Cartelera de Verano
Me sigo poniendo al día con los lectores del blog. Sepan disculpar la tardanza. Estas son las películas que ví en el verano hasta la fecha, la mayoría todavía en cartel:
La Conquista del Honor: la saga de Eastwood sobre la batalla de Iwo Jima comenzó con altibajos. Un guión bastante flojo con diálogos pesados que dicen lo que las imágenes cuentan compite cabeza a cabeza con la destreza visual a la que Eastwood nos tiene habituados. La deconstrucción que hace Eastwood del género bélico es perfecta en la aniquilación del heroísmo como bandera patriótica pero padece de cierta morosidad narrativa. Clint sigue acercandose al cine de John Ford a medida que envejece, pero su mirada melancólica y desencantada aún no encuentra el material adecuado para manifestarse con maestría. Como siempre, hay más ideas visuales en La Conquista del Honor que en el 50% de la producción Hollywoodense del año pasado, pero el resultado final deja un sabor a desilusión. Algo se está perdiendo en esta etapa seria del director... veremos que ocurre con Cartas de Iwo Jima, la versión japonesa de la historia.
Maria Antonieta: Sofía Coppola, bicho raro del cine yanqui si los hay, se despacha con su "retrato" de María Antonieta -Reina de Francia cuando estalla la Revolución Francesa- con un estilo asombrosamente contemplativo. A Sofía le importa muy poco la fidelidad histórica, y transforma al personaje en una adolescente punk (ver el título de la película al estilo "Nevemind the Bollocks" de los Sex Pistols), alienada en la Corte de Versailles. La trama parte de su ingreso a Francia y concluye con la caída del absolutismo. La cámara de Coppola observa con paciencia las costumbres de la Corte, la adaptación de Maria Antonieta al nuevo medio ambiente y su cambio de actitud a medida que toma el control de su vida. Paralelamente a este aprendizaje, la forma va acelerando su provocativa mixtura entre el film de época y la teenage-movie. A modo de ejemplo, en las fiestas que celebra, se bebe champagne a más no poder como si fuera cerveza, al ritmo de The Strokes y la flexibilidad de las zapatillas All Stars. El resultado es desparejo, pero la puesta en escena de la directora nunca deja de inspirar frescura, osadía, originalidad... y talento.
¿Quién dice que es fácil?: segunda comedia de Juan Taratuto, con Peretti y Peleritti (decir los tres apellidos juntos ya es gracioso de por sí) sobre un amor complicado entre una madre soltera bastante liberal y un obsesivo -¿o era compulsivo?- retraido que le alquila el departamento de al lado, tiene varios buenos momentos y muy buenas intenciones. Le cuesta encontrar el pulso de la comedia y algunos gags pierden su potencial. Pero se sostiene con ligereza e ideas visuales -a excepción de una escena charlada sobre el final que se estira demasiado-, buenos diálogos y varios chistes que sí funcionan la mayor parte del metraje. Despareja aunque entretenida. Taratuto parece ser un director prometedor.
El Descanso: Nancy Meyers reincide en su homenaje a la comedia rómantica clásica, en este caso con una trama digna de una comedia de rematrimonio. Dos mujeres intercambian sus hogares para tomarse unas vacaciones de sus propias vidas y conocen a dos hombres que les abren la posibilidad a un futuro alternativo. Una de las dos parejas la forman Kate Winslet y Jack Black, dos actores frescos y simpáticos. La otra Cameron Díaz y Jude Law, o sea, Barbie y Ken. ¿Adivinan cuál es más interesante y divertida? ¿Adivinan cuál elige priorizar Meyers? Para nivelar la balanza y dejarnos una sensación ligeramente placentera a la salida del cine, hace su aparición Elia Wallach, actorazo nonagenario que supo aportar lo suyo en, entre otras, El bueno, el malo y el feo, Los siete magníficos y El padrino 3, aquí en la piel de un viejo guionista del Hollywood clásico que entabla una amistad con el personaje de Kate. Su presencia le da a El Descanso el tono adecuado.
Violación de Domicilio: ay ay ay... era tan interesante El Talentoso Sr. Ripley... pero Anthony Minguella se olvido de todo, de la puesta en escena, de la imagen, del juego hitchcockeano de crímenes y espejos... si hasta se olvidó del romanticismo de qualité de El Paciente Inglés. Típico caso de director creido. Violación de Domicilio acumula personajes, temas y conflictos a cada minuto, para luego dejar la cámara en piloto automático y hacer hablar a los personajes. Lucha de clases, adulterio, padre adoptivo, hija disfuncional... La Ley, La Ética, La Moral... Muy interesantes los temas que se tocan pero... ¿y el cine??? no cuentan las alegorías subrayadas como la de un lobo solitario vagando por las frías noches de Londres.
