REEDICIONES: EL RELOJ REVISITA DOS GEMAS DE SU LEGENDARIO CATÁLOGO
Dentro del universo del rock argentino, la historia de El Reloj se destaca, no sólo por ser pioneros del rock pesado en el país, sino por la innumerable cantidad de formaciones que tuvo el grupo a lo largo de una historia de más de medio siglo de vida, que continúa hasta hoy, paralelamente a la reedición de dos trabajos que se encontraban descatalogados desde hace décadas
Formados en 1971, El Reloj comenzó de apoco a destacarse dentro de la zona oeste del conurbano bonaerense. Conocidas son las historias de varios seguidores -como el mismísimo Ricardo Iorio– que peregrinaban la zona de Lomas Del Mirador, logrando encontrar el lugar preciso donde ensayaba la banda con solo seguir el ensordecedor sonido de la guitarra de Willy Gardi y el implacable doble bombo de “Locomotora” Espósito. Luego de dos discos editados en su etapa clásica (“El Reloj” de 1975 piedra seminal del metal argentino y su sucesor con un sonido más enfocado en lo sinfónico y editado en 1976), la banda decide ponerle punto final a su recorrido en 1977 luego de una presentación en el Luna Park que mostraba su gran poder de convocatoria.
ESPEJISMO DEL PASADO
Varios años después y de la mano de una movida revisionista del rock argentino (que incluyó la reunión de Almendra, Vox Dei y Manal) Willy Gardi recibió la propuesta de rearmar la banda, pero no pudiendo sumar a ningún otro miembro de la formación clásica, decidió continuar el legado con nuevos nombres: el tecladista Cristian Hubert, el bajista Daniel Carli y el baterista Norberto Di Bella, además de un joven Daniel Telis que ya mostraba su gran capacidad instrumental y el cantante Petty Guelache que había pasado por Orions y Bubu, y posteriormente formaría Mordaz junto a Telis.
Pero este nuevo Reloj lejos estaba a nivel sonoro de identificarse con aquel potente monstruo de rock pesado y progresivo; y a tono con las nuevas corrientes musicales y el gusto de Gardi, se enfocó en el jazz rock. Y es eso (además de cierto enfoque sinfónico) lo que la banda nos presenta en “La Esencia Es La Misma”, editado originalmente por el extinto sello Interdisc en 1983.
A pesar del nombre y del esfuerzo de Gardi por presentar una evolución natural del grupo, en “La Esencia…” encontramos un Reloj que mantiene la precisión instrumental, pero pierde toda la potencia que los había hecho un clásico, destacándose apenas el tema que da título al álbum y “Fábulas Del Hombre Y El Ratón”. Con poco apoyo de la discográfica y del público, este fugaz Reloj pasó prácticamente sin pena ni gloria, dejando este único disco recientemente reeditado con su arte original, como testigo de una etapa poco valorada.
VOLVIENDO AL RUEDO
Con el correr de los años, El Reloj volvería a girar con distintas formaciones encabezadas por Gardi, Espósito y el tecladista Luis Valenti; aunque la falta de un cantante que ocupe los zapatos del también bajista Eduardo Frezza y el vuelco pleno al heavy metal no lograron que prospere… hasta mediados de la década del 90 donde, otra vez impulsado por el revisionismo histórico, la alineación clásica del grupo (Gardi, Valenti, Esposito, Frezza y Osvaldo Zabala) volvieron a juntarse en lo que parecía la reunión definitiva con nuevo álbum.
El resultado llevó el nombre de “Santos y Verdugos” y sonoramente le hace justicia al legado del grupo, que para la ocasión además de nuevas composiciones, regrabó algunos clásicos (“Blues Del Atardecer”, “Alguien Más En Quien Confiar” “La Ciudad Desconocida” y “El Mandato”, y un par de temas de “La Esencia…” a modo de vínculo con el pasado.
Este Reloj modelo 94 logra por momentos rescatar el espíritu que los hizo famosos, sobre todo en ese balance tan preciso entre la fuerza de las guitarras y la melodía del teclado tan a la Deep Purple o Uriah Heep que los hizo característicos, aunque sin dejar de sonar actuales e incursionando incluso en el formato power ballad con “Un Camino”
Lamentablemente la trágica muerte de Gardi en un accidente de tránsito en agosto de 1995 dejó trunco el proyecto; aunque El Reloj continuó adelante sin Frezza pero con diversos cantantes y bajistas hasta los fallecimientos, primero de Valenti en 2004 y posteriormente de Locomotora Espòsito en 2016. Actualmente, los dos únicos sobrevivientes de la alineación clásica Eduardo Frezza y Osvaldo Zabala continúan adelante con el legado hasta el día de hoy, manteniendo viva la leyenda de la banda que llenaba de rock pesado las siestas del oeste bonaerense.
Baterista frustrado, docente y periodista especializado en cultura y espectáculos. Creador del programa La Isla de los Monos, ha colaborado en Rock.com.ar y las revistas Efecto Metal, Mala Difusión y Devils Beat Records Mantiene su blog Film Song (www.film-song.blogspot.com) desde 2005.
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