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CONCIERTOS: IRON MAIDEN RENOVÓ SU IDILIO CON ARGENTINA POR PARTIDA DOBLE

«IRON MAIDEN IS GONNA GET ALL OF YOU»


Por Alejandro Do Carmo

Fotos por Huberto Andrada

TÁCTICA Y ESTRATEGIA.

Para entender esta gira “Future Past World” tenemos que remontarnos al disco que le dio inicio: “Senjutsu”, término japonés que remite a la Estrategia, algo indispensable de pensar en una banda como Maiden repleta de héroes legendarios, batallas épicas y epopeyas varias en sus letras. Es que toda acción que se suponga victoriosa -desde la conquista de un pueblo por parte de un imperio, hasta una nueva gira de una banda de rock- necesita una estrategia (entendida como el plan de acción que te guie hacia el objetivo) y una táctica (los pasos y las acciones individuales a tomar) acordes. Es por eso que en “El Arte De La Guerra” (célebre manifiesto bélico), su autor Sun Tzu escribió: “Todos pueden notar las tácticas de mis conquistas, pero ninguno puede ver la estrategia que lleva a la victoria”. Y ahi está la clave del éxito de esta duodécima visita de Iron Maiden a nuestro país: la estrategia desarrollada por Steve Harris -ex promesa futbolística del West Ham United, férreo bajista de British Lion y mariscal indiscutible del heavy metal- que hace que salgamos del Arena con las manos rojas de tanto aplaudir y los ojos humedos de tanta emoción.

Y en este caso, el enemigo tiene dimensiones inmensas y un poder inconmensurable: el paso del tiempo y el esfuerzo físico que demanda tocar 100 minutos de heavy metal. Los últimos shows en Argentina de La Doncella, si bien siempre musicalmente impecables, dejaban entrever un notorio cansancio en el último segmento, y si a eso le sumamos el ACV con paralisis parcial que sufrió Nicko McBrain el pasado enero, el cambio de estrategia del DT Harris era inevitable.

Por eso esta gira “Future Past World”, además de los temas de “Senjutsu” (cinco en total) se completa en su mayoría con material de “Somewhere In Time” (1986) de su época dorada, lo cual es un guiño a los fans de la era clásica y a la vez le permite al sexteto desarrollar más la parte épica instrumental, en detrimento de las canciones más poderosas (y más exigentes fisicamente), para que las fuerzas acompañen todo el concierto sin necesidad de pulmotores.

La lujosa comodidad del Movistar Arena (¡qué bueno disfrutar del confort de un espectáculo de rock sin interrupciones molestas! ¿otra batalla ganada por el metal?) nos predisponía a una noche que suponíamos histórica. Y ahí estuvo Malón para hacerle justicia una vez más a semejante desafio con un set enfocado en su debut «Espíritu Combativo», un sonido potente y prolijo y un cierre con dos clásicos de La H: «Vientos De Poder» y «Soy De La Esquina» para dejar todo listo para el plato principal.

UN MALÓN DE APERTURA.

AQUÍ Y AHORA.

La clásica apertura pre grabada de “Doctor Doctor” de UFO, seguida del tema de “Blade Runner” de Vangelis (a tono con la distópica puesta en escena) marcaron como de costumbre la salida de la banda a pleno con “Caught Somewhre In Time”, seguida por “Stranger In A Strange Land” ; un uno/dos directo a la mandibula, para dar paso a“The Writing On The Wall”, el primero de los temas de “Senjutsu”, en defintiva, el disco a presentar. Y acá es importante volver a destacar el armado del setlist: temas largos, a medio tiempo, con lugar para el destaque armónico de las guitarras del trío Gers/Murray/ Smith (cada vez más simbióticos) y a la vez permitiendole a Dickinson (mucho más estático también) administrar mejor el aire, a Nicko reacomodar los arreglos para un menor desgaste y a Harris… bueno seguir siendo Harris, ese heroe inexorable del agite de las cuatro cuerdas.

BRUCE EN TODO SU ESPLENDOR

Planteada de esa forma, el único momento en donde la estrategia del bajista flaquea minimamente, es en la parte media del show, donde se extrañó la presencia de algunos de los clásicos más pesados de la banda como “Two Minutes To Midnight”, “The Evil That Men Do”, “The Clairvoyant” o “Hallowed Be Thy Name” por nombrar algunos himnos que hubiesen levantado mucho más el clima y funcionado mejor que las elegidas “Days Of Future Past”, “The Time Machine” o “Death Of The Celts”, que hicieron que varios aprovecharan el momento para ir al (impecable, eso si) baño. Hasta que Dickinson grita “Can I Play With Madness?” y lo fragil de la locura se desata con la seguidilla “Heaven Can Wait”, la joyita “Alexander The Great” y una “Fear Of The Dark” cantada a viva voz hasta por la empleada del stand de medicina prepaga del Arena, antes del cierre pre bises con “Iron Maiden” y Eddie batiendose a duelo futurista con Bruce y Janick. Para el final quedaron “Hell On Earth” -lo más destacado del ultimo disco- y lo que todos esperábamos: más hits metaleros de la Doncella encarnados en “The Trooper” y “Wasted Years”.

Si nos ponemos a hilar fino, quizás el hecho de tocar en un lugar cerrado (la vez anterior se remonta a los Obras de la época con Blaze Bayley, (algo que Dickinson mencionó erróneamente, confundiéndolos con sus shows solistas en el mismo recinto) ameritaba algun cambio en el setlist, alguna perla, alguna sorpresa que rompiese ese férreo planteo armado por Harris. Pero como sabemos, equipo ganador no se cambia, y el sexteto británico apuntó al corazón, definió de primera, la clavó al ángulo y nos dejó con ganas de volver a jugar con la locura, en algún otro lugar en el tiempo.


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