Estrenos 2008


Soy Leyenda / Gánster Americano / 1408


El 2008 comenzó bastante bien en materia cinematográfica, al menos en la elección de las películas. Todos sabemos lo cara que está la entrada y uno se toma cada vez menos a la ligera el pagar para encontrarse con un bodrio insoportable. Este humilde crítico de Film-Song también abona su ticket, y pese a que puede estar más informado respecto de lo que va a ver, suele llevarse varios fiascos, dado el bajo promedio de calidad al que el cine actual nos está acostumbrando. Pero sorprendentemente, las tres producciones hollywodenses a reseñar están por encima de la media.

Soy Leyenda (Francis Lawrence) inauguró los estrenos de 2008 con una primer hora de gran nivel. El mundo (representado por EE.UU., claro) quedó desierto tras la mutación de un virus creado para curar enfermedades que terminó transformando a la humanidad en una especie de vampiros-zombies que salen por las noches a cazar sobrevivientes. Al parecer, el último que queda es Will Smith, que tiene una perra como única compañía viviente . El resto es una ciudad desolada y noches de pesadilla. La película no pierde el tiempo en explicaciones y nos mete de lleno en el suspenso y la supervivencia solitaria del héroe. Todo funciona muy bien hasta la última media hora, donde lamentablemente se abandona el clima logrado dejando lugar a la acción y transformando el final original (se basa en una novela de Richard Matheson), lo cual no sería necesariamente malo si hubiera alguna idea atractiva con que reemplazarlo. De todos modos, se trata de una buena película pese al final convencional.

Gánster Americano (Ridley Scott), -que perdió la pelea por las nominaciones al Oscar, y la letra "g" detrás de la "n"- sin ser una gran película, está entre lo mejor que filmó el director en, por lo menos, 17 años. Recordemos brevemente su carrera: Scott debutó con una pequeña joya llamada Los Duelistas, y pasó a la fama con Alien y Blade Runner,dos obras maestras. Luego de un par de films menores, dirigió dos películas bastantes buenas, pese a no sostener el gran nivel con el que empezó: Lluvia Negra (un violento policial con Michael Douglas y Andy García) y la sobrevalorada Thelma & Louise, que data de 1991. A partir de ahí cayó barranca abajo, aunque no dejó de tener éxito. Un trío de bodrios que llenaron butacas por todo el mundo lo llevaron a la categoría de "Maestro" según los productores de Hollywood: Gladiador, Hannibal y La Caída del Halcón Negro, tres películas oportunistas y aburridas que no aportan nada y reciclan todo sin imaginación. Dicen que le siguieron otras peores, pero yo desistí de las demás. Todo esto para decir que, si bien Gánster Americano no elude ninguna de las convenciones de su género, se sostiene en base a una narración contenida y dos buenos actores que no sobreactuan. Denzel Washington se luce una vez más, protagonizando el ascenso y caída de Frank Lucas, un mafioso que logra ingresar a los EE.UU. heroína pura sin intermediarios, aprovechando los viajes militares de los soldados a la Guerra de Vietnam y la adicción que los que regresan a casa traen consigo del campo de batalla. Russell Crowe es Richie Roberts, un policía que sobrevive a duras penas debido a su testadura honestidad y es designado para armar una brigada de investigación contra el narcotráfico por fuera de la policía corrupta. La película dura 155 minutos y, como era de esperar, le sobra media hora. Pero tiene algunas escenas excelentes, como la del comienzo, en la que Bumpy, un viejo gángster, perece ante el triste descubrimiento de que el mundo ha cambiado y lo a dejado de lado. Ya no hay almacenes ni comercios familiares a los que "proteger" a cambio de dinero. Solo quedan tiendas impersonales, franquicias de multinacionales en las que ningún empleado conoce el producto o puede dar la cara por la empresa. "-Con que derecho han suplantado a los intermediarios?!" exclama ante su discípulo Frank Lucas, que sabrá adaptarse a los nuevos tiempos haciendo lo mismo. Cuando a Bumpy le da un ataque al corazón en una tienda de electrodomésticos y Frank Lucas grita desesperadamente por una ambulancia, vemos desde arriba que ambos se encuentran solos en el centro de la tienda, sin recibir atención. "-No te esfuerces. No hay nadie a cargo." suspira Bumpy antes de morir.

Finalmente, 1408 (Mikael Håfström), con John Cusack y Samuel L. Jackson, es un film de terror de los que no abundan, que opta por el suspenso climático y psicológico, en lugar de los golpes de efecto y las mutilaciones tan en boga últimamente. Mike Enslin (Cusack) es un escritor de historias "reales" de fantasmas, que visita lugares donde se han cometido horrendos crímenes y los lista de acuerdo a cuál es el más tenbroso, facturando cínicamente a costa del miedo y la ingenuidad de sus lectores. Tras caer en sus manos la información de que un hotel newyorkino se niega a alquilar la habitación 1408 (tras haberse cobrado 56 muertes naturales, accidentales y por suicidios), viaja hasta allí para obligar al encargado (Jackson) a que lo deje pasar una noche en la habitación. Lo que sigue sucede casi completamente con Cusack dentro de la 1408 luchando contra los fantasmas que la habitan y sus propios miedos, acarreados por una tragedia familiar. Basada en una historia de Stephen King, la película mantiene la tensión de principio a fin y es ejemplar en su uso de los efectos especiales sin que estos opaquen el relato. John Cusack, como siempre perfecto, se reivindica luego de su participación en Identidad, otro thriller de cuartos de hotel cuya enrevesada trama concluía con una vuelta de tuerca patéticamente engañosa, que básicamente le tomaba el pelo al espectador. Aquí las vueltas del guión parecen homenajearla, pero como si se tratara de un pedido de disculpas. Teniendo en cuenta la injerencia de Cusack en los guiones que elije (incluso a producido varios de sus films), no sorprendería que así fuera... aunque probablemente sea casualidad.

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