BAFICI 2007: ULTIMA PARTE



Lunes 9/4:

-Big Bang Love: Juvenile A(Takashi Miike): plato fuerte de mi selección de films, Miike es como un viejo amigo del BAFICI con el que uno puede verse sólo en ocasión del festival, una vez al año. Y siempre es agradable reencontrarse con un viejo amigo. Este prolífico cineasta parece tener, como premisa principal, la de no dejar una sola cosa que salga de su frondosa imaginación cinematográfica sin ser filmada. Especie de Brain Storming audiovisual, hay muchas ideas en BBL: algunas geniales, otras confusas, todas acumuladas como si se tratara de una métafora sobre la economía capitalista. Esta historia sobre un crímen cometido en prisión y una atracción entre dos prisioneros con personalidades opuestas (uno fuerte, violento, activo; el otro frágil, reflexivo, pasivo) puede verse como una relectura de Rashomon (obra cumbre de Akira Kurosawa), con la cadena de flashbacks de cada punto de vista que hacen avanzar la narración al aportar pistas a la intriga de asesinato, muchas veces contradiciéndose unos a otros. Arranca con una secuencia de ritual iniciático con hincapié en el sexo y la violencia, de gran poder audiovisual, que funciona como adelanto de la tensión/atracción entre ambos polos protagónicos. Incluye ensoñaciones de animación (una pirámide, una nave espacial, una reja electríficada) que actúan como límites y escapes posibles de la prisión. Hay una mariposa que parece representar la feminidad (persistente e insoportable simbolismo, que atraviesa toda la historia del cine alternando sus resonancias alegóricas) y un fantasma de crímenes pasados que se proyecta como una sombra de culpa pesadillezca. Mención aparte para el alcalde de la prisión, personaje de una ambigüedad increible, perturbadora. Responsable de la estadía en la cárcel del mismísmo asesino de su mujer, nunca sabremos si quiere hacerle la vida imposible o como dice, perdonarlo y reformarlo. Su sonrisa, súbita y siniestra, nos deja al borde del abismo de sus oscuros sentimientos. Un personaje digno del fantástico mundo de David Lynch (recordar al tenebroso Hombre Misterioso encarnado por Robert Blake, antes de que el actor sea acusado de asesinar a su esposa). Todo esto y mucho más se apila sobre el entramado narrativo de BBL. Despareja por creativa, imperfecta por arriesgada, la última de Takashi Miike se disfruta de principo a fin.

-Only the Strong Survive(Pennebaker/Hedegus): mi esperada revancha y reconciliación con D.A. Pennebaker, un documental que evidencia el reencuentro de varias glorias del soul peleando por escapar a la senilidad. Contagioso, meláncolico, vital, indulgente como corresponde antes sus criaturas de otro tiempo, buscando dignamente la supervivencia y el reconocimiento que se merecen. Una película con la belleza de contemplar lo que intuímos que está a punto de desaparecer: un pedazo fundamental de la historia de la música popular estadounidense.

-Fay Grim(Hal Hartley): eran otro tiempos cuando Hartley nos entusiasmaba con Confía en mí o Simple men. El cine independiente norteamericano todavía amagaba con la esperada renovación temática y estética que el mainstream tanto necesitaba. El tiempo fue diluyendo las expectativas y hoy Hal se inclina por la sátira política de espionaje, liviana, afectada al extremo, con actuaciones histéricas y vueltas de tuerca a la enésima potencia con el mismo efecto que en el cine policial buscaba John McNaughton en Criaturas Salvajes. Mea Culpa: la ví a la medianoche, y al no poder despertar mi interés durante unos 50 minutos (ni mi vigilia), "cabeceé" durante el resto del metraje. Por lo que todo lo antedicho puede estar equivocado y tratarse de una obra maestra absoluta. Lo dudo mucho, pero es justo dejar abierta esa posibilidad.

Martes 10/4:

-Falkenberg Farewell(Jesper Ganslandt): los suecos están hartos de serlo. No paran de hacer películas sobre el vacío existencial que aqueja a la juventud de sus pueblos de provincia, y las dificultades que les plantea una cultura rígida y estructurada que sólo parece funcionar en la superficie. En este caso, la historia se nos cuenta a través del diario personal de un adolescente con una fuerte conexión con su mejor amigo, que le anuncia su partida del pueblo al finalizar la secundaria. Densa, contemplativa, trágica, Falkenberg Farewell se desarrolla como un pantano de emociones contenidas, sentimientos encontrados, presente estanco y futuro oscuro e incierto. Sólida pese a su aletargada narración, se extiende un poco más de la cuenta tras su fatal descenlace.

