuevo trabajo el costado ochentoso haya cobrado mas fuerza, buscando llevar a la banda al sonido hair metal, una escena de la cual en verdad Whitesnake nunca formó parte.
Y teniendo en cuenta el pasado de los dos guitarristas, no sorprende que en este nuevo trabajo el costado ochentoso haya cobrado mas fuerza, buscando llevar a la banda al sonido hair metal, una escena de la cual en verdad Whitesnake nunca formó parte.
Es así que temas como "Good To See You Again";
"Trouble Is Your Middle Name" o el primer corte "Shut Up And
Kiss Me" (con un video que no desentona con la propuesta) bien podrían haber formado parte del repertorio de cualquier banda del Sunset
Boulevard. Asimismo también podemos encontrarnos con momentos mas cercanos al
AOR como "Always and Forever" y la infaltable balada
genérica"When I Think Of You".
Pero, a pesar de que buena
parte del material mantenga el nivel al que Coverdale nos tiene acostumbrados,
lo que realmente falta es ese toque británico que siempre caracterizó a la
banda.
Y si bien por momentos la magia parece estar de vuelta en tracks como
"Heart Of Stone" y sus interludios acústicos; el ataque de "Get
Up" con el gran Tommy Aldridge marcando el ritmo y la
épica zeppeliniana de "Castles Of Sand", algunos elementos como la
mezcla comprimida que no permite apreciar detalles y, sobre todo, la voz del
jefe que se empecina en seguir cantando en tonos que no lo favorecen hace
décadas, terminan empañando el resultado final, dejándonos con ganas de más.
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