Babel: recién empieza el año y ya tenemos el candidato ideal para el Gran Bodrio del 2007. Si encima se lleva todos los Oscars como parece, estamos ante otro ejemplo claro de la injusticia que asola sobre el Planeta Tierra. Alejandro Gonzalez Iñarritu se cree Dios (un Dios muy blanco y conservador), y así trata a sus personajes y a sus espectadores. Babel tiene cuatro historias. Tres atadas con alambre, una con hilo dental. Las moralejas de la historia -Iñarritu siempre nos enseña algo importante- son las siguientes: Oriente es un infierno donde los chicos disparan a mansalva a los turistas para ver quien tiene mejor puntería. México es la quintaesencia del Tercer Mundo como lo entiende el americano medio: un circo de película de terror -ver la primer descripción visual del país natal (!!!) del director-. Sucio, feo y peligroso, señora, con gente que se comporta como indios. Degüellan animalitos! ...seguro que están en la droga, chupan como locos, van armados y son capaces de cualquier cosa! Y la mucama mejicana que contrató para que cuide a sus hijos bien rubiecitos y angelicales, es una irresponsable que se los lleva a ese lugar horrible y después los hace pasear por el desierto hasta dejarlos al borde de la muerte. Tenga cuidado! Ah... me olvidaba... la historia atada con hilo dental es sobre una japonesita sordomuda que busca reemplazar la ausencia de la madre fallecida recientemente con experiencias sexuales. Sería la más interesante de todas sino fuera porque no tiene absolutamente nada que ver con nada... "-nos falta una historia de gente con ojos rasgados!", habrán pensado Iñarritu y su compinche guionista. Lo peor de todo es que además de ser ideológicamente revulsiva, es aburridísima. Cada vez que una historia empieza a avanzar el director corta y pasa a las otras. Y el desarrollo se estira y estira hasta agotar al último de los espectadores. Brad Pitt está mejor que nunca porque es totalmente inexpresivo y... sí ...la música de Santaolalla es insoportable. Un cero ...a la derecha.
Secretos Intimos: Todd Field, director de la interesante En el Dormitorio, confunde el rumbo en esta película sobre adulterio, paidofilia, violencia social, etc. Muchos temas importantes pero poca sensibilidad. Las historias interesan durante un tiempo, hasta que nos damos cuenta de como pueden llegar a terminar y nos vemos venir la moralina. Pero Field sorprende a todos: va aún más allá del pronóstico y concluye trazando un extraño paralelo entre los adúlteros y los asesinos, gente que "hace cosas malas" pero "puede cambiar" si todos somos un poquito más tolerantes. La confusión del director es tal, que a la hora de cerrar la historia apela al infantilismo para resolver el destino de uno de los personajes, en uno de los finales más inverosímiles de los últimos años.
Me sigo poniendo al día con los lectores del blog. Sepan disculpar la tardanza. Estas son las películas que ví en el verano hasta la fecha, la mayoría todavía en cartel:
La Conquista del Honor: la saga de Eastwood sobre la batalla de Iwo Jima comenzó con altibajos. Un guión bastante flojo con diálogos pesados que dicen lo que las imágenes cuentan compite cabeza a cabeza con la destreza visual a la que Eastwood nos tiene habituados. La deconstrucción que hace Eastwood del género bélico es perfecta en la aniquilación del heroísmo como bandera patriótica pero padece de cierta morosidad narrativa. Clint sigue acercandose al cine de John Ford a medida que envejece, pero su mirada melancólica y desencantada aún no encuentra el material adecuado para manifestarse con maestría. Como siempre, hay más ideas visuales en La Conquista del Honor que en el 50% de la producción Hollywoodense del año pasado, pero el resultado final deja un sabor a desilusión. Algo se está perdiendo en esta etapa seria del director... veremos que ocurre con Cartas de Iwo Jima, la versión japonesa de la historia.
Maria Antonieta: Sofía Coppola, bicho raro del cine yanqui si los hay, se despacha con su "retrato" de María Antonieta -Reina de Francia cuando estalla la Revolución Francesa- con un estilo asombrosamente contemplativo. A Sofía le importa muy poco la fidelidad histórica, y transforma al personaje en una adolescente punk (ver el título de la película al estilo "Nevemind the Bollocks" de los Sex Pistols), alienada en la Corte de Versailles. La trama parte de su ingreso a Francia y concluye con la caída del absolutismo. La cámara de Coppola observa con paciencia las costumbres de la Corte, la adaptación de Maria Antonieta al nuevo medio ambiente y su cambio de actitud a medida que toma el control de su vida. Paralelamente a este aprendizaje, la forma va acelerando su provocativa mixtura entre el film de época y la teenage-movie. A modo de ejemplo, en las fiestas que celebra, se bebe champagne a más no poder como si fuera cerveza, al ritmo de The Strokes y la flexibilidad de las zapatillas All Stars. El resultado es desparejo, pero la puesta en escena de la directora nunca deja de inspirar frescura, osadía, originalidad... y talento.
