ROGER WATERS - The Wall Live
Una pared de más de 70 metros de largo que se va levantando ladrillo a
ladrillo y sirve como pantalla gigante de ultima generación; una puesta en
escena que incluye aviones estrellándose contra el escenario, chanchos
voladores y enormes muñecos inflables. Una banda que suena perfecto y una opera
rock que a más de 30 años de su creación sigue conmoviendo a través de
canciones que hablan de los efectos de la guerra, el desamor, la educación
victoriana y los excesos del show bussiness.
Derribá el muro y viví el show de rock más grande de tu vida
Todo por un escupitajo
The Wall es la creación máxima de Roger Waters, a pesar de haber sido
lanzado por Pink Floyd (y de contar con la innegable colaboración de David
Gilmour y Bob Ezrin en la composición y
la producción) el bajista y cantante desarrolló la obra como un trabajo solista
en base a una experiencia en donde escupió a un fan molesto en medio de un show
en Canadá.
El incidente, puesto en relación con la muerte de su padre en la Segunda Guerra Mundial, la crisis de su pareja y la vida de hoteles, estadios y excesos dignas de cualquier
estrella de rock, le dieron pie a la creación de la obra a través de Pink, el
protagonista, personaje que encarnaba todas las frustraciones y miedos del
propio Waters, construyendo ladrillo a ladrillo un muro entre si mismo y el
mundo exterior.
The Wall, además del exitoso disco doble lanzado en 1979 fue llevada al
cine, en el célebre film dirigido por Alan Parker (1982) que resultó siendo un importante apoyo
audiovisual, destacándose las excelentes animaciones de Gerald Scarfe,
complemento necesario para que la obra
pase a la posteridad
La presentación en vivo de la
obra original se realizó (con Pink
Floyd) entre 1980 y 1981 pero, debido a los pocos réditos económicos (los
gastos eran astronómicos) y a la cada vez más tensa relación entre Waters y el
resto de la banda hubo que esperar hasta 1989 en un show en Alemania (ya en
plan solista) para (conmemorando la caída del Muro De Berlín) que la obra pueda
acercarse en vivo a la parafernalia imaginada en primera instancia
Veinte años debieron pasar para que Waters decidiera volver a construir
y derribar el muro en vivo a través de The Wall Live la gira que, luego de
recorrer todo el mundo, finalmente llegó a nuestro país tras batir records de
venta
Bienvenidos a la máquina
A mitad de camino entre una obra teatral y un clásico concierto de rock, The Wall
Live requiere de todos los sentidos atentos para que el disfrute sea completo
Luego de una tenue música, las luces se apagan, y el estridente comienzo de In the flesh? propone
un comienzo impactante con explosiones, juegos de luces y un avión que se
estrella en el escenario, mientras Waters (68 años, excelente estado físico y vocal e íntegramente
de negro, salvo por el detalle del blanco de sus zapatillas) se apodera del
personaje de Pink por las próximas dos horas. Vaya manera de empezar una
función.
Apenas se puede parpadear para no perderse nada de lo que ocurre en el
estadio (el concepto de escenario evidentemente queda chico). The thin ice es un
remanso para que el público vibre con las dos primeras partes del himno Another
brick in the wall, con el gigantesco muñeco encarnando al profesor siendo
atacado por un grupo de niños mientras
todo el estadio corea el inmortal estribillo en donde queda claro que no
necesitamos educación ni control de pensamiento.
Con Mother (Waters a dúo consigo mismo a través de una vieja grabación
en vivo) y Goodbye blue sky la nostalgia se apodera del escenario, para
posteriormente dar paso al bloque más climático, con Empty spaces a la cabeza
donde se destacan las inmortales animaciones de Scarfe sobre el muro ya
prácticamente levantado, tarea que finaliza en Goodbye cruel world, con Waters
colocando el ladrillo final para que la pared quede completa y se termine la
primera parte del show.
Es necesario destacar que The Wall, como toda obra, es política, y Waters (como en toda su extensa carrera) parece hacerse cargo, dedicando el recital a los desaparecidos y criticando tanto a las grandes corporaciones como a los gobiernos. "¿Debo creer en el gobierno?" como reza la letra de Mother fue uno de los tantos slogans proyectados en la inmensa pantalla, entre aviones que en vez de bombas lanzaban logos de empresas y símbolos religiosos
Ladrillo a ladrillo
Ladrillo a ladrillo
Luego de un algo extenso intervalo, una inmensa versión de Hey you, con
todos los músicos detrás del muro, da comienzo a la segunda parte, algo más
calma en intensidad y fría en ambientación con una mayoría de elementos
teatrales que dejan al grupo y al concepto de “banda de rock” en un segundo
plano
Por momentos pensamos si la banda realmente está tocando detrás del
muro, pero éste, de a poco, va perdiendo sus ladrillos y en los huecos podemos
ver a algunos de los músicos y sobre todo
a Waters que explota al máximo su faceta actoral en la triste Nobody
home con un ladrillo faltante devenido en habitación de hotel, mientras llega
la hora del clímax: Comfortably numb donde se destacan el vocalista Robbie Wyckoff y el
guitarrista Dave Kilminster, quien desde lo más alto del muro interpreta el
mítico solo creado por David Gilmour mientras las proyecciones en la pared
alcanzan todo su colorido esplendor
In
the flesh con Waters/Pink devenido en un dictador fascista que le habla a las
masas, marca el comienzo del final, que continua con Run like hell y el celebre
cerdo volador pasando por arriba de las 50 mil almas presentes en el estadio,
para finalmente darle paso a The trial (con sus reminiscencias tan poco reconocidas a Balada para un loco de Piazzolla/Ferrer) donde Pink es juzgado y condenado a
derribar (literalmente) el muro que lo separa del mundo exterior en un momento
sublime con todo el estadio cantando “derriben el muro” y finalizando con una
explosión impresionante y el consecuente derrumbe de ladrillos
La
despedida llega con Outside the wall, con toda la banda en plan acústico para,
presentaciones y aplausos mediante, cerrar definitivamente el telón, que por
primera y única vez, estaba hechos de ladrillos
Un
excelente show multimedia, perfectamente sincronizado y ejecutado que
excede el concepto de recital para
llevarnos más allá: a una experiencia única y muy difícil de describir con
palabras.
Lista de temas
"In the Flesh?"
"The Thin Ice"
"Another Brick in the Wall (Part 1)"
"The Happiest Days of Our Lives"
"Another Brick in the Wall (Part 2)"
"Another Brick in the Wall (Part 2) Reprise"
"Mother"
"Goodbye Blue Sky"
"Empty Spaces"
"What Shall We Do Now?"
"Young Lust"
"One of My Turns"
"Don't Leave Me Now"
"Another Brick in the Wall (Part 3)"
"The Last Few Bricks"
"Goodbye Cruel World"
Intervalo
"Hey You"
"Is There Anybody Out There?"
"Nobody Home"
"Vera"
"Bring the Boys Back Home"
"Comfortably Numb"
"The Show Must Go On"
"In the Flesh"
"Run Like Hell"
"Waiting for the Worms"
"Stop"
"The Trial"
"Outside the Wall"
La banda
Snowy White - Guitarras
Dave Kilminster - Guitarras
G. E. Smith - Guitarras/bajo
Jon Carin - Teclados
Harry Waters - Teclados
Graham Broad - Batería
Robbie Wyckoff - Voces
Jon Joyce/ Pat Lennon/ Mark Lennon/ Kipp Lennon - Coros
Ale "Confortablemente adormecido" Do Carmo
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