GIL SOLÁ Y EXILIADOS - "Operación Retorno" (Confluencia 2016) ****

Luchó y volvió

El exilio fue un concepto recurrente en la vida de Federico Gil Solá, ya que lo sufrió de pequeño cuando tuvo que instalarse junto a su familia en EEUU, país donde inició su carrera musical hasta su regreso a Buenos Aires en 1990 y su posterior ingreso a Divididos, banda de la que se exilió en 1995.

Ese imaginario entre el exilio y el retorno (ilustrado brillantemente con un paralelismo al regreso a la Argentina de Perón en 1972), marca precisamente el hilo conceptual de su primer disco en once años.
Operación Retorno muestra al baterista (y ocasional vocalista) con una banda renovada, formada por Sebastián Villegas en bajo, Damián Ferraris en voz y guitarra y Patricio Ciavarella en guitarra (si, el hermano de Catriel).

Desde la apertura con "Popestar", Gil Sola muestra que sigue bebiendo de la fuente inagotable del rock de los 70s con aires spinetteanos y una banda que no tiene miedo de volverse funky en "Beat the Pain", rockera en el primer corte "Perdoná el Taller", introspectiva en "De Cal y Arena" (con una lírica impactante, aunque la voz no le haga justicia) y folklórica en "La Necedad (y el paracaídas)".

Con la crítica política de "Opo Gigio" ("sube el precio de la guerra y del tomate, baja el precio de la imputabilidad") como punto álgido, las diez canciones con letras corrosivas de Operación Retorno resultan ser la medida justa para quedar con ganas de más y esperar que el próximo retorno no requiera de una operación tan larga.