¿Quién dice que es fácil?: segunda comedia de Juan Taratuto, con Peretti y Peleritti (decir los tres apellidos juntos ya es gracioso de por sí) sobre un amor complicado entre una madre soltera bastante liberal y un obsesivo -¿o era compulsivo?- retraido que le alquila el departamento de al lado, tiene varios buenos momentos y muy buenas intenciones. Le cuesta encontrar el pulso de la comedia y algunos gags pierden su potencial. Pero se sostiene con ligereza e ideas visuales -a excepción de una escena charlada sobre el final que se estira demasiado-, buenos diálogos y varios chistes que sí funcionan la mayor parte del metraje. Despareja aunque entretenida. Taratuto parece ser un director prometedor.
El Descanso: Nancy Meyers reincide en su homenaje a la comedia rómantica clásica, en este caso con una trama digna de una comedia de rematrimonio. Dos mujeres intercambian sus hogares para tomarse unas vacaciones de sus propias vidas y conocen a dos hombres que les abren la posibilidad a un futuro alternativo. Una de las dos parejas la forman Kate Winslet y Jack Black, dos actores frescos y simpáticos. La otra Cameron Díaz y Jude Law, o sea, Barbie y Ken. ¿Adivinan cuál es más interesante y divertida? ¿Adivinan cuál elige priorizar Meyers? Para nivelar la balanza y dejarnos una sensación ligeramente placentera a la salida del cine, hace su aparición Elia Wallach, actorazo nonagenario que supo aportar lo suyo en, entre otras, El bueno, el malo y el feo, Los siete magníficos y El padrino 3, aquí en la piel de un viejo guionista del Hollywood clásico que entabla una amistad con el personaje de Kate. Su presencia le da a El Descanso el tono adecuado.
Violación de Domicilio: ay ay ay... era tan interesante El Talentoso Sr. Ripley... pero Anthony Minguella se olvido de todo, de la puesta en escena, de la imagen, del juego hitchcockeano de crímenes y espejos... si hasta se olvidó del romanticismo de qualité de El Paciente Inglés. Típico caso de director creido. Violación de Domicilio acumula personajes, temas y conflictos a cada minuto, para luego dejar la cámara en piloto automático y hacer hablar a los personajes. Lucha de clases, adulterio, padre adoptivo, hija disfuncional... La Ley, La Ética, La Moral... Muy interesantes los temas que se tocan pero... ¿y el cine??? no cuentan las alegorías subrayadas como la de un lobo solitario vagando por las frías noches de Londres.
Babel: recién empieza el año y ya tenemos el candidato ideal para el Gran Bodrio del 2007. Si encima se lleva todos los Oscars como parece, estamos ante otro ejemplo claro de la injusticia que asola sobre el Planeta Tierra. Alejandro Gonzalez Iñarritu se cree Dios (un Dios muy blanco y conservador), y así trata a sus personajes y a sus espectadores. Babel tiene cuatro historias. Tres atadas con alambre, una con hilo dental. Las moralejas de la historia -Iñarritu siempre nos enseña algo importante- son las siguientes: Oriente es un infierno donde los chicos disparan a mansalva a los turistas para ver quien tiene mejor puntería. México es la quintaesencia del Tercer Mundo como lo entiende el americano medio: un circo de película de terror -ver la primer descripción visual del país natal (!!!) del director-. Sucio, feo y peligroso, señora, con gente que se comporta como indios. Degüellan animalitos! ...seguro que están en la droga, chupan como locos, van armados y son capaces de cualquier cosa! Y la mucama mejicana que contrató para que cuide a sus hijos bien rubiecitos y angelicales, es una irresponsable que se los lleva a ese lugar horrible y después los hace pasear por el desierto hasta dejarlos al borde de la muerte. Tenga cuidado! Ah... me olvidaba... la historia atada con hilo dental es sobre una japonesita sordomuda que busca reemplazar la ausencia de la madre fallecida recientemente con experiencias sexuales. Sería la más interesante de todas sino fuera porque no tiene absolutamente nada que ver con nada... "-nos falta una historia de gente con ojos rasgados!", habrán pensado Iñarritu y su compinche guionista. Lo peor de todo es que además de ser ideológicamente revulsiva, es aburridísima. Cada vez que una historia empieza a avanzar el director corta y pasa a las otras. Y el desarrollo se estira y estira hasta agotar al último de los espectadores. Brad Pitt está mejor que nunca porque es totalmente inexpresivo y... sí ...la música de Santaolalla es insoportable. Un cero ...a la derecha.
Secretos Intimos: Todd Field, director de la interesante En el Dormitorio, confunde el rumbo en esta película sobre adulterio, paidofilia, violencia social, etc. Muchos temas importantes pero poca sensibilidad. Las historias interesan durante un tiempo, hasta que nos damos cuenta de como pueden llegar a terminar y nos vemos venir la moralina. Pero Field sorprende a todos: va aún más allá del pronóstico y concluye trazando un extraño paralelo entre los adúlteros y los asesinos, gente que "hace cosas malas" pero "puede cambiar" si todos somos un poquito más tolerantes. La confusión del director es tal, que a la hora de cerrar la historia apela al infantilismo para resolver el destino de uno de los personajes, en uno de los finales más inverosímiles de los últimos años.
Comentarios
En fin, algo distinto y lo distinto es bienvenido.