-Baby Snakes(Frank Zappa): Excelente documental de Zappa sobre Zappa. La cita fue en New York, en la Noche de Halloween de 1977. Cualquiera que vea la película debería arrepentirse de no haber presenciado ese show(en mi caso me arrepiento también de no haber nacido para esa fecha). Zappa, casi un director de orquesta, verdadero iconoclasta del rock & roll, lidera un grupo de músicos increíbles(Adrian Belew, Tommy Mars, Terry Bozzio) mientras despliega un show provocador, en permanente interacción con el público, transgrediendo las buenas costumbres como se debe, insultando permanentemente a la Warner Brothers, y tocando con una presición y una destreza díficil de imaginar si uno -como yo- no sabe mucho de Zappa y escucha sus experimentaciones musicales en discos de estudio. Ver a la banda ensayar obsesivamente hasta el más mínimo detalle es tan emocionante como descubrir la vorágine de talento que transpira, en particular, el baterista Teddy Bozzio. Pero todos están conectados como si tuvieran conciencia de que juntos son una gran banda de rock en su mejor nivel. Zappa interviene también en las animaciones de Claymation (variante lisérgica de la Stop-Motion, es decir, muñecos de plastilina fotografiados cuadro por cuadro para que adquieran movimiento al proyectarse la película) creadas por su amigo Bruce Bickford, entrevistado en el film en un estado de lucidez muy sospechoso, viajando por su imaginación con el mismo surrealismo que transmiten sus pesadillas animadas que se pasan en durante el show en una pantalla gigante. Los fans de Zappa ya la habrán visto. El resto busquénla como sea porque es uno de los mejores shows de rock filmados que tuve la suerte de ver.

-Día de Justicia(Budd Boetticher): único exponente del cine clásico en mi lista del BAFICI, este western de un gran director poco reconocido, sobre un hombre que llega a un pueblo a vengarse del asesino de su esposa, tiene la síntesis narrativa y la sutil sublevación genérica que sólo el clasicismo podía ofrecer. Boetticher se atreve entre otras cosas, a dejar el duelo final interrumpido, luego de demoler sin pestañeos la dicotomía héroe/villano, y rescatando -como Ford, como Hawks- el temple femenino, determinante pese a estar en segundo plano durante gran parte del relato. Una obra maestra sin pretensiones de serlo. La visión de películas como esta debería ser obligatoria antes de empezar el BAFICI, para no perder el sentido crítico y juzgar con el rigor necesario el presente y/o el futuro del cine.

Viernes 13/4:

-Hana(Hirokazu Kore-eda): fui a verla pensando que era una de samurais, pero resultó ser una comedia costumbrista. Hay un tipo que quiere vengar a su padre, pero a medida que avanza el relato nos vamos haciendo a la idea de que puede no quedar en nada. Lo que no esperamos es que, siendo el conflicto principal, Kore-eda lo resuelva de taquito en unos pocos segundos. Pese a semejante desprolijidad, la película funciona durante la primer hora, con simpatía, ligereza, personajes atractivos y tempo aceitado. Pero su extremada duración (127 minutos) y su mirada "inocente" sobre la pobreza termina por agotar sus frutos y transformarse en una película añeja, algo falsa, algo infantil y bastante fallida.

-Bucarest 12.08(Corneliu Porumboiu): muy graciosa comedia política sobre un programa de televisión estatal que rememora la caída del dictador Ceausescu y del régimen comunista en Rumania. El conductor del programa cita de apuro (se le caen los invitados programados) a dos conocidos, un profesor de historia alcohólico y un viejito que se prepara para disfrazarse de Papá Noel durante la Navidad. Se debate si en el pueblo se produjo "verdaderamente" una revolución o si la gente salió a la calle una vez que se había asegurado de la caída del régimen en la Capital, y el conductor intenta reconstruir cronológicamente la sucesión de los hechos. Más allá de las contradiciones que surgen entre los invitados y el público que se comunica telefónicamente para desmentirlos, lo más ridículo de todo es que estos tipos parecen desconocer en lo absoluto en que consiste salir en televisión. Las excelentes actuaciones y la presición del guión permiten encariñarse profundamente de estos loosers que buscan sus quince minutos de fama al mismo tiempo que la cámara los desnuda y los destruye impiadosamente. El final, melancólico y circular, demuestra que la sensibilidad del director sólo se mantiene oculta durante el bloque principal del relato, pero jamás está ausente. Mi candidata -junto a la más arriesgada Old Joy- al premio de la competencia oficial.

-Going to Pieces: the Rise and Fall of Slasher Film(Rachel Belofsky, Mike Bohusz): documental sobre el subgénero de terror sobre asesinos seriales, desilusiona por su mirada sin atisbos de análisis crítico o de selección. Todas las películas del género parecen tener el mismo grado de importancia. Algo parecido a lo que le pasa a Susan Dinner en Punk not Dead. Tal vez el problema no sea una cuestión de desinteres, sino todo lo contrario. Estos directores se sienten tan atraídos al tema que documentan que pierden cualquier tipo de juicio de valor y/o estético. Una verdadera pena.

