CONCIERTOS: URIAH HEEP TRAJO POR PRIMERA VEZ SU MÁGICO HECHIZO A BUENOS AIRES
Ya había pasado Karkaman, el crédito local, con su hard rock a un volumen brutal y sendas versiones power de Charly Garcia y Los Tipitos y empezaría a develarse el misterio: ¿veríamos a una banda plenamente activa despues de tanto tiempo o el paso inexorable de los años habría hecho mella en la otrora maquinaria pesado progresiva?
Y los primeros acordes de «Grazed By Heaven» (del recomendable «LivingThe Dream» de 2018) no dejaban lugar a dudas: Uriah Heep estaba a la altura de la leyenda, a pesar del paso del tiempo, tal como lo marcaba el cantante Bernie Shaw en su presentación «finalmente llegamos… 55 años después»
Y abarcar casi seis decadas de carrera sonando como siempre parece ser el lema, y para muestra tenemos a «Shadows Of Grief», aquella gema del legendario «Look At Yourself» (también conocido como El Album del Espejo de 1971) que mostró a una banda a la cual los años no parecen hacerle mella: una base ritmica solida (mérito del bajista Davey Rimmer y el batero Russell Gilbrook, los dos mas jovenes del grupo), un Phil Lanzon (desde 1987 en Heep) impecable en los teclados elemento fundamental del grupo y un Bernie Shaw (en la banda desde 1988) con la dificil tarea de cubrir las diferentes etapas vocales del grupo (con grandes referentes como David Byron y John Lawton) y realizando su labor con creces.
Pero nada seria posible sin el único miembro fundador del grupo todavia en el mundo de los vivos: Mick Box, poco reconocido héroe de las seis cuerdas y responsable fundamental de seguir adelante con la banda, en épocas en donde ni siquiera el prestigio ganado era suficiente para lograr reconocimiento. Es que Box reemplaza virtuosismo por eficacia y con su particular estilo que le deja una mano libre, muchas veces parece un predicador que usa su guitarra para convencer a los fieles… y vaya si lo hace: desde el riff hiper furioso de «Free And Easy» («esto es lo que soliamos llamar heavy metal» dijo Shaw en la presentacióm, y razón no le faltaba) hasta la épica intro de «The Magician’s Birthday»
Y luego de los consabidos solos de guitarra y batería, llegaría la parte final de un show que nunca decayó: la mítica «Gypsy», aquella que abría el debut de la banda «Very ‘eavy, Very ‘umble» de aquel lejano ¡1970!, la cual le dió paso a la no menos épica «July Morning», antes de los bises obligados «Sunrise» (otra gema de «The Magician’s Birthday» a la postre el álbum de la banda mas visitado en la noche y la infaltable «Easy Livin´» (la canción que siempre tenemos que hacer» Shaw dixit) del clásico «Demons And Wizards» ese álbum que casi los hace treparse al podio del heavy rock en 1972.
Y a pesar de que subir al podio debe inflar el pecho de orgullo, Uriah Heep demostró 55 años después que, para hacer historia no hacen falta más cocardas que seguir fieles a uno mismo. Y que más que siguiendo ese lema que marcó su carrera : siempre pesados y siempre humildes.
Texto: Ale Do Carmo
Fotos: Florencia Giuliana
Baterista frustrado, docente y periodista especializado en cultura y espectáculos. Creador del programa La Isla de los Monos, ha colaborado en Rock.com.ar y las revistas Efecto Metal, Mala Difusión y Devils Beat Records Mantiene su blog Film Song (www.film-song.blogspot.com) desde 2005.
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