DISCOS: OZZY OSBOURNE - "Ordinary Man" (Epic 2020) ****

“No sé por qué sigo vivo/ 

la verdad es que no quiero morir 

como un hombre común” 

Ordinary Man

Luego de recuperar su parte en el legado de Black Sabbath y de rencontrarse con su propia finitud debido a los problemas de salud que lo vienen aquejando desde hace tiempo, Ozzy necesitaba volver a ser Ozzy.
Es que desde “Down to Earth” de 2001 que la música del Principe de las Tinieblas se había vuelto peligrosamente previsible entre riffs genéricos con pretensiones de modernidad y alguna balada de ocasión

 Pero para su duodécimo disco de estudio el marido de Sharon se guardó un as en la manga: el productor y guitarrista Andrew Watt (ex miembro del supergrupo California Breed junto a Glenn Hughes y Jason Bonham) quien se encarga de darle a Ozzy el soporte que necesita y merece. Y el merito de Watt es doble, ya que no solo logró acercar a Ozz a las nuevas generaciones a través de su colaboración junto al rapero Post Malone en el tema "Take What You Want" (que aparece como bonus, además de una nueva colaboración más pesada llamada “It’s a Raid”); sino que logró reunir para la ocasión a una backing band de lujo: nada menos que Chad Smith de Red Hot Chili Peppers en la batería y Duff McKagan de Guns N’ Roses en el bajo.

Y si ya el primer corte “Under The Graveyard” había sorprendido por su lograda combinación entre lo oscuro, lo potente y lo épico; “Ordinary Man” sigue esa senda logrando darle un enfoque más cohesivo al sonido, pero sin perder identidad en el camino, tal como lo demuestran la apertura de “Straight to Hell”

Y además de los machaques de “Goodbye” y “Eat Me”que afortunadamente siguen sumergiendo a Ozzy en territorio pesado, lo que hace que este disco sea el mejor de su carrera en el último cuarto de siglo, es el ingrediente melódico presente en “All My Life” , “Today is the End” y sobre todo en la gran balada que funciona como leit motiv del disco junto a Sir Elton John, un delicioso racconto de vida de dos hombres que se enfrentan a su propia mortalidad

A los 71 años y cuando parecía que los discos de estudio ya habían quedado atrás en su carrera, Ozzy demuestra que, con una pequeña ayudita de sus amigos, todavía puede sacar material que nos haga pensar que no todo está perdido