Comedias en Cartel

Más Extraño que la Ficción (Marc Foster): Foster es el típico director que filma lo que le den, sin aportar un estilo personal en la puesta en escena. Obtuvo cierto reconocimiento con la oscura e interesante Monster´s Ball (engañosamente traducida como Cambio de Vida), continuó la senda exitosa con la colorinche y sentimentaloide Descubriendo el País del Nunca Jamás (elegida por Film-Song como la peor película del 2005) y además filmó un thriller fantástico tramposo que no llegó a nuestras salas titulado Stay, con Ewan McGregor, que alteraba el punto de vista de la historia para sorprender con una ridícula vuelta de tuerca, a la moda desde Sexto Sentido. Más extraño que la ficción tiene mucha mayor relación con el universo de Will Ferrel, gran comediante de la escuela de Saturday Night Live, cuyo talento puede entreverse en Melinda & Melinda de Woody Allen y observarse claramente en El Reportero, otra película que la exhibición local decidió que no veamos en nuestras salas de cine.


La historia comienza cuando Harold Crick(Ferrell) empieza a escuchar una voz en off femenina relatando cada cosa que hace. Muy pronto se dará cuenta de que no es otra que la escritora de su propia historia, y que Harold Crick es un personaje de ficción. Si hacia falta algo más para hacer tambalear su existencia, Harold escucha como la narradora (Emma Thompson) advierte que la muerte del protagonista está por llegar. A partir de ese momento, Harold buscará desesperadamente a su autora para convencerla de que lo deje seguir con vida. Para ello entrará en contacto con un profesor de literatura (Dustin Hoffman) que lo ayudará a averiguar quién maneja sus hilos y como puede hacer para liberarse de su destino.

Con semejante premisa, la película es un festín para la comicidad de Ferrell, que no desaprovecha ni un segundo de metraje. Pero no estamos ante una de esas comedias con sucesiones de gags ininterrumpidos, se trata de una película más clásica, capaz de despertar muchas sonrisas y alguna carcajada, producto del hincapié en la narración y los ribetes de la historia.

Más extraño que la ficción no es una gran película, pero está dentro de ese reducido grupo de films que cumplen con su cometido de entretener y se permiten pequeñas disgresiones a la norma y alguna reflexión sobre el género y el cine. La vida de Harold Crick es una Comedia, pero su anunciada muerte la acerca a la Tragedia. La delgada línea que divide a ambas puede definir el destino de Harold, pero también la excelencia o mediocridad de la obra que protagoniza. Como en El Ladrón de Orquídeas, el ida y vuelta entre ficción y realidad conforma una aguda mirada sobre el cine, la relación vida-obra (autor-alter ego) y la libertad de expresión en la industria hollywoodense.



Letra y Música (Marc Lawrence): Hugh Grant y Drew Barrymore, dos personajes simpáticos, en opinión de este crítico. El director, escritor y productor es el mismo de Amor a Segunda Vista (con Hugh Grant y Sandra Bullock, otro personaje simpático), que también escribió los guiones de Miss Simpatía 1 y 2, protagonizadas por Sandra Bullock (primer conclusión: a Lawrence no le llevó mucho tiempo encontrar a sus actores fetiches). Digo personajes porque los tres son buenos ejemplos de esa rama de la actuación cinematográfica que se dedica a explotar sus mejores atributos para construir un personaje durante toda su carrera y desarrollarlo con el correr de los años. Eso que antes se llamaba Star-System hoy deja sus resabios en actores como ellos. Esto parece entenderlo Marc Lawrence, que en su segundo emprendimiento como director mejora los resultados de su ópera prima y entrega una comedia con bastantes aciertos y sin mayores pretensiones, sostenida principalmente por la capacidad de sus protagonistas(que, vale la pena aclarar, le ponen cuerpo y voz a casi todas las canciones del film).
Dos secuencias rompen esta norma en Letra y Música, primando la responsabilidad del guión, una para bien, otra para mal. La primera es un divertidísimo video musical paródico que ya deja en claro durante los títulos iniciales el tono de la película y el pasado del personaje de Hugh Grant, un cantante pop (cuya banda se llamaba POP!) venido a menos, que tiene la chance de relanzar su carrera si logra componer en muy poco tiempo un tema encargado por una teen-star estilo Shakira. Como él no sabe escribir letras de canciones, recurrirá desesperado a una joven que le cuida las plantas y parece haber nacido con el don de la rima.
La escena negativa se produce cuando la historia de amor necesita de una crisis previa a la posible reconciliación final. Las palabras que salen de la boca del cantante son tan duras que en cualquier relación de pareja serían las últimas en pronunciarse, y contradicen la construcción del personaje a lo largo del film, que sería incapaz de decir una cosa así. Al guión no le queda otra que minimizar su importancia y seguir como si nada. Si esto no alcanza a resentir el balance final, se debe nuevamente a la química perfecta que transmiten sus protagonistas.

Comentarios

yo dijo…
Hola!! Increíble, devota e inconscientemente me encuentro siguiendo la trayectoria de estos actores (Drew, Sandra y sobre todo Hugh "no voy a hacer más películas" Grant)y por suerte.....porque me entretienen!!

Ahora el comentario irónico:

ahhh, si, el "sincericidio" del final...pero "vistes" como es el amor, todo lo puede, todo lo perdona......mejor hagamos que no pasó nada....¿no?

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