THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA - "Sometimes the World Ain't Enough" (Nuclear Blast 2018) ****

Surgidos en 2007 como un proyecto paralelo, de la mano de Björn Strid y David Andersson, voz y guitarra de los deathmetaleros Soilwork, más el aporte del bajista Sharlee D'Angelo (ex Mercyful Fate y actual Arch Enemy y Spiritual Beggars), la idea de Night Flight Orchestra fue, desde un principio, enfocarse en el rock melódico de fines de los 70s y mediados de los ochentas; con un producto que, lejos de convertirse en una parodia, se acerca al estilo con respeto y admiración, a juzgar por la estética de los video clips y las portadas de los discos.
Sin embargo, no fue hasta el lanzamiento de su cuarto disco Amber Galactic de 2017, que la propuesta tomó vuelo internacional, con un sonido que revisitaba de la mejor manera el AOR (ese estilo que combina el pop, el hard y el progresivo) con composiciones logradas y una instrumentación acorde, cuyo exitoso resultado puso la vara muy alta.
Sin perder tiempo entonces, y aprovechando el éxito cosechado, NFO lanza entonces su cuarto disco,  llevando esta vez la propuesta musical hasta el extremo.
El ataque ochentoso de Sometimes the World Ain't Enough arranca ya desde el primer acorde de “This Time”, con los teclados como protagonistas sosteniendo un groove simil Rainbow en su etapa con Joe Lynn Turrner en la voz. Pero es “Turn to Miami” la que resulta oro en polvo para aquellos fanáticos del AOR, mostrando todos y cada uno de los cliches del estilo, y marcando la pauta de la propuesta de los suecos para este trabajo: lo melódico puede ser aún más melódico.

La misma línea se continua en el tema que titula la placa y su irresistible riff, además de "Can’t Be That Bad” y “Barcelona”, dos gemas aoristicas con reminiscencias de Survivor, aquellos creadores de la banda de sonido de otras joyas ochentosas como Rocky III y Karate Kid.

El toque disco-funk de "Paralyzed" y el gen sueco de Abba en "Pretty Thing Closing In" le aportan algo de saludable variedad al disco, amén de las infaltables baladas “Moments of Thunder” (con un aire a Styx) y “Lovers in the Rain; además del cierre épico a la Alan Parsons  de “The last of the Independent Romantics” que quizás sirva como adelanto de los próximos pasos del grupo.

A pesar de estar un escalón por debajo de su antecesor, la Orquesta se permite darle un toque más de cuerda a su propuesta para que el chiste no se agote y por ahora, aunque la conquista del mundo todavía esté lejos, es más que suficiente.

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