Cine en Casa:

Los avances tecnológicos y el valor de las entradas de cine se complotan para que pensemos 10 veces antes de ir a ver una película, nueve de las cuales optamos por quedarnos con el cine hogareño, evitando el frío y la inflación. Acá van algunos títulos que pude ver en casa, sin los apuros de la cartelera.

-El Sueño de Casandra (Woody Allen): el Woody europeo sigue cuesta abajo (ya venía derrapando desde EE.UU.). Por enésima vez, vuelve sobre el tema del crimen y la culpa, releyendo a Medea. Dos hermanos con problemas financieros son inducidos por un tío rico y poderoso (y por ende corrupto) a eliminar a un testigo que puede mandarlo a la cárcel de por vida. Allen se toma su tiempo para plantear el conflicto, que se ve venir a lo lejos, tanto como su resolución. Lo peor es que este Allen casi carente de humor toma muy pocas decisiones estéticas interesantes y da la impresión estar filmando por costumbre, sin contagiar su interés por volver una y otra vez sobre los mismos temas. Los actores hacen lo que pueden con un guión sostenido a base de diálogos.

-Los Crímenes de Oxford (Alex De la Iglesia): la primer incursión en Hollywood de este buen director español es decepcionante. No sólo están completamente ausentes sus marcas autorales, también su sentido del humor y sus virtudes narrativas. Sorprende que el director de La comunidad y Muertos de Risa, entre otras, que poseen una puesta en escena y un ritmo referentes al cine americano, entregue una película tan chata en su factura audiovisual. No bastan los travellings alrededor del pueblo para que el guión levante vuelo, por encima de una intriga que se revela llena de agujeros y caprichos del azar. Los Crímenes de Oxford se ve como cualquier película mínimamente prolija de la oferta hollywoodense, pero el director parece ausente o perdido entre productores vigilantes.

-Semi-Pro (Kent Alterman): otra de Will Ferrel que refuerza su posición como uno de los mejores comediantes actuales. Como Bolas de Fuego, Ricky Bobby, Patinando a la Gloria, e incluso Zoolander, Semi-Pro retoma la estructura del desafío deportivo con las referencias musicales y de la cultura pop de décadas pasadas, para describir a un grupo de perdedores que tienen la ultima oportunidad de recuperar su autoestima (en esta ocasión retrata a un equipo de basket de ABA, la liga amateur alternativa a la NBA que fue eliminada para no opacar a su competidora, permitiendo a solo cuatro equipos -entre ellos Los Spurs- incorporarse al monopolio del negocio). Sostenido por este esquema clásico, el film se adapta a los delirios de Ferrel y las audacias del guión, que en esta ocasión incluye, en una comedia bastante inocente en apariencia, a un personaje que se masturba cuando encuentra a su esposa en la cama con el ex-novio, y a un pueblo empobrecido (Flint, situado en los setenta, pero con la tétrica fachada de la actualidad, después de que General Motors mudara sus fábricas y dejara al pueblo en ruinas) aprovechando la excusa de la revancha deportiva para, en el fondo del plano, disimuladamente, dar vuelta un patrullero e iniciar una revuelta popular. Si uno congenia con el humor de Ferrel y compañía (que en Semi-Pro incluye a Woody Harrelson), casi todos los chistes funcionan (con mención especial a los que refieren a la compra de un jugador a cambio de un lavarropas). Y también su solapada cinefilia, como en la reconstrucción de la escena de Buenos Muchachos que hizo popular a Joe Pesci cuando hacía creer a todos los personajes y espectadores que estaba apunto de pegarle un corchazo a Ray Liotta por decirle que era gracioso. La copia de esta secuencia ofrecida en Semi-Pro desliza un comentario anti-armas sin la moralina del progresismo serio del hollywood actual. Esta y tantas otras comedias más, se destacan no solo por su gracia, su recuperación de los géneros clásicos, sus homenajes culturales y sus guiños cinéfilos, sino también por la virtuosa manera de expresar una visión del mundo sin querer llamar la atención y desviarnos de la trama. Las comedias también pueden ser sutiles e inteligentes. Semi-Pro lo es. A derribar prejuicios y verla.

Comentarios

Darío dijo…
Aún no vi ninguna de las películas, pero éstas críticas son más que interesantes.
bonito lunch dijo…
la de allen, no esta mal, lo que pasa es que si la comparamos con las genialidades de antaño, pierde.
los tres actores , tom, collin y ewan estan muy bien.
lo que dice de la 2da es tal cual, pero que buena esta leonorcita("marlango").
la otra la tengo pero no la vi ainda, igual will no me entusiasma.quiero ver como esta andre 3000.
saludos.
Ale Do Carmo dijo…
Debe haber un error con Los Crimenes de Oxford. Ese Alex de la Iglesia no debe ser el que conocemos a menos que lo hayan abducido alienigenas y lo hayan sodomizado haciendole perder toda su gracia ya que la PELICULA APESTA
Unknown dijo…
Muy buenas reseñas. Del genial Woody no se puede agregar mucho, haga lo que haga sigue agrandando su leyenda. No coincido con el comentario de "Bonito Lunch", no creo necesario comparar las obras anteriores de Allen; a veces la pega, a veces no; la no muy lejana Match Point fue genial, por ejemplo. No todo debemos comprararlo con Annie Hall, o Hannah(intuyo, tal vez equivocadamente, que a esto se refiere como "antaño").
Will Ferrel me atrae mucho, me parece delirante como comediante, pero también me sorprendió gratamente cuando interpretó algún inusitado rol dramático.

Gracias, Villa, por tanta magia.
Villa dijo…
Se agradecen todos los comentarios. El tema de Woody es para debatir. Evidentemente en Argentina tiene un público cautivo que ve todo lo que filma. Sin embargo desde Celebrety empezó a recibir bastantes críticas negativas. A mi me parece que sostuvo un gran nivel hasta Dulce y Melancólico (inclusive). Después alternó películas interesantes (Melinda & Melinda -ya que estamos, con el gran Will Ferrel-, la mencionada Match Point) con otras bastante flojas (de lo peor, creo: "Hollywood Ending/La Mirada de los Otros" y "Anything Else/La Vida, y Todo lo Demás" -un desastre los títulos locales, no?-), pero hasta ahora no ha vuelto a sorprender, aunque no hay porque descartarlo. Tiene ya 73 años, y son muchos los grandes directores que en sus ultimos films reviven su obra y se despiden a lo grande.

Saludos!

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