BON JOVI - "This House is Not for Sale" (Island/UMG 2016) **
El éxito del single “It’s my life" (2000) fue un arma de
doble filo para Bon Jovi: por un lado les permitió sobrevivir a la década del
ñu metal y la música alternativa, pero por el otro los llevo a abandonar su
background rockero en manos de un sonido pretendidamente moderno que, con
altibajos, los mantuvo en el candelero durante la siguiente década.
Pero lo que parecía una edificación solida con Jon como
arquitecto y sus compañeros como leales obreros, se fue agrietando cada vez más
y en 2013 tras el lanzamiento del mediocre What about now comenzaron los
problemas: Richie Sambora abandonó la banda, Tico Torres dejó su puesto temporalmente durante la gira por
problemas de salud y el CEO de la empresa fue quedándose más y más solo por
primera vez en 30 años, teniendo que entregar el material más flojo de su carrera (en el disco Bridges Burnng) para terminar el contrato discográfico y arrancar de cero
Por todo eso, This House is Not for Sale (el decimotercer disco de la
banda) parecía la oportunidad de recuperar parte de la gloria perdida,
sumando al guitarrista Phil X (un todoterreno que tocó con Alice Cooper, Rob Zombie y Tommy Lee) y al
bajista Hugh McDonald (en la banda desde 1994) como miembros estables: pero los primeros compases del
tema que da nombre a la placa remiten inevitablemente al sonido Bon Jovi post
2000: guitarras y baterías procesadas, sutiles efectos electrónicos y
estribillos de estadios simil U2
La cosa no cambia demasiado en "Living With The Ghost" (que tranquilamente podría ser un tema de la
banda liderada por Bono) y el segundo corte "Knockout"; decididamente pegadizas y
con intenciones de competir en los rankings, pero muy lejos del rock melódico
con emoción que el ahora nuevamente quinteto solía brindar hasta mediados de los 90
La producción de John
Shanks (ahora más que nunca la mano derecha de Jon, componiendo y sumando
guitarras adicionales) demuestra que el cantante se empeña en morir con las
botas puestas y no les deja demasiado espacio a sus compañeros de banda: Tico Torres y su
otrora potencia se muestra apagada entre tanto efecto, mientras que McDonald y el tecladista David Bryan parecen convidados de piedra y Phil X está
absolutamente desperdiciado, intentando sonar innecesariamente como The Edge en
temas que podrían dar más como "Roller Coaster" y su trillado estribillo, la
pretendida épica de "New Year’s Day" (que hasta en el título muestra su relación con el cuarteto irlandés) o el refrito country de "Reunion".
Quizás otra hubiese sido la historia si Sambora hubiese hecho
su aporte a ideas interesantes como el riff "The Devil’s in the Temple", la
melodía de "Born Again Tomorrow" o el tinte blusero de "Come On Up To Our House", pero Jon decidió hacer las cosas a su manera sin entender que, para no derrumbarse, una casa necesita de buenos cimientos.
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