DIE TOTEN HOSEN – Estadio Malvinas Argentinas 15/09/12 ****
Celebrando los 20 años de su primera visita y, ante un
estadio repleto, la banda alemana recibió homenajes y siguió alimentando su
romance con el público local
Huéspedes de Honor eternos
Los Hosen junto a Attaque 77 |
Hay bandas que por alguna razón son capaces de llegar al
corazón de la audiencia porteña mucho más que otras. Desde su primera visita en
el desaparecido Halley en 1992, el quinteto de Dusseldorf provocó una conexión
inmediata con el público local que fue in crescendo con el correr de los años y los
shows.
Desde temprano un muy heterogéneo público fue llenando el Estadio Malvinas
Argentinas y el encargado de entretenerlo fue Pil, el legendario ex vocalista
de Los Violadores. Con un sonido fuerte, afianzado en los dos guitarristas de
su banda, el cantante rememoró lo mejor de las diversas etapas de su ex agrupación
con clásicos como Ellos son y Mercado indio además de presentar a un tenor para darle el toque de color necesario a el Himno a la alegría de Ludwig van Beethoven y cerrar con Bajo un sol feliz
Luego fue el turno de CJ Ramone que arrancó con toda la
furia de Judy is a punk brindándole al
publico lo que éste espera de él: clásicos ramoneros de todas las épocas (sonaron
entre otros Beat on the brat, I wanna be your boyfriend y Strength to endure) tocados
con espíritu hardcore por su joven banda, más el agregado de algunas composiciones propias y una
versión de Waiting for my man de Velvet Underground
Entre el humo, el hedor y el sudor, más alguna que otra
corrida, el marco estaba listo para la salida de los alemanes, quienes se hicieron presentes, tras su
correspondiente introducción, con Ballast
der Republik, tema que titula su más reciente trabajo.
Con un sonido discreto (el Malvinas no se caracteriza precisamente
por su acústica perfecta, y ésta ocasión no fue la excepción) en claridad y correcto en volumen, el quinteto se puso rápidamente al publico en
el bolsillo con la seguidilla de Bonnie
& Clyde y Vida Desesperada, coreadas a más no poder.
Si bien el tándem de guitarras de Kuddel y Breiti (el interlocutor en castellano) le da ese
sonido tan particular que por momentos roza el rock duro, y el bajista Andi y el baterista Vom constituyen una base sin fisuras, es Campino
el que le da a la banda ese plus necesario para destacarse. El cantante tomó
las mejores lecciones de maestros como Iggy Pop y no duda en tirarse al
público, cantar desde el borde del escenario y correr de un lado al otro sin
importar trastabillarse y caer en el intento, además de comunicarse
permanentemente con el público a pesar de su escaso dominio del castellano
La banda posando con su título de Huespedes de Honor |
Mientras desfilaban los invitados (la ya clásica entrada de Pil para 1,2 Ultraviolento y Represión; Attaque
77 en pleno para Donde las águilas se atreven y CJ Ramone para Blitzkrieg Bop
y Should I Stay or Should I Go? de The Clash, subió el Ruso Verea para presentar uno de los momentos más destacados de
la noche: la declaración como Huéspedes de Honor de la CABA por parte de la
legislatura porteña a través de la diputada María José Lubertino y por
iniciativa de Santiago Rodríguez Rey y Matías Freijedo, dos fans de la banda. Los
músicos recibieron con orgullo la distinción e incluso versionaron (pidiendo
las disculpas del caso) el tango Mi
Buenos Aires querido, la cual dio inicio a la última parte del show.
Con el cover de First
time (de The Boys) y Wort zum Sonntag fue acercándose
el final, el cual, luego de casi dos horas y media de show llegó con Schönen Gruß, auf Wiederseh'n y You'll never walk alone (de Gerry and the Peacemakers), broche de oro de una noche que será muy difícil
de olvidar para la banda alemana más argentina de la historia
Un agradecimiento especial a Rodrigo Cardozo por su colaboración
Comentarios