QUIET RIOT - "Road Rage" (Frontiers 2017) ***

Cuando en 2010 el baterista Frankie Banali decidió seguir adelante con el nombre Quiet Riot tras la muerte de su fundador y cantante Kevin Dubrow se encontró con dos disyuntivas: por un lado la falta de credibilidad producto de querer continuar al frente de una banda sin ningún miembro original (Dubrow fundó el grupo junto a Randy Rhodes en 1975 y Banali se sumo recién en 1982) luego de haber prometido públicamente que nunca lo haría, y por el otro la falta de un cantante afín a la propuesta que el grupo tuviese para ofrecer.

Tras el paso de ¡cinco! vocalistas (entre ellos el experimentado Jizzy Pearl,(con el que la banda grabó 10 que pasó totalmente inadvertido en 2014, y que grabó la voces de de la primera edición de este disco), el sustituto definitivo de Dubrow fue James Durbin, un joven cantante surgido de un reality show, con todo el peso simbólico que eso significa.

El comienzo de Road Rage con "Can't Get Enough" sorprende por su contundencia y deja en claro que Banali acertó al apostar por Durbin: el vocalista no busca ocupar los zapatos de Dubrow sino que le imprime su propio estilo que recuerda a cantantes como Tom Keifer de Cinderella o Taime Downe de Faster Pussycat, lo cual retrotrae a la banda a su sonido ochentoso, con tintes glam.

Pero Quiet Riot nunca fue una banda que se caracterice por la solidez de sus composiciones, por lo que Road Rage se muestra desparejo con el correr de los temas, dejando solo para el recuerdo momentos aislados como "Wasted", "Still Wild" y el corte adelanto "Freak Flag".

Sobrevivir a toda costa parece ser la apuesta de Banali, y en esa furiosa carretera, solo por momentos parece lograrlo