Sábado 14/4:

-Rare Rolling Stone Film + clips y promos(Peter Whitehead): Rejunte de material rockero no editado anteriormente o poco visto por estos lares. Hay un mediometraje sobre los Rolling Stone bastante atractivo, con la salvedad de que su factura técnica es decepcionante. Incluso hay secuencias con la imágen y el sonido mal sincronizados. Pero los púberes Rolling Stone sostienen cualquier cosa. Se ve un concierto en donde el público se descontrola y uno recuerda Gimme Shelter captando el asesinato de uno de sus fans a manos de los Hell´s Angels. Se intuye la pasividad pública de Charlie Watts en una entrevista en la que se muestra profundamente dubitativo y descreido de su propio talento. Además, hay cortos de los Beach Boys, el Pink Floyd de Sid Barret, Small Faces y Nico (tan hermosa y enigmática como la recordaba), entre otros.

-L´Année Suivante(Isabelle Czajka): última película de la Competencia que pude ver. Otra francesa de chica adolescente conflictuada, en este caso debido a la muerte de su padre y cierto resentimiento para con su madre al intuir una posible separación entre sus progenitores truncada por el fallecimiento del padre. La protagonista se va ausentando progresivamente de la rutina escolar y la relación con su madre se tensa aún más ante la aparición de un posible futuro padrastro y una mudanza de hogar. La diferencia entre este film y Ca Brule está en el estilo netamente moderno de Czajka, que diluye las instancias narrativas del relato y abandona el ritmo del film al deambular de la protagonista. Con cuidada construcción de los personajes, prácticamente carente de final, L'Année Suivante se sostiene en el medio tono sin muchos altos ni bajos, lo cual deja un innegable sinsabor.

-The US vs. John Lennon(David Leaf, John Scheinfeld): documental sobre las luchas políticas de John Lennon durante la administración Nixon y la Guerra de Vietman, la película aprovecha los archivos abiertos del FBI sobre su seguimiento como "amenaza para la seguridad nacional" durante esos años y realiza un seguimiento exhaustivo de la historia, con entrevistas muy completas, que incluyen a ex agentes del buró, ex integrantes del gobierno de Nixon, militantes revolucionarios, y a Yoko Ono, infaltable en semejante investigación. Los años y la televisión posmoderna han dejado una imagen de amor y paz de John Lennon que es mucho menos combativa que lo que realmente fué. Las imagenes de Lennon criticando al gobierno, asociándose o apoyando públicamente -por ejemplo- al líder de Las Panteras Negras o enfrentando un intento de deportación, nos devuelven al ícono cultural que supo ser. No faltan las notas a John y Yoko en la cama durante su luna de miel cantando "Give Peace a Chance", la Marcha sobre Washington, ni un emotivo quiebre anímico de la viuda durante una entevista. Y un concierto de apoyo a un revolucionario condenado a 10 años de prisión por convidarle marihuana a una policía encubierta, que concluye con su liberación y alerta a Nixon sobre el poder que estaba obteniedo JL durante esos años.

-The Host (Bong Joon-ho): especie de Godzilla coreano, The Host fué sin duda una de las mejores películas del festival. Una base militar norteamericana tira residuos tóxicos en las aguas de Seúl y crea este animalote digital capaz de destrozar la ciudad y comerse a todo lo que camine. Una familia disfuncional se une para rescatar a la niña menor del grupo de las garras del monstruo. Eso es todo. Claro, hay que sumarle una imaginación inusitada al servicio del placer por el cine de género y una crítica mordaz al imperialismo norteamericano. La película tiene un ritmo trepidante que nunca decae. Jamás se entrega a sentimentalismos o gratuidades. Y tiene el mérito de combinar con maestría el drama y la comedia. El momento más triste del film es uno de los más ridículos. La miseria de la familia -que al principio da por muerta a la niña y se retuerce de dolor por ello- se da vuelta por completo para crear un gag de comedia. Las lecciones morales también son tomas a broma -cuando el más adulto del grupo defiende la estupidez de uno de ellos apelando al recurso de la lástima por su retraso mental, todos los demás se duermen de aburrimiento-. Por otra parte, Bong Joon-ho les saca el máximo provecho a las secuencias de acción utilizando el espacio y los objetos como fuerza narrativa fundamental. Y llega a poner en duda si el mal lo encarna el monstruo o las tropas americanas, que se adueñan de la ciudad con la excusa de que el contacto de los ciudadanos con el monstruo contagia un virus mortal que pone en peligro la vida de la humanidad, en claro paralelo con las supuestas armas químicas iraquíes. El final, desdramatizado y sin concesiones, deja en claro que estamos ante una película mayor, que sólo en apariencia es un divertimento para todas las edades. Película-proyectil lanzado directamente al actual mainstream Hollywoodense, banal y desabrido, en las antípodas del cine de Bong Joon-ho.

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