MANAL JAVIER MARTINEZ - La Perla 08/06/2012 *** 1/2
Ver a Javier Martínez (uno de los creadores del rock nacional y
vital impulsor del blues cantado en castellano al frente del trío Manal) 45
años después en el mismo lugar donde se creó el rock nacional, es realmente una
experiencia digna de vivir.
A los 66 años, el
baterista/vocalista aun sigue presentándose asiduamente en vivo al frente de su trío (que
completan Maxi Delli Carpini en guitarra y Clavito Áctis en bajo, quienes
se complementan a la perfección con el líder), y esta vez la cita fue en el habitual ciclo
de conciertos que se desarrollan en el mítico bar La Perla, organizados por el legendario (ex baterista de Almendra) Rodolfo García, donde hizo un repaso de su inmensa carrera.
La aparente fragilidad física de Javier fuera del escenario,
pasa inmediatamente a un segundo plano en cuanto se sienta detrás de la batería
y con su vozarrón marca el comienzo del show con Informe de un día, aquel
talking blues que cerraba el histórico debut de Manal de 1970, un clásico constante en las encuestas sobre el mejor álbum de rock nacional de la historia
El formato de power trío le permite a la banda sonar ajustada y limpia, por momentos con más
reminiscencias del soul y funk que bluseras,
dándole un aire renovado a algunas composiciones legendarias como Avellaneda
Blues y Una casa con diez pinos, amén de clásicos solistas post -Manal de la carrera de Martinez como
Basta de boludos (presentado como "un tema utópico") y Corrientes, y
nuevas composiciones (aun inéditas pero a editarse próximamente en un nuevo material autofinanciado) como El blues de Pappo y Vagabundo.
Si la opción, como lo marca la letra del clásico inoxidable Una casa con diez
pinos (también versionado por Pappo en una versión que incluyó al propio Martinez en el disco Blues local de 1992), era "oxidarse o resistir", Javier Martínez se ha decidido indudablemente por la segunda.
Su vozarrón negro y su poesía son más que suficientes para acompañarlo en la gesta, y ahí estaremos varios para disfrutarlo hasta el último hálito de voz
Su vozarrón negro y su poesía son más que suficientes para acompañarlo en la gesta, y ahí estaremos varios para disfrutarlo hasta el último hálito de